- Pleito del Señor con Israel
- 1
- Así dice el Señor:
¿Dónde está el acta de divorcio según la cual repudié a vuestra madre? ¿A cuál de mis acreedores os he vendido como esclavos? Por vuestras culpas fuisteis vendidos, sólo por vuestras rebeldías fue repudiada vuestra madre.
- 2
- ¿Por qué cuando vengo no hay nadie,
llamo y ninguno responde? ¿Es pequeña mi mano para redimir, o no tengo fuerza para salvaros? Sólo con un grito seco el mar, convierto los ríos en desierto, y muertos de sed por falta de agua, se pudren todos sus peces.
- 3
- Yo visto el cielo de negro,
lo cubro con vestido de luto.
Tercer canto del Siervo
- 4
- El Señor Dios me ha dado
una lengua de discípulo, para saber dar al cansado una palabra de estímulo. Por la mañana estimula mi oído para que escuche como un discípulo.
- 5
- El Señor Dios me ha abierto el oído
y yo no me he rebelado, ni le he vuelto la espalda.
- 6
- Ofrecí mi espalda a los que me azotaban,
mis mejillas a los que mesaban mi barba; y no me tapé la cara cuando me insultaban y escupían.
- 7
- Pero el Señor Dios es mi ayuda,
por eso no sentía los insultos; por eso endurecí mi cara como piedra, sabiendo que no quedaría defraudado.
- 8
- Mi defensor está cerca,
¿quién pleiteará conmigo? Comparezcamos juntos. ¿Quién me quiere acusar? Que se acerque a mí.
- 9
- Si tengo al Señor Dios como ayuda,
¿quién podrá condenarme? Ved a todos desgastados como ropa, la polilla los ha ido devorando.
Confianza en el Señor
- 10
- ¿Quién de entre vosotros respeta al Señor?
¿Quién hace caso a la voz de su siervo? El que ande entre tinieblas sin un rayo de luz, que confíe en el nombre del Señor, que se apoye en su Dios.
- 11
- En cuanto a vosotros, brasas ardientes,
portadores de teas incendiarias, sed pasto de vuestro propio fuego, de las teas que habéis encendido. Todo esto es obra de mi mano, yaceréis entre tormentos.
|