- Oráculo contra Tiro
- 1
- El año undécimo, el día primero del mes, el Señor me dirigió la palabra:
- 2
- — Hijo de hombre, Tiro se ha carcajeado de Jerusalén y ha dicho: “Ahí está hecha añicos la puerta de las naciones;
todo ha caído en mi poder; me enriqueceré a costa de sus ruinas”.
- 3
- Por eso, así dice el Señor Dios:
Aquí me tienes, Tiro, contra ti; haré que te ataquen pueblos numerosos, lo mismo que el mar inunda con sus olas.
- 4
- Abatirán las murallas de Tiro,
dejarán arruinadas sus torres. Yo mismo barreré su polvo, la dejaré como roca desnuda.
- 5
- Igual que un secadero de redes
quedará en medio del mar, porque así lo he dicho yo. —oráculo del Señor Dios—: acabará como botín de las naciones.
- 6
- Sus poblados tierra adentro
morirán a filo de espada, y reconocerán que soy el Señor.
- 7
- Esto dice el Señor Dios:
— Voy a traer contra Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia. El rey de reyes vendrá del norte al mando de su caballería, de sus carros de combate, de sus jinetes y de un numeroso ejército.
- 8
- Tus poblados tierra adentro
morirán a filo de espada. Te cercará con torres de asalto, levantará contra ti un terraplén, dispondrá sus escudos frente a ti,
- 9
- golpeará tus murallas con arietes,
abatirá y arruinará tus torreones.
- 10
- Sus hordas de caballos
te cubrirán de polvo; al estrépito de sus jinetes, de sus carros y carretas, temblarán tus murallas. Él penetrará por tus puertas como quien entra en una ciudad con sus muros llenos de brechas.
- 11
- Los cascos de su caballería
hollarán todas tus calles, a espada morirá tu gente; todas tus soberbias estelas caerán demolidas por tierra;
- 12
- tus riquezas serán expoliadas,
tus mercancías servirán de botín; tus murallas quedarán arruinadas, demolidos tus preciosos edificios. Echarán al fondo del mar tus piedras, maderos y escombros.
- 13
- Acabaré con el bullicio de tus cantos,
ya no volverán a oírse los sones armoniosos de tus arpas.
- 14
- Te convertiré en roca desnuda,
serás un secadero de redes. Ya no serás reconstruida, pues yo, el Señor, he hablado —oráculo del Señor Dios—.
- 15
- Esto dice el Señor Dios a Tiro:
— Cuando oigan el estruendo de tu caída y el gemido de tus heridos, cuando arrecie la carnicería en tu interior, ¿no se estremecerán las costas lejanas?
- 16
- Todos los príncipes de las ciudades costeras bajarán de sus tronos, se despojarán de sus mantos y se quitarán su ropa recamada;
se pondrán el pánico por vestido, se sentarán en el suelo, temblarán una y otra vez, y quedarán desolados al verte.
- 17
- Y te entonarán esta elegía:
¡Cómo desapareció la reina del mar, la afamada ciudad! ¡Poderosa en el mar con sus moradores, que infundían terror en todo el continente!
- 18
- Y ahora tiemblan las costas,
ahora que ven tu caída; están aterradas las costas al ver en qué has acabado.
- 19
- Esto dice el Señor Dios:
— Cuando te convierta en una ciudad en ruinas, igual que las ciudades no habitadas; cuando haga subir el océano contra ti y te aneguen sus aguas caudalosas,
- 20
- te haré bajar a la fosa con los muertos, con la gente de antaño;
te daré una morada en el mundo subterráneo, entre ruinas perpetuas, junto con los que han muerto, para que no vuelvas a habitar la tierra de los vivos.
- 21
- Te convertiré en objeto de espanto y dejarás de existir;
te buscarán, pero ya nunca te encontrarán —oráculo del Señor Dios—.
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