- 1
- Así pues, hermanos míos, a quienes tanto amo y tanto añoro: vosotros, que sois mi alegría y mi corona, permaneced firmes en el Señor, queridos.
Exhortaciones
- 2
- A Evodia y a Síntique les pido encarecidamente que se pongan de acuerdo, como cristianas que son.
- 3
- Ayúdalas tú también, fiel compañero ya que lucharon conmigo por la causa del mensaje evangélico, junto con Clemente y el resto de mis colaboradores, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida.
- 4
- Vivid siempre alegres en el Señor.
Otra vez os lo digo: vivid con alegría.
- 5
- Que todo el mundo os reconozca por vuestra bondad.
El Señor está a punto de llegar.
- 6
- Nada debe angustiaros;
al contrario, en cualquier situación, presentad a Dios vuestros deseos, acompañando vuestras oraciones y súplicas con un corazón agradecido.
- 7
- Y la paz de Dios, que desborda toda inteligencia, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos por medio de Cristo Jesús.
- 8
- Finalmente, hermanos, apreciad todo lo que sea verdadero, noble, recto, limpio y amable;
todo lo que merezca alabanza, suponga virtud o sea digno de elogio.
- 9
- Poned en práctica lo que habéis aprendido y recibido;
lo que en mí habéis visto y oído, ponedlo en práctica. Y el Dios de la paz estará con vosotros.
Conclusión (4,10-23) Pablo agradece la ayuda de los filipenses
- 10
- Grande sobremanera ha sido mi alegría como cristiano al comprobar que, después de tanto tiempo, ha vuelto a florecer vuestro interés por mí.
Ya sé que lo teníais; lo que os faltaba era la ocasión de manifestarlo.
- 11
- Y no es la necesidad lo que me hace hablar así, pues he aprendido a bastarme en cualquier circunstancia.
- 12
- Tengo experiencia de pobreza y de riqueza.
Estoy perfectamente entrenado para todo: para estar harto y para pasar hambre, para nadar en la abundancia y para vivir con estrecheces.
- 13
- Puedo salir airoso de toda suerte de pruebas, porque Cristo me da las fuerzas.
- 14
- Con todo, es hermoso que os hayáis solidarizado conmigo en momentos de aflicción.
- 15
- Como bien sabéis, filipenses, cuando comenzó a proclamarse el mensaje evangélico y tuve que salir de Macedonia, sólo vuestra iglesia me abrió cuenta de “haber” y “debe”.
- 16
- Incluso estando yo en Tesalónica, por dos veces me enviasteis ayuda para remediar mi necesidad.
- 17
- Y no es que yo esté buscando donativos;
lo que busco son ingresos que aumenten vuestra cuenta.
- 18
- Acuso, pues, recibo de todo, que ha sido más que suficiente.
Me siento satisfecho con lo que me habéis enviado por medio de Epafrodito, y que es ofrenda de suave olor y sacrificio que Dios acepta con agrado.
- 19
- Mi Dios, a su vez, rico y poderoso como es, proveerá a todas vuestras necesidades por medio de Jesucristo.
- 20
- Que Dios, nuestro Padre, reciba gloria por siempre.
Amén.
Saludos finales
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- Saludad a todo creyente en Cristo Jesús.
Os saludan los hermanos que están conmigo,
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- así como todos los demás cristianos, y en particular los de la casa imperial.
- 23
- Que la gracia de Jesucristo el Señor permanezca con vosotros.
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