- Contra los jefes que abusan del pueblo
- 1
- Yo digo: Escuchadme, jefes de Jacob,
oídme, dirigentes de Israel: ¿No os corresponde a vosotros ocuparos del derecho?
- 2
- Odiáis el bien y amáis el mal,
arrancáis la piel a la gente y dejáis sus huesos al desnudo.
- 3
- Esos que comen la carne de mi pueblo,
le arrancan la piel y quiebran sus huesos, cortan su carne en pedazos para echarlos a la olla o la caldera,
- 4
- cuando griten al Señor,
no tendrán respuesta alguna. El Señor les ocultará su rostro a causa de sus malas acciones.
Los profetas que se venden
- 5
- Así dice el Señor contra los profetas
que extravían a mi pueblo: Mientras tienen algo que comer, proclaman: “Todo es paz”, pero declaran una guerra santa a quien se niega a llenarles la boca.
- 6
- Por eso se abatirá sobre vosotros
una noche sin visiones, una oscuridad sin predicciones; se ocultará el sol para esos profetas, el día se les convertirá en tinieblas.
- 7
- Avergonzados y ruborizados,
videntes y adivinos taparán su rostro al no tener respuesta de Dios.
- 8
- Pero yo estoy lleno de valor,
de espíritu divino, justicia y fortaleza, para reprochar a Jacob sus crímenes y sus pecados a Israel.
Denuncia y castigo
- 9
- Escuchad esto, jefes de Jacob,
oíd, gobernantes de Israel, los que detestáis la justicia y violáis todo derecho,
- 10
- construyendo a Sión con sangre
y a Jerusalén a fuerza de delitos.
- 11
- Sus jueces juzgan por soborno,
sus sacerdotes predican a sueldo y sus profetas vaticinan por dinero. Pero aún se apoyan en el Señor y dicen: “¿Acaso no está el Señor con nosotros? ¡No nos alcanzará la desgracia!”.
- 12
- Pues bien, por vuestra culpa
Sión será arada como un campo, Jerusalén terminará en montón de piedras y el monte del Templo en cerro de espinos.
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