- III.— LA NUEVA VIDA EN CRISTO (3,1—4,1)
Muertos al mundo; vivos para Dios
- 1
- ¡Ustedes han resucitado con Cristo! Orienten, pues, sus vidas hacia el cielo, donde está Cristo sentado junto a Dios.
- 2
- Pongan el corazón en las realidades celestiales y no en las de la tierra.
- 3
- Porque han muerto y sus vidas está escondida con Cristo en Dios.
- 4
- Cuando Cristo, la vida de ustedes, se manifieste, también ustedes aparecerán llenos de gloria junto a él.
Nuevas criaturas
- 5
- Destruyan lo que hay de mundano en ustedes: la lujuria, la impureza, las pasiones desenfrenadas, los malos deseos y la avaricia, que es una especie de idolatría.
- 6
- Esto es lo que enciende la ira de Dios sobre quienes se niegan a obedecerlo;
- 7
- es también lo que en otro tiempo constituyó la norma de conducta y de vida de ustedes mismos.
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- Ahora, en cambio, es preciso que renuncien a todo eso: a la ira, al rencor, a la malquerencia, la calumnia y la grosería.
- 9
- No anden engañándose unos a otros.
Despójense de la vieja y pecadora condición humana
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- y conviértanse en nuevas criaturas que van renovándose sin cesar a imagen de su Creador, en busca de un conocimiento cada vez más profundo.
- 11
- Ya no hay fronteras de raza, religión, cultura o condición social, sino que Cristo es todo en todos.
- 12
- Son elegidos de Dios;
él los ha consagrado y les ha otorgado su amor. Sean, pues, profundamente compasivos, benignos, humildes, pacientes y comprensivos.
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- Sopórtense mutuamente y, así como el Señor los perdonó, perdónense también ustedes, cuando alguno tenga quejas contra otro.
- 14
- Y, por encima de todo, practiquen el amor que todo lo vuelve perfecto.
- 15
- Que la paz de Cristo reine en sus vidas;
a ella los ha llamado Dios para formar un solo cuerpo. Y sean agradecidos.
- 16
- Que el mensaje de Cristo los llene con toda su riqueza y sabiduría para que sean maestros y consejeros los unos de los otros, cantando a Dios salmos, himnos y canciones inspiradas con un corazón profundamente agradecido.
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- En fin, cuanto hagan o digan, háganlo todo en nombre de Jesús, el Señor, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Los diversos estados de vida
- 18
- Esposas, respeten la autoridad de sus maridos;
tal es el deber como cristianas.
- 19
- Maridos, amen a sus esposas y nunca las traten con aspereza.
- 20
- Ustedes, hijos, obedezcan a sus padres sin reservas, pues eso es lo que agrada al Señor.
- 21
- Por lo que toca a ustedes, padres, eduquen con tacto a sus hijos, para que no se desalienten.
- 22
- Esclavos, acaten en todo momento las órdenes de los amos temporales.
No como alguien que se siente vigilado o en plan adulador, sino con la nobleza de los que honran al Señor.
- 23
- Pongan el corazón en lo que hagan, como si lo hicieran para el Señor y no para gente mortal.
- 24
- Sepan que el Señor les dará la herencia eterna como premio y que son esclavos de Cristo, el Señor.
- 25
- En cuanto al que se comporte mal, Dios le dará su merecido sin favoritismo alguno.
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