- Primer canto del Siervo
- 1
- Este es mi siervo, a quien sostengo,
mi elegido, en quien me complazco. Lo he dotado de mi espíritu, para que lleve el derecho a las naciones.
- 2
- No gritará ni alzará la voz,
ni se hará escuchar por las calles.
- 3
- No romperá la caña ya quebrada,
ni apagará la llama que aún vacila; proclamará el derecho con verdad.
- 4
- No desfallecerá ni se quebrará,
hasta que implante el derecho en la tierra, en las islas que esperan su enseñanza.
- 5
- Así dice Dios, el Señor,
que ha creado y desplegado el cielo, que ha establecido la tierra y su vegetación, que ha dado aliento a la gente que hay en ella, vida a cuantos se mueven por ella:
- 6
- Yo, el Señor, te llamo con amor,
te tengo asido por la mano, te formo y te convierto en alianza de un pueblo, en luz de las naciones;
- 7
- para que abras los ojos a los ciegos
y saques a los presos de la cárcel, del calabozo a los que viven a oscuras.
- 8
- Yo soy el Señor, así me llamo,
y no cedo a nadie esa gloria, ni ese honor a los ídolos.
- 9
- Como ya se ha cumplido lo antiguo,
voy a anunciar cosas nuevas; antes de que germinen os lo digo.
Himno al Señor victorioso
- 10
- Cantad al Señor un cántico nuevo,
llegue su alabanza a los confines de la tierra; lo ensalce el mar y cuanto hay en él, las islas y los que habitan en ellas.
- 11
- Exulten la estepa y sus poblados,
las aldeas donde habita Quedar; griten alegres los que moran en Selá, aclamen desde las cimas de los montes;
- 12
- reconozcan la gloria del Señor,
proclamen su alabanza en las islas.
- 13
- El Señor sale como un guerrero,
excita su ardor como un soldado; lanza el grito, el alarido de guerra, se muestra valiente ante sus enemigos.
La restauración está a punto
- 14
- Por mucho tiempo he callado,
me contenía en silencio; pero, igual que parturienta, grito, resuello y jadeo.
- 15
- Secaré montes y cerros,
agostaré su verdor; de sus ríos haré un yermo, secaré sus humedales.
- 16
- Guiaré a los ciegos por rutas que ignoran,
los encaminaré por sendas desconocidas; convertiré a su paso la tiniebla en luz, transformaré lo escabroso en llanuras. Todo esto haré, sin dejar nada.
- 17
- Retrocederán llenos de vergüenza
todos los que confían en los ídolos, los que dicen a simples estatuas: “Vosotros sois nuestros dioses”.
Un pueblo de sordos y ciegos
- 18
- Vosotros, sordos, escuchad;
ciegos, mirad con atención.
- 19
- ¿Quién es ciego, sino mi siervo?,
¿quién sordo, sino mi enviado? ¿Quién es ciego, sino mi elegido?, ¿quién sordo, sino el siervo del Señor?
- 20
- Mucho has visto, pero no has hecho caso;
oías muy bien, pero no escuchabas.
- 21
- El Señor, por su justicia, se propuso
engrandecer y exaltar su propósito;
- 22
- pero es un pueblo saqueado y despojado,
atrapados todos en cuevas, detenidos todos en mazmorras, convertidos en botín, sin salvación, en despojo, sin que nadie lo reclame.
- 23
- ¿Quién de vosotros prestará oído,
escuchará con atención el futuro?
- 24
- ¿Quién entregó a Jacob como botín
y dio a Israel a los saqueadores? ¿Acaso no pecamos contra el Señor? Rehusaron caminar por sus sendas, no escucharon sus indicaciones;
- 25
- así que derramó sobre Israel su cólera,
la violencia de la guerra; lo incendiaba y no comprendía, lo quemaba y no hacía caso.
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