- Promesa de felicidad
- 1
- Los israelitas serán tantos como la arena del mar que no se cuenta ni se mide.
Y en aquel lugar no se los llamará más No-Mi-Pueblo, sino Hijos del Dios vivo.
- 2
- Los hijos de Judá y los hijos de Israel se reunirán, tendrán un solo jefe y desbordarán de la tierra porque será grande el día de Jezrael.
- 3
- Llamad a vuestros hermanos: “Ammí” —pueblo mío—, y a vuestras hermanas: “Rujama” —amada mía—.
El pueblo rompe la alianza
- 4
- Acusad, juzgad a vuestra madre,
porque ella no es mi mujer y yo no soy su marido; que aparte de su persona los signos de su prostitución y, de entre sus senos, las marcas de su adulterio.
- 5
- Si no lo hace así,
la despojaré y la dejaré desnuda, como en el día de su nacimiento; la dejaré como un desierto, la convertiré en tierra reseca y la haré morir de sed.
- 6
- Y no amaré a sus hijos,
porque son hijos de prostitución.
- 7
- Se ha prostituido su madre,
está cubierta de vergüenza la que los concibió. Decía: “Me iré detrás de mis amantes, los que me dan pan y agua, lana y lino, aceite y bebidas”.
- 8
- Pues bien, voy a cerrar
con espinos su camino y a ponerle una valla para que no encuentre el sendero.
- 9
- Perseguirá a sus amantes,
pero no los encontrará; los buscará y no los hallará. Entonces dirá: “Volveré a mi primer marido, pues me iba mejor antes que ahora”.
- 10
- Ella no comprendía que era yo
quien le daba el trigo, el vino nuevo y el aceite; y quien le facilitaba la plata y el oro que utilizaba para hacer baales.
- 11
- Por eso, volveré a recoger
mi trigo a su tiempo, mi vino nuevo en su sazón, y le quitaré mi lana y mi lino que le di para cubrir su desnudez.
- 12
- Entonces descubriré su infamia
delante de sus amantes y nadie la librará de mi mano.
- 13
- Haré cesar toda su alegría,
sus fiestas, novilunios y sábados, y todas sus solemnidades.
- 14
- Devastaré su viña y su higuera
de las que decía: “Son la paga que me dieron mis amantes”. Las convertiré en matorral y las devorarán las bestias del campo.
- 15
- Le pediré cuentas por los días
dedicados a los baales, a los que quemaba incienso. Luego se adornaba de sortijas y collares, corría detrás de sus amantes y se olvidaba de mí —oráculo del Señor—.
Inicio de un cambio: hacia la restauración de la unión
- 16
- Pero he aquí que voy a seducirla:
la llevaré al desierto y le hablaré al corazón.
- 17
- Le devolveré sus viñas
y haré del valle de Acor una puerta de esperanza; y ella me responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que salió de Egipto.
- 18
- Y ese día —oráculo del Señor—
me llamarás “marido mío” y nunca más “baal mío”.
- 19
- Quitaré de su boca
los nombres de los baales y no los recordará más.
- 20
- En aquel día estableceré
a favor de ellos un pacto con las bestias del campo, con las aves que surcan el cielo y los reptiles que se arrastran por la tierra; en el país quebraré el arco, la espada y la guerra para que puedan descansar seguros.
- 21
- Te desposaré para siempre;
te desposaré en justicia y en derecho, con amor y con ternura.
- 22
- Te desposaré en fidelidad
y me reconocerás como Señor.
- 23
- Aquel día —oráculo del Señor—
me dirigiré a los cielos que darán su respuesta a la tierra;
- 24
- y la tierra dará el trigo,
el vino nuevo y el aceite que serán para Jezrael.
- 25
- Estableceré a mi pueblo en la tierra.
Amaré a Lo-Rujama —la-no-amada—, y a Lo-Ammí —no-mi-pueblo— le diré: “Tú eres mi pueblo” y él responderá: “Y tú mi Dios”.
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