Cuarta visión: el sumo sacerdote

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Me mostró [el Señor] a Josué, el sumo sacerdote, que estaba de pie ante el ángel del Señor, mientras que Satán estaba a su derecha para acusarlo.
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El ángel del Señor dijo a Satán:
— Que el Señor te amoneste, Satán;
que el Señor que ha elegido a Jerusalén te amoneste.
¿No es acaso este un tizón sacado del fuego?
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Estaba Josué vestido con ropas sucias de pie en presencia del ángel
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que se dirigió a los que estaban junto a él y les ordenó:
Quitadle esas ropas sucias.
A continuación dijo a Josué:
Mira, te libro de tu pecado y te visto con traje de fiesta.
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Y añadió:
— Que pongan un turbante limpio sobre su cabeza.
Pusieron, en efecto, sobre su cabeza un turbante limpio y lo revistieron de sus vestiduras.
Entonces el ángel del Señor, que permanecía en pie,
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hizo este pacto con Josué:
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Así dice el Señor del universo: Si sigues mis caminos y cumples mis preceptos, estarás al cargo de mi Templo, custodiarás mis atrios y te daré un puesto entre los que están a mi servicio”.
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Escucha, además, sumo sacerdote Josué, tantocomo los compañeros que se sientan ante ti y que constituyen un presagio profético: Mirad que voy a suscitar a mi siervo Germen.
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Y ahí está la piedra que pongo ante Josué, una piedra única que tiene siete ojos y sobre la que voy a grabar su inscripciónoráculo del Señor del universo—.
En un solo día borraré la iniquidad de esta tierra,
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y aquel díaoráculo del Señor del universo— os invitaréis unos a otros a la sombra de la parra y de la higuera.