- Alegoría de un amor infiel
- 1
- El Señor me dirigió la palabra:
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- — Hijo de hombre, da a conocer a Jerusalén sus infidelidades.
- 3
- Dirás: Esto dice el Señor Dios a Jerusalén: Por tu origen y tus antepasados, eres del país de los cananeos.
Tu padre era amorreo y tu madre hitita.
- 4
- El día de tu nacimiento no te cortaron el cordón umbilical, no fuiste lavada, no fuiste frotada con sal ni envuelta en pañales.
- 5
- Nadie se compadeció de ti ni, movido por la piedad, te hizo nada de eso, sino que fuiste arrojada en el campo el día de tu nacimiento, pues dabas asco.
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- Pero pasé junto a ti y te vi revolcándote en tu sangre;
entonces te dije: Vive
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- y desarróllate como los brotes del campo.
Efectivamente, te desarrollaste, creciste y te llegó el tiempo de la menstruación. Tus pechos se afianzaron y te brotó el vello púbico, pero seguías desnuda del todo.
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- Pasé junto a ti y, al verte, me di cuenta que te había llegado el tiempo del amor.
Extendí entonces mi manto y cubrí tu desnudez, e hice alianza contigo bajo juramento —oráculo del Señor Dios—. Así fuiste mía.
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- Te lavé, te limpié la sangre que llevabas encima y te perfumé.
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- Después te vestí con ropa recamada, te puse sandalias de cuero fino, un ceñidor de lino y un manto de seda.
- 11
- Te cubrí de joyas, te puse pulseras en las muñecas y una gargantilla en el cuello.
- 12
- Te puse un arete en la nariz y pendientes en las orejas, y una espléndida corona en la cabeza.
- 13
- Ibas enjoyada de oro y plata, vestida de lino, seda y ropa recamada;
te alimentabas de flor de harina, miel y aceite. Te hiciste sumamente hermosa, digna de ser una reina.
- 14
- Tu fama se extendió por otros países, pues era perfecta tu hermosura, el esplendor con que yo te había dotado —oráculo del Señor Dios—.
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- Pero, pagada de tu belleza y aprovechando tu fama, te prostituiste y prodigaste tus encantos de prostituta con todo el que pasaba, quienquiera que fuese.
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- Tomaste algunos de tus vestidos y te hiciste tiendas de colores para instalarlas en los santuarios de los altos, y te prostituiste en ellas.
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- Tomaste los adornos que te hermoseaban, hechos con el oro y la plata que yo te había regalado, y te fabricaste ídolos para prostituirte con ellos.
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- Los cubriste con tus vestidos recamados y les ofreciste el aceite y el incienso que yo te había dado.
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- También les ofreciste, como ofrenda aromática, el pan que yo te había dado y la flor de harina, el aceite y la miel con que yo te había alimentado —oráculo del Señor Dios—.
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- Tomaste a tus hijos e hijas, que me habías dado a luz, y se los ofreciste en sacrificio como alimento.
Y como te parecía poco tu conducta de prostituta,
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- degollaste a mis hijos y se los ofreciste para que fueran pasados por el fuego.
- 22
- Con todas tus abominaciones y prostituciones no te acordaste de cuando eras una niña y estabas desnuda del todo, de cuando te revolcabas en tu sangre.
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- Y aparte de todas estas infamias ¡ay de ti! —oráculo del Señor Dios—,
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- te construiste un prostíbulo y en todas las plazas te hiciste una plataforma.
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- Erigiste tu plataforma en los cruces de todos los caminos, deshonrando tu hermosura, y te abrías de piernas a todo el que pasaba, agravando así tu conducta de prostituta.
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- Te prostituiste con los egipcios, esos vecinos tuyos de enormes genitales, y agravaste tu conducta de prostituta con ánimo de provocarme.
- 27
- Entonces extendí mi mano contra ti, reduje tu ración y te puse a merced de tus enemigas las filisteas, que se avergonzaron de tu conducta inmoral.
- 28
- Te prostituiste con los asirios, pues por lo visto no habías tenido suficiente, y aun así no te hartaste.
- 29
- Agravaste tu conducta de prostituta en tierra de comerciantes, en Caldea;
y ni aun así te hartaste.
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- ¡Qué enfebrecido tiene que estar tu corazón —oráculo del Señor Dios— para hacer todas estas cosas, acciones propias de una prostituta empecinada,
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- para construir tu prostíbulo en los cruces de todos los caminos y para erigir tu plataforma en todas las plazas! Pero no fuiste como la prostituta profesional, pues despreciabas tu paga.
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- La esposa adúltera, que prescinde de su marido, acepta regalos;
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- a todas las prostitutas se les paga lo convenido.
Tú, en cambio, hacías regalos a todos tus amantes y los atraías con mercedes para que vinieran de los alrededores a fornicar contigo.
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- Te ha ocurrido lo contrario que a las demás mujeres pues, como nadie ha ido tras de ti solicitándote, has sido tú la que ha pagado en lugar de recibir lo convenido.
¡Justo al revés!
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- Por tanto, prostituta, escucha la palabra del Señor.
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- Esto dice el Señor Dios: Por haber puesto al descubierto tu sexo y haber enseñado tu desnudez al fornicar con tus amantes (esos ídolos abominables a los que ofreciste la sangre de tus hijos),
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- pienso reunir a todos los amantes que complaciste, a los que amabas y a los que odiabas.
Te los reuniré de los alrededores y descubriré tu desnudez ante ellos para que contemplen tus vergüenzas.
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- Te aplicaré el castigo de las adúlteras y de las homicidas, descargaré sobre ti el furor que me provocan los celos.
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- Te entregaré en sus manos, abatirán tu prostíbulo, demolerán tus plataformas, rasgarán tus vestidos, te quitarán las joyas y te dejarán desnuda del todo.
- 40
- Te atacarán en tropel, te apedrearán y te atravesarán con sus espadas.
- 41
- Prenderán fuego a tus casas y te aplicarán la sentencia en presencia de numerosas mujeres;
pondré fin a tus prostituciones y no volverás a dar regalos a tus amantes.
- 42
- Una vez que descargue en ti mi cólera, se acabarán los celos que siento por ti, me sosegaré y no volveré a irritarme.
- 43
- Por no haberte acordado de cuando eras joven y por haberme irritado con todas esas cosas, te haré responsable de tu conducta —oráculo del Señor Dios—.
Porque, además de todas tus abominaciones, ¿acaso no has cometido infamia?
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- Verás cómo los que inventan refranes te sacarán el siguiente: “De tal madre tal hija”.
- 45
- Eres hija de tu madre, que aborreció a su marido y a sus hijos;
y hermana de tus hermanas, que aborrecieron a sus maridos y a sus hijos. Vuestra madre era hitita y vuestro padre, amorreo.
- 46
- Tu hermana mayor es Samaría que, con sus ciudades, está situada a tu izquierda;
tu hermana menor es Sodoma que, con sus ciudades, está situada a tu derecha.
- 47
- ¿No te has portado igual de mal que ellas y has cometido sus mismas abominaciones? ¿Incluso no las has superado con toda tu conducta corrompida?
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- Lo juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que tu hermana Sodoma y sus ciudades no se han portado tan mal como tú y tus ciudades.
- 49
- Este fue el pecado de tu hermana Sodoma y de sus ciudades: orgullo, hartura de pan y despreocupación;
fue incapaz de echar una mano al pobre y al indigente.
- 50
- Se enorgullecieron y cometieron abominaciones en mi presencia;
por eso las hice desaparecer, como has podido ver.
- 51
- Respecto a Samaría, no ha cometido ni la mitad de los pecados que tú;
tus abominaciones son más numerosas que las suyas, de tal modo que has dejado en buen lugar a tus hermanas con todas las abominaciones que has perpetrado.
- 52
- Así pues, carga con tu afrenta por haber inclinado la balanza a favor de tus hermanas;
con tus abominables pecados las has dejado en buen lugar. Así pues, avergüénzate y carga con tu afrenta, por haber dejado en buen lugar a tus hermanas.
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- Pero cambiaré la suerte de Sodoma y sus ciudades y la suerte de Samaría y sus ciudades, y la tuya junto con la de ellas,
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- de este modo tendrás que soportar tu afrenta y avergonzarte de todo lo que has hecho, convirtiéndote así en un consuelo para ellas.
- 55
- Tu hermana Sodoma y sus ciudades volverán a su situación anterior;
tu hermana Samaría y sus ciudades volverán a su situación anterior; y también tú y tus ciudades volveréis a vuestra situación anterior.
- 56
- ¿No hiciste de tu hermana Sodoma objeto de tus comentarios hirientes en tu época arrogante,
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- antes de que quedase al descubierto tu desnudez? Pues del mismo modo resuena ahora a tu alrededor el insulto de las ciudades edomitas, de sus circunvecinas y de las ciudades filisteas, que te desprecian.
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- Ahora tendrás que cargar con tu inmoralidad y tus abominaciones —oráculo del Señor—.
- 59
- Pues esto dice el Señor Dios: Debería hacer contigo lo mismo que tú hiciste, cuando despreciaste el juramento y rompiste la alianza.
- 60
- Pero yo me acordaré de la alianza que sellé contigo cuando eras joven y estableceré contigo una alianza eterna.
- 61
- Por tu parte, recordarás tu conducta y te avergonzarás cuando yo tome a tus hermanas, mayores y menores, y te las dé como hijas, aunque no como partícipes de tu alianza.
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- Estableceré mi alianza contigo y tendrás que reconocer que yo soy el Señor,
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- de modo que, al acordarte del pasado, te avergüences y, avergonzada, no vuelvas a abrir la boca, pues voy a perdonarte todo lo que has hecho —oráculo del Señor Dios—.
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