Traslado del Arca a Jerusalén (1 Cr 13,5-14; 16,1-3)

1
David volvió a reunir a lo más selecto de Israel en número de treinta mil hombres
2
y se dispuso a partir con toda la gente que lo acompañaba a Baalá de Judá para traer de allí el Arca de Dios, sobre la que se invoca el nombre del Señor del universo, entronizado sobre querubines.
3
Cargaron el Arca de Dios en una carreta nueva y la sacaron de la casa de Abinadab, en la colina.
Uzá y Ajió, los hijos de Abinadab, conducían la carreta
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con el Arca de Dios y Ajió marchaba delante del Arca.
5
David y todo Israel iban bailando ante el Señor y cantando al son de cítaras, arpas, panderos, castañuelas y platillos.
6
Cuando llegaron a la era de Nacón, los bueyes tropezaron y Uzá echó mano al Arca para sujetarla.
7
Pero el Señor se enfureció con Uzá, lo fulminó allí mismo por su atrevimiento y murió junto al Arca de Dios.
8
David se disgustó porque el Señor había mandado a Uzá a la fosa y llamó a aquel lugar Peres Uzá, nombre que perdura hasta el día de hoy.
9
David sintió miedo del Señor aquel día y se dijo:
— ¿Cómo va a venir conmigo el Arca del Señor?
10
Por ello, David no quiso llevarse consigo el Arca del Señor a la ciudad de David, sino que la llevó a casa de Obededón, el de Gat.
11
El Arca del Señor permaneció tres meses en casa de Obededón, el de Gat, y el Señor lo bendijo a él y a toda su familia.
12
Cuando informaron al rey David que el Señor había bendecido a la familia de Obededón y toda su hacienda a causa del Arca de Dios, entonces David fue a trasladar el Arca de Dios de la casa de Obededón a la ciudad de David con gran alegría.
13
Cuando los que llevaban el Arca del Señor avanzaron seis pasos, sacrificó un toro y un ternero cebado.
14
David, vestido con una túnica de lino, iba bailando incansablemente delante del Señor,
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mientras todos los israelitas lo acompañaban subiendo el Arca del Señor al son de vítores y trompetas.
16
Cuando el Arca del Señor entraba en la ciudad de David, Mical, la hija de Saúl, que estaba asomada a la ventana, vio al rey David saltando y bailando delante del Señor y sintió un profundo desprecio por él.
17
Introdujeron el Arca del Señor y la colocaron en su sitio, dentro de la Tienda que David había preparado al efecto.
Luego David ofreció al Señor holocaustos y sacrificios de comunión.
18
Cuando terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en nombre del Señor del universo
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y repartió a toda la gente de la multitud israelita, tanto a hombres como a mujeres, una hogaza de pan, un pastel de dátiles y otro de pasas a cada uno.
Finalmente, todo el mundo volvió a su casa.
20
Cuando David volvió a casa para bendecir a su familia, Mical, la hija de Saúl, salió a recibirlo y le dijo:
— ¡Cómo se ha cubierto de gloria hoy el rey de Israel, desnudándose a la vista de las esclavas de sus servidores, como lo haría cualquier don nadie!
21
Pero David le contestó:
— He bailado delante del Señor que me ha preferido a tu padre y a toda su familia, eligiéndome jefe de su pueblo Israel.
22
Y estoy dispuesto a humillarme aún más, aunque eso signifique rebajarme ante ti.
En cuanto a esas esclavas a las que te has referido, ¡ellas sí que me apreciarán!
23
Mical, la hija de Saúl, no tuvo hijos en toda su vida.