- La idolatría como prostitución
- 1
- Si un hombre repudia a su mujer
y esta se va de su lado, y se casa con otro hombre, ¿volverá el primero a ella?, ¿no es ya tierra profanada? Y tú, que te has prostituido con tantos y tantos amantes, ¿vas ahora a volver a mí?
- 2
- Alza tu mirada a las dunas,
¿dónde no has sido gozada? Los esperabas sentada en los caminos, igual que un beduino en el desierto, y así has profanado la tierra con tus infames fornicaciones.
- 3
- Fallaron los chaparrones
y las lluvias no llegaron, mas tú, ramera descarada, te resistías a humillarte.
- 4
- Ahora vienes y me dices: “Padre,
amor de mi primera juventud,
- 5
- ¿me guardarás rencor por siempre?,
¿me vas a vigilar eternamente?”. Así hablabas, mientras hacías todas las maldades que podías.
Fracaso de las dos hermanas
- 6
- Me dijo el Señor en tiempo del rey Josías:
— ¿Has visto lo que ha hecho la apóstata Israel? Ha recorrido todos los santuarios de los montes y se ha prostituido bajo todos los árboles frondosos.
- 7
- Yo me dije: “Después de hacerme todo lo que me ha hecho, volverá a mí”.
Pero no volvió. Y Judá, su hermana infiel,
- 8
- aunque vio que, debido a todos sus adulterios, yo había despedido a la apóstata Israel y le había dado el acta de divorcio, no tuvo miedo;
así que su infiel hermana Judá siguió adelante y se prostituyó ella también.
- 9
- Y con la frivolidad de su prostitución, profanó el país y cometió adulterio con la piedra y con el leño.
- 10
- Y a pesar de todo ello, su infiel hermana Judá no volvió a mí con corazón sincero, sino fingidamente —oráculo del Señor—.
- 11
- Me dijo el Señor:
— Es más inocente la apóstata Israel que la infiel Judá.
Invitación a la conversión de Israel y de Judá
- 12
- — Vete y proclama estas palabras en dirección al norte.
Dirás: Vuelve, Israel, apóstata —oráculo del Señor—, que no les frunciré el ceño, porque yo soy bondadoso —oráculo del Señor— y no guardo rencor por siempre.
- 13
- Reconoce, sin embargo, tu culpa,
tu rebeldía contra el Señor, tu Dios: prodigaste tus amores a extranjeros debajo de todo árbol frondoso, sin escuchar siquiera mi voz —oráculo del Señor—.
- 14
- Vuelvan, hijos apóstatas —oráculo del Señor—, que yo soy su dueño.
Voy a elegir uno de cada ciudad y dos de cada clan, y voy a traerlos a Sión.
- 15
- Les daré los pastores que yo crea conveniente, y los apacentarán con profesionalidad y acierto.
- 16
- Cuando por aquel entonces se multipliquen y fructifiquen en el país —oráculo del Señor—, no volverán a nombrar el Arca de la alianza del Señor;
no se recordará ni se hablará de ella. No la echarán de menos ni se construirá otra.
- 17
- Por aquel tiempo llamarán a Jerusalén “Trono del Señor”, y se congregarán en ella todas las naciones (en el nombre del Señor y en el de Jerusalén);
y ya no seguirán a su obstinado y perverso corazón.
- 18
- En aquellos días, Judá caminará con Israel, y vendrán juntos de un país del norte a la tierra que di en heredad a sus antepasados.
Arrepentimiento y perdón
- 19
- Yo había pensado:
Voy a contarte entre mis hijos, te daré una tierra deliciosa, la heredad más hermosa de las naciones. Pensaba que me llamarías “Padre”, que no te apartarías de mí.
- 20
- Pero igual que una esposa traiciona a su marido,
así me traicionaron, pueblo de Israel —oráculo del Señor—.
- 21
- Se escuchan voces por las dunas,
el llanto suplicante de Israel, porque han equivocado su camino, han olvidado al Señor, su Dios.
- 22
- ¡Vuelvan, hijos apóstatas,
que voy a sanar su apostasía! “Aquí estamos, venimos a ti, pues eres el Señor, nuestro Dios.
- 23
- ¡Qué mentira son las colinas,
los montes son pura confusión! Sólo en el Señor, nuestro Dios, está la salvación de Israel.
- 24
- La ignominia ha devorado,
ya desde que éramos jóvenes, los logros de nuestros antepasados: sus ovejas y sus vacas, sus hijos y sus hijas.
- 25
- ¡Acostémonos en nuestra vergüenza,
cubrámonos con nuestra deshonra! Desde que éramos jóvenes hasta hoy, nosotros, lo mismo que nuestros antepasados, hemos pecado contra el Señor, nuestro Dios, nos hemos negado a obedecerlo”.
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