- Un pueblo depravado
- 1
- ¡Ojalá encontrara refugio en el desierto
para abandonar y alejarme de mi pueblo, pues todos son adúlteros, banda de traidores!
- 2
- Tensan sus lenguas, su arco es la mentira,
se imponen en el país no con la verdad. Van de maldad en maldad, y no me conocen —oráculo del Señor—.
- 3
- Hasta del amigo hay que guardarse,
ni siquiera en el hermano se puede confiar, pues los hermanos son suplantadores y los amigos buscan calumniaros;
- 4
- cada cual estafa a su prójimo
y ninguno dice la verdad; enseñan a sus lenguas a mentir, están pervertidos sin remedio:
- 5
- opresión y más opresión,
engaño y más engaño. Y es que no quieren conocerme —oráculo del Señor—.
- 6
- Por eso, así dice el Señor del universo:
He pensado refinarlos y probarlos, ¿qué otra cosa puedo hacer con su maldad?
- 7
- Su lengua es flecha afilada,
su boca profiere mentiras; desean bienestar a su prójimo, pero por dentro planean emboscadas.
- 8
- ¿Y no los castigaré por estas cosas?
—oráculo del Señor—. De un pueblo que así se comporta, ¿no he de vengarme en persona?
Endecha por Jerusalén
- 9
- Entonaré una endecha sobre los montes,
sobre los pastos de la estepa una elegía: están quemados, sin nadie que transite, no se escuchan los mugidos del ganado, hasta aves y bestias se han marchado.
- 10
- Haré de Jerusalén una ruina,
la convertiré en cueva de chacales; arrasaré las ciudades de Judá, sin nadie que pueda habitarlas.
La lógica del juicio
- 11
- ¿Quién es el sabio que puede entender esto?
Que lo diga el que haya sido confidente del Señor. ¿Por qué está deshecho el país, abrasado, como desierto intransitable?
- 12
- Respondió el Señor:
Por abandonar la ley que yo les promulgué, por no obedecerme ni seguir mis mandatos;
- 13
- por haber rendido culto a los baales
como, llevados de su obstinación, aprendieron de sus antepasados.
- 14
- Por eso, así dice el Dios de Israel,
Señor del universo: Daré a este pueblo ajenjo para comer, les daré a beber agua emponzoñada.
- 15
- Los dispersaré por países que no conocen,
y que tampoco conocieron sus padres; mandaré a la espada que los persiga hasta que acabe finalmente con ellos.
Ensayo de lamentación por Sión
- 16
- Así dice el Señor del universo:
Haced venir plañideras, buscad a las más expertas; que se den prisa en venir
- 17
- y nos entonen una elegía;
que nuestros ojos derramen lágrimas, que destilen llanto nuestros párpados.
- 18
- Voces de duelo llegan desde Sión:
“¡Qué desolados estamos, qué terrible decepción! Hemos abandonado el país, nos echaron de nuestras moradas”.
- 19
- Oíd, mujeres, la palabra del Señor,
escuchen vuestros oídos la palabra de su boca. Enseñad una endecha a vuestras hijas, cada una a su amiga esta elegía:
- 20
- “La muerte subió por nuestras ventanas,
se metió dentro de nuestros palacios; exterminó a los niños en las calles, a los jóvenes en medio de las plazas”.
- 21
- Habla: Así dice el Señor:
Quedarán tendidos los cadáveres como estiércol por todo el campo, como espigas que deja el segador y nadie se molesta en recoger.
Juicio generalizado
- 22
- Así dice el Señor:
Que no alardee el sabio de sabiduría, que no alardee el poderoso de poder, que no alardee el rico de riqueza.
- 23
- El que alardee, alardee de esto:
de tener entendimiento y conocerme, de saber que yo soy el Señor, que pongo en práctica la fidelidad, la justicia y el derecho en el país. Estas son las cosas que me agradan —oráculo del Señor—.
- 24
- Ya está llegando el tiempo —oráculo del Señor— en que voy a pedir cuentas a todos los circuncisos:
- 25
- a Egipto, Judá, Edom, los amonitas y Moab, y a la gente del desierto que se afeita las sienes.
Porque todos, también Israel en su totalidad, son incircuncisos de corazón.
|