- SEGUNDA PARTE (40—55)
La buena noticia de la liberación
- 1
- Consolad, consolad a mi pueblo,
dice vuestro Dios.
- 2
- Hablad al corazón de Jerusalén,
anunciadle a gritos que se acabó su servidumbre, que su culpa ha sido perdonada; que ha recibido de mano del Señor doble castigo por sus extravíos.
- 3
- Una voz anuncia a gritos:
“Preparad en el desierto un camino al Señor, allanad en la estepa una senda a nuestro Dios.
- 4
- Las vaguadas serán levantadas,
montañas y colinas allanadas. Lo tortuoso será enderezado, lo escabroso será aplanado.
- 5
- Aparecerá la gloria del Señor,
y todo ser vivo podrá ver que ha hablado la boca del Señor”.
- 6
- Dice una voz: “¡Grita!”.
Respondo: “¿Qué he de gritar?”. “Que todo ser vivo es hierba, su hermosura flor de campo.
- 7
- Se seca la hierba, se amustia la flor,
cuando sopla sobre ellas el aliento del Señor.
- 8
- Se seca la hierba, se amustia la flor,
permanece inmutable la palabra de nuestro Dios”.
- 9
- Súbete a un monte encumbrado,
tú que traes buenas nuevas a Sión. Alza luego con fuerza tu voz, tú que traes buenas nuevas a Jerusalén. Alza tu voz sin miedo, di a las ciudades de Judá: “Aquí tenéis a vuestro Dios.
- 10
- Aquí llega con fuerza el Señor Dios;
su brazo le proporciona poder. Aquí llega acompañado de su salario, su recompensa le abre camino.
- 11
- Conduce a su rebaño como un pastor,
lo va reuniendo con su brazo; lleva en su regazo a los corderos, va guiando a las que crían”.
El Dios creador y los ídolos
- 12
- ¿Quién ha medido con su mano el mar,
o ha calculado a palmos el cielo, o ha metido en un celemín el polvo de la tierra? ¿Quién ha pesado los montes en la balanza o calculado en el peso las colinas?
- 13
- ¿Quién podrá medir el espíritu del Señor
o le enseñará lo que ha de hacer?
- 14
- ¿De quién se aconsejó para entender,
para aprender el camino de la justicia, para que le enseñara a conocer y le mostrara la senda del discernimiento?
- 15
- Ved lo que son las naciones:
una gota que se escurre de un cubo, un grano de tierra en la balanza. Ved lo que son las islas: una mota de polvo en un peso.
- 16
- El Líbano no da abasto de leña,
los animales no dan abasto de víctimas.
- 17
- Ante él nada son las naciones,
las tiene por nada de nada.
- 18
- ¿Con quién compararéis a Dios,
a qué imagen lo asemejaréis?
- 19
- El escultor funde un ídolo,
el orfebre lo recubre de oro, le funde adornos de plata.
- 20
- El que es pobre de recursos
elige madera incorruptible; se busca un escultor profesional que le haga una imagen consistente.
- 21
- ¿No lo sabéis ni lo habéis oído?
¿No os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis llegado a entender cómo se sostiene la tierra?
- 22
- Él habita en el orbe terrestre
(sus habitantes le parecen saltamontes), despliega el cielo como un toldo y lo extiende como tienda habitable.
- 23
- Él convierte en nada a los príncipes
y transforma en nulidad a los gobernantes:
- 24
- apenas los plantan, apenas los siembran,
apenas arraigan sus tallos en tierra, si sopla sobre ellos, se agostan y el vendaval los avienta como paja.
- 25
- ¿Con quién me compararéis?
¿Con quién me asemejaréis? —dice el Santo—.
- 26
- Levantad los ojos a lo alto,
ved quién ha creado esas cosas: el que saca a su ejército innumerable y llama a cada cual por su nombre, tan sobrado de poder y de fuerza que no puede fallarle ninguno.
- 27
- ¿Por qué afirmas, Jacob,
y andas diciendo, Israel: “Mi conducta está oculta al Señor, mi Dios pasa de mi causa”?
- 28
- ¿No lo sabes, no has oído
que el Señor es un Dios eterno, creador de los confines de la tierra? No se cansa ni desfallece, su inteligencia es inescrutable.
- 29
- Da fuerza al cansado,
aumenta el vigor de los débiles.
- 30
- Los jóvenes se cansan y se agotan,
una y otra vez tropiezan los mozos;
- 31
- recobran, en cambio, su fuerza,
los que esperan en el Señor, alzan su vuelo como las águilas; corren pero no se cansan, andan y no se fatigan.
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