- La difícil tarea apostólica
- 1
- Puesto que somos colaboradores de Dios, les exhortamos a que no echen a perder su gracia.
- 2
- Es Dios mismo quien dice:
Tengo un tiempo propicio para escucharte, un día en que acudiré en tu ayuda para salvarte. Pues bien, este es el tiempo propicio, este es el día de la salvación.
- 3
- En cuanto a nosotros, procuramos no dar a nadie motivos para desacreditar nuestro ministerio.
- 4
- Al contrario, en todo momento nos hemos comportado como servidores de Dios.
Es mucho lo que hemos debido soportar: sufrimientos, dificultades, estrecheces,
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- golpes, prisiones, tumultos, trabajos agotadores, noches sin dormir y días sin comer.
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- Añádase nuestra limpieza de vida, nuestro conocimiento de Dios, nuestra entereza de ánimo, nuestra bondad;
y también la acción del Espíritu, nuestro amor sin doblez,
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- la verdad que anunciamos y el poder de Dios.
Tanto para atacar como para defendernos, empuñamos las armas que nos proporciona la fuerza salvadora de Dios.
- 8
- Unos nos ensalzan y otros nos desprecian;
unos nos difaman y otros nos alaban: nos consideran impostores, siendo así que proclamamos la verdad;
- 9
- nos ponen en trance de muerte, pero seguimos con vida;
nos castigan, pero sin que la muerte nos alcance.
- 10
- Nos imaginan tristes, y estamos siempre alegres;
parecemos pobres, y enriquecemos a muchos; damos la impresión de no tener nada, y lo tenemos todo.
- 11
- Acabo de desahogarme con ustedes, corintios, y es como si el corazón se me hubiera ensanchado.
- 12
- No ha sido mezquino mi amor;
el de ustedes, en cambio, sí lo ha sido.
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- Ensanchen también su corazón —como a hijos se lo pido— y correspondan a mi amor.
Los cristianos, templos de Dios vivo
- 14
- No se asocien con los incrédulos formando una pareja desigual.
¿Acaso tiene algo que ver la rectitud con la maldad? ¿Tienen algo en común la luz y las tinieblas?
- 15
- ¿Qué acuerdo puede haber entre Cristo y Satanás? ¿Qué relación entre el creyente y el incrédulo?
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- ¿Puede haber algo en común entre el templo de Dios y los ídolos? Pues nosotros somos templos de Dios viviente.
Así lo ha dicho Dios mismo: Habitaré y caminaré en medio de ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
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- Por tanto:
Salgan de entre esas gentes y apártense de ellas, —dice el Señor—. No toquen cosa impura, y yo los acogeré.
- 18
- Seré padre para ustedes
y ustedes serán mis hijos e hijas, —dice el Señor todopoderoso—.
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