- Nueva aparición divina (2 Cr 7.11-12.16-22)
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- Cuando Salomón terminó de construir el Templo del Señor, el palacio real y todo cuanto deseaba hacer,
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- se le apareció el Señor por segunda vez, como se le había aparecido en Gabaón,
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- y le dijo:
— He escuchado las súplicas y plegarias que me has dirigido. He consagrado este Templo que has construido como residencia perpetua de mi nombre: aquí estarán siempre mis ojos y mi corazón.
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- Si tú procedes conmigo, como hizo tu padre David, con rectitud e integridad de corazón, cumpliendo lo que te he mandado y guardando mis preceptos y decretos,
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- reafirmaré para siempre tu reinado sobre Israel, tal como prometí a tu padre David: “No te faltarán descendientes en el trono de Israel”.
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- Pero si vosotros y vuestros hijos me abandonáis, si dejáis de observar los mandamientos y preceptos que os he dado y os vais a servir y a adorar a otros dioses,
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- arrancaré a Israel de la tierra que le he dado, rechazaré este Templo que he consagrado a mi nombre, e Israel quedará convertido en refrán y burla de todos los pueblos.
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- Este Templo quedará en ruinas y todo el que pase a su lado silbará extrañado y preguntará: “¿Por qué ha tratado así el Señor a este país y a este Templo?”.
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- Entonces le responderán: “Porque abandonaron al Señor, su Dios, que sacó a sus antepasados de Egipto, y se aferraron a otros dioses para adorarlos y servirlos.
Por eso el Señor ha hecho caer sobre ellos todos estos castigos”.
Las ciudades de Jirán (2 Cr 8,1)
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- En un período de veinte años Salomón construyó los dos edificios: el Templo del Señor y el palacio real.
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- Jirán, el rey de Tiro, proporcionó a Salomón madera de cedro y de pino y todo el oro que quiso.
Entonces el rey Salomón entregó a Jirán veinte ciudades en la región de Galilea.
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- Jirán salió de Tiro para inspeccionar las ciudades que le había entregado Salomón, pero no le gustaron
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- y le dijo:
— ¡Qué ciudades que me has dado, hermano! Y les puso el nombre de Tierra Kabul, que permanece actualmente.
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- Jirán, por su parte, había mandado al rey Salomón ciento veinte talentos de oro.
Otras construcciones de Salomón (2 Cr 8,6-11b.12.17-18)
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- He aquí la explicación del reclutamiento de trabajadores que hizo el rey Salomón para construir el Templo del Señor y su palacio, el terraplén, la muralla de Jerusalén, Jasor, Meguido y Guézer.
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- El faraón, rey de Egipto, había hecho una incursión y había capturado Guézer.
Tras incendiarla y matar a los cananeos que la habitaban, se la había entregado como dote a su hija, la esposa de Salomón.
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- Luego Salomón reconstruyó Guézer, Bet Jorón de Abajo,
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- Balat y Tamar en el desierto del país,
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- las ciudades de avituallamiento que tenía, las postas de carros y caballos y todo cuanto quiso construir en Jerusalén, en el Líbano y en todo el territorio de su soberanía.
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- A todos los supervivientes de los amorreos, hititas, fereceos, jeveos y jebuseos que no eran israelitas,
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- y que eran descendientes de aquellos que habían quedado en el país porque los israelitas no habían podido exterminarlos, Salomón los sometió a trabajos forzados.
Y así siguen en la actualidad.
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- En cuanto a los israelitas, no los sometió a trabajos forzados, pues eran sus soldados, sus servidores, sus oficiales, sus escuderos y los encargados de sus carros y caballos.
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- Los capataces que Salomón había puesto al frente de sus obras eran quinientos cincuenta y supervisaban a la gente que trabajaba en sus obras.
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- Cuando la hija del faraón se trasladó desde la ciudad de David al palacio que Salomón le había construido, este levantó el terraplén.
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- Tres veces al año Salomón ofrecía holocaustos y sacrificios de comunión sobre el altar que había construido al Señor, quemaba incienso ante el Señor y mantenía el Templo.
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- El rey Salomón organizó una flota en Esionguéber, junto a Elat, en la costa del Mar Muerto, en territorio de Edom.
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- Y Jirán envió para la flota a sus servidores como tripulantes y marineros expertos, junto con los servidores de Salomón.
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- Llegaron hasta Ofir y trajeron de allí al rey Salomón unos cuatrocientos veinte talentos de oro.
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