- El sepulcro vacío (Mt 28,1.8; Mc 16,1-4.7; Lc 24,1-39.12)
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- El primer día de la semana, muy de mañana, antes incluso de amanecer, María Magdalena fue al sepulcro y vio que estaba quitada la piedra que tapaba la entrada.
- 2
- Volvió entonces corriendo adonde estaban Pedro y el otro discípulo a quien Jesús tanto quería y les dijo:
— Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.
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- Pedro y el otro discípulo salieron inmediatamente hacia el sepulcro.
- 4
- Iban corriendo los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más deprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro.
- 5
- Se asomó al interior y vio las vendas de lino en el suelo;
pero no entró.
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- Después, tras sus huellas, llegó Simón Pedro y entró en el sepulcro.
Vio las vendas de lino en el suelo
- 7
- y vio también el paño que habían colocado alrededor de la cabeza de Jesús.
Sólo que el paño no estaba en el suelo con las vendas, sino bien doblado y colocado aparte.
- 8
- Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro;
vio y creyó.
- 9
- Y es que hasta entonces no habían entendido la Escritura, según la cual Jesús tenía que resucitar triunfante de la muerte.
- 10
- Después, los discípulos regresaron a casa.
Aparición a María Magdalena (Mc 16,9-11)
- 11
- María se había quedado fuera, llorando junto al sepulcro.
Sin cesar de llorar, se asomó al interior del sepulcro
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- y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies.
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- Los ángeles le preguntaron:
— Mujer, ¿por qué lloras? Ella contestó: — Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto.
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- Volvió entonces la vista atrás, y vio a Jesús que estaba allí, pero no lo reconoció.
- 15
- Jesús le preguntó:
— Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién estás buscando? Ella, creyendo que era el jardinero, le contestó: — Señor, si te lo has llevado tú, dime dónde lo has puesto y yo misma iré a recogerlo.
- 16
- Entonces Jesús la llamó por su nombre:
— ¡María! Ella se volvió y exclamó en arameo: — ¡Rabboní! (que quiere decir “Maestro”).
- 17
- Jesús le dijo:
— No me retengas, porque todavía no he ido a mi Padre. Anda, ve y diles a mis hermanos que voy a mi Padre, que es también vuestro Padre; a mi Dios, que es también vuestro Dios.
- 18
- María Magdalena fue a donde estaban los discípulos y les anunció:
— He visto al Señor y esto es lo que me ha encargado.
Jesús se aparece a los discípulos (Lc 24,36-49)
- 19
- Aquel mismo primer día de la semana, al anochecer, estaban reunidos los discípulos en una casa, con las puertas bien cerradas por miedo a los judíos.
Se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: — La paz esté con vosotros.
- 20
- Dicho lo cual les enseñó las manos y el costado.
Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.
- 21
- Jesús volvió a decirles:
— La paz esté con vosotros. Como el Padre me envió a mí, así os envío yo a vosotros.
- 22
- Sopló entonces sobre ellos y les dijo:
— Recibid el Espíritu Santo.
- 23
- A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados;
a quienes no se los perdonéis, les quedarán sin perdonar.
Jesús y Tomás
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- Tomás, uno del grupo de los doce, a quien llamaban “el Mellizo”, no estaba con ellos cuando se les presentó Jesús.
- 25
- Así que le dijeron los otros discípulos:
— Hemos visto al Señor. A lo que Tomás contestó: — Si no veo en sus manos la señal de los clavos; más aún, si no meto mi dedo en la señal dejada por los clavos y mi mano en la herida del costado, no lo creeré.
- 26
- Ocho días después, se hallaban también reunidos en casa los discípulos, y Tomás con ellos.
Aunque tenían las puertas bien cerradas, Jesús se presentó allí en medio y les dijo: — La paz esté con vosotros.
- 27
- Después dijo a Tomás:
— Trae aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en la herida de mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente.
- 28
- Tomás contestó:
— ¡Señor mío y Dios mío!
- 29
- Jesús le dijo:
— ¿Crees porque has visto? ¡Dichosos los que crean sin haber visto!
Finalidad del evangelio
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- Jesús hizo en presencia de sus discípulos otros muchos milagros que no han sido recogidos en este libro.
- 31
- Estos han sido narrados para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida por medio de él.
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