- Los pleitos entre cristianos
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- ¿Cómo es que, cuando tienen un pleito entre ustedes, llevan el asunto a un tribunal no cristiano, en lugar de resolverlo entre creyentes?
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- ¿Es que no saben que son los creyentes quienes juzgarán al mundo? Si, pues, van a ser jueces del mundo, ¿no serán competentes para tratar estos pleitos de menor cuantía?
- 3
- ¡Hasta a ángeles tendremos que juzgar! ¡Pues con mayor razón asuntos concernientes a la vida ordinaria!
- 4
- Y sin embargo, cuando tienen pleitos de este tipo, escogen para resolverlos a los que nada significan para la Iglesia.
- 5
- Se lo digo a ustedes para su propia vergüenza.
¿Es que no hay entre ustedes ni siquiera uno capaz de resolver estos litigios entre hermanos?
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- ¡Pleitean hermano contra hermano y, por si fuera poco, ante jueces no cristianos!
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- Ya es una lástima que se den pleitos entre ustedes, cuando deberían soportar pacientemente la injusticia y hacer la vista gorda si alguno los estafa.
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- ¡Pero no! Son ustedes mismos los injustos y los estafadores, y, para colmo, lo son con sus propios hermanos.
- 9
- ¿Ignoran acaso que los que hacen el mal no tendrán parte en el reino de Dios? No se llamen a engaño: ni los lujuriosos, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales,
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- ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.
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- Y esto es lo que antes eran algunos de ustedes.
Pero han sido purificados, consagrados y restablecidos por Dios en su amistad en nombre de Jesucristo, el Señor, y por la acción del Espíritu de nuestro Dios.
Miembros de Cristo y templos del Espíritu
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- Andan diciendo algunos: “Todo me está permitido”.
Sí, pero no todo es conveniente. Y, aunque todo me esté permitido, no debo dejar que nada me esclavice.
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- Dicen también: “La comida es para el estómago, y el estómago, para la comida”;
pero Dios hará que perezcan ambas cosas. Y, en todo caso, el cuerpo no está hecho para la lujuria, sino para el Señor. A su vez, el Señor es para el cuerpo.
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- Por su parte, Dios, que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros con su poder.
- 15
- ¿Ignoran que sus cuerpos son miembros del cuerpo de Cristo? ¿Y voy a convertir un miembro de Cristo en miembro de prostituta? ¡De ningún modo!
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- Ustedes saben, en efecto, que unirse a una prostituta es hacerse con ella como un solo cuerpo.
La misma Escritura lo dice: Los dos formarán un solo ser.
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- En cambio, el que se une al Señor, formará con él un solo ser en la esfera del Espíritu.
- 18
- Huyan de la lujuria.
Cualquier otro pecado que la persona cometa queda fuera del cuerpo, pero el pecado de la lujuria ofende al propio cuerpo.
- 19
- ¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que han recibido de Dios y que habita en ustedes? Ya no son los dueños de ustedes mismos.
- 20
- Han sido rescatados a buen precio;
glorifiquen, pues, a Dios con el cuerpo.
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