- David y Abigail
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- Samuel murió y todo Israel se reunió para hacerle duelo.
Luego lo enterraron en su casa de Ramá. David se puso en camino y bajó al desierto de Parán.
- 2
- Había un hombre de Maón que tenía su hacienda en Carmel.
Era muy rico: tenía tres mil ovejas y mil cabras, y estaba esquilando las ovejas en Carmel.
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- Pertenecía al clan de Caleb y se llamaba Nabal.
Su mujer, Abigail, era una mujer inteligente y muy hermosa. Pero él era mezquino y maleducado.
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- David se enteró en el desierto de que Nabal estaba esquilando su ganado
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- y envió a diez muchachos con este encargo:
— Subid a Carmel, id a ver a Nabal y saludadlo de mi parte,
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- diciéndole: ¡Por mi vida! Que tengáis salud tú, tu familia y toda tu hacienda.
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- Me he enterado de que estabas esquilando.
Pues bien, tus pastores estuvieron con nosotros; no los molestamos, ni perdieron nada mientras estuvieron en Carmel.
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- Pregunta a tus criados y te informarán.
Así que atiende favorablemente a mis muchachos, pues venimos en buen momento. Y dale a tus siervos y a tu hijo David lo que tengas a mano.
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- Cuando los muchachos de David llegaron, comunicaron a Nabal todas estas palabras en nombre de David y se quedaron aguardando.
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- Nabal les respondió:
¿Y quién es ese David? ¿Quién es ese hijo de Jesé? Porque hoy día abundan los esclavos que huyen de sus amos.
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- ¿Creéis que voy a tomar mi pan, mi agua y la carne que he sacrificado para mis esquiladores y se la voy a dar a unos hombres que desconozco de dónde vienen?
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- Los muchachos de David dieron media vuelta y regresaron adonde estaba David a quien contaron las palabras de Nabal.
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- David ordenó a sus hombres:
— ¡Todos a las armas! Todos empuñaron su espada, al igual que David, y partieron tras él unos cuatrocientos hombres, mientras que otros doscientos se quedaban guardando las pertenencias.
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- Uno de los criados avisó a Abigail, esposa de Nabal:
— Mira, David ha enviado unos mensajeros desde el desierto para saludar a nuestro amo y él los ha humillado.
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- Esos hombres se portaron muy bien con nosotros, pues ni nos molestaron, ni nos quitaron nada durante el tiempo que anduvimos con ellos por el campo.
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- Día y noche nos protegieron como una cerca durante todo el tiempo que estuvimos junto a ellos cuidando el ganado.
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- Así que mira a ver qué puedes hacer, porque seguramente está decidida la ruina de nuestro amo y de toda su familia.
Y él es un insolente con el que no se puede hablar.
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- Abigail preparó rápidamente doscientos panes, dos odres de vino, cinco corderos ya preparados, cinco medidas de trigo tostado, cien tortas de pasas y otras doscientas de higos;
las cargó sobre los asnos
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- y ordenó a sus criados:
— Id vosotros delante, que yo os seguiré. Sin decirle nada a su marido Nabal,
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- bajó montada en el burro por la ladera del monte, mientras David y sus hombres bajaban en dirección contraria y les salió al encuentro.
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- David había dicho: “¡Inútilmente he estado cuidando las posesiones de ese fulano en el desierto, para que no echara nada de menos, si ahora me devuelve mal por bien!
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- Que Dios me castigue si al amanecer dejo vivo a un solo varón de los que están con él”.
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- Nada más ver a David, Abigail bajó rápidamente del burro, se postró en tierra ante él y le hizo una reverencia.
- 24
- Luego, postrada a sus pies, le dijo:
— ¡Yo tengo toda la culpa, señor! Pero déjame que te hable y escucha las palabras de esta tu sierva.
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- Que mi señor no tome en serio a ese insolente de mi marido, Nabal, porque hace honor a su nombre: se llama Imbécil y la imbecilidad lo define.
Pero esta sierva tuya no vio a los muchachos que mi señor envió.
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- Ahora, señor mío, por la vida del Señor y por tu propia vida, es el Señor quien te impide derramar sangre y tomarte la justicia por tu mano.
¡Ojalá sean como Nabal todos tus enemigos y los que buscan la ruina de mi señor!
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- Que el obsequio que esta sierva tuya ha traído a su señor se reparta entre los muchachos que lo acompañan.
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- Te ruego disculpes la falta de esta sierva tuya, porque el Señor va a construirte una casa estable, pues mi señor combate las guerras del Señor y ninguna desgracia te alcanzará en toda tu vida.
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- Cuando alguien quiera perseguirte y atentar contra tu vida, la vida de mi señor quedará a buen recaudo en la bolsa de la vida, al cuidado del Señor tu Dios;
mientras que la vida de tus enemigos será arrojada lejos como piedra en la honda.
- 30
- Que cuando el Señor cumpla a mi señor todo el bien que le ha prometido y lo constituya jefe de Israel,
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- mi Señor no tenga que sufrir remordimiento o pesar por haber derramado sangre inocente y haberse tomado la justicia por su mano.
Y que cuando el Señor te haya colmado de bienes, te acuerdes de esta tu sierva.
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- David le contestó:
— ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te ha enviado hoy a mi encuentro!
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- ¡Bendita tu sensatez y también tú que me has impedido hoy derramar sangre y tomarme la justicia por mi mano!
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- ¡Te juro por el Señor, Dios de Israel, que me ha impedido hacerte daño, porque si tú no te hubieras apresurado en salir a mi encuentro, al amanecer no le habría quedado vivo a Nabal ni un solo varón!
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- Luego David aceptó todo lo que ella le había traído y le dijo:
— Puedes volver tranquila a tu casa. Ya ves que he escuchado tus palabras y he atendido a tu petición.
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- Cuando Abigail llegó adonde estaba Nabal, este estaba celebrando un banquete digno de un rey.
Como estaba muy contento y completamente borracho, ella no le comentó nada hasta el amanecer.
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- A la mañana siguiente, cuando a Nabal se le había pasado la borrachera, su esposa le contó todo lo sucedido.
Entonces le falló el corazón y se quedó de piedra.
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- Al cabo de unos diez días, el Señor hirió de muerte a Nabal y este falleció.
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- Cuando David se enteró de que Nabal había muerto, comentó:
— ¡Bendito sea el Señor que me ha vengado de la afrenta que me hizo Nabal y ha preservado a su siervo de actuar mal, haciendo recaer sobre Nabal su propia maldad! Luego envió una embajada a Abigail con una proposición de matrimonio.
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- Cuando los criados de David llegaron a Carmel, dijeron a Abigail:
— David nos envía a ti para tomarte como esposa.
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- Ella se levantó, se postró en tierra y les dijo:
— Esta servidora es tu esclava y está dispuesta a lavar los pies de los criados de mi señor.
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- Luego Abigail se preparó rápidamente, montó en su burro, acompañada por cinco doncellas, siguió a los mensajeros de David y se casó con él.
- 43
- David se casó también con Ajinoán, de Jezrael, y las dos fueron sus esposas;
- 44
- pues Saúl había entregado a su hija Mical, la mujer de David, a Paltí, hijo de Lais, el de Galín.
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