- Cuarto signo (6,1-15)
La multiplicación de los panes (Mt 14,13-21; Mc 6,34-44; Lc 9,10-17)
- 1
- Después de esto, Jesús pasó a la otra orilla del lago de Galilea (o de Tiberíades).
- 2
- Lo seguía mucha gente, porque veían los milagros que hacía con los enfermos.
- 3
- Jesús subió a un monte y se sentó allí con sus discípulos.
- 4
- Estaba próxima la Pascua, fiesta principal de los judíos.
- 5
- Al alzar Jesús la mirada y ver aquella gran multitud que acudía a él, dijo a Felipe:
— ¿Dónde podríamos comprar pan para que puedan comer todos estos?
- 6
- Dijo esto para ver su reacción, pues él ya sabía lo que iba a hacer.
- 7
- Felipe le respondió:
— Aunque se gastase uno el salario de más de medio año, no alcanzaría para que cada uno de estos probase un bocado.
- 8
- Otro de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, intervino diciendo:
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- — Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces;
pero ¿qué es esto para tanta gente?
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- Jesús dijo entonces:
— Hagan que se sienten todos. Se sentaron todos sobre la hierba, que era muy abundante en aquel lugar. Eran unos cinco mil hombres.
- 11
- Jesús tomó los panes y, después de dar gracias a Dios, los distribuyó entre los que estaban sentados.
Y lo mismo hizo con los peces, hasta que se hartaron.
- 12
- Cuando quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos:
— Recojan lo que ha sobrado, para que no se pierda nada.
- 13
- Lo hicieron así, y con lo que sobró a quienes comieron de los cinco panes de cebada, llenaron doce cestos.
- 14
- La gente, por su parte, al ver aquel milagro, comentaba:
— Este hombre tiene que ser el profeta que iba a venir al mundo.
- 15
- Se dio cuenta Jesús de que pretendían llevárselo para proclamarlo rey, y se retiró de nuevo al monte él solo.
Quinto signo (6,16—8,59) Jesús camina sobre el agua (Mt 14,22-27; Mc 6,45-52)
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- A la caída de la tarde, los discípulos de Jesús bajaron al lago,
- 17
- subieron a una barca y emprendieron la travesía hacia Cafarnaún.
Era ya de noche y Jesús aún no los había alcanzado.
- 18
- De pronto se levantó un viento fuerte que alborotó el lago.
- 19
- Habrían remado unos cinco o seis kilómetros, cuando vieron a Jesús que caminaba sobre el lago y se acercaba a la barca.
Les entró mucho miedo,
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- pero Jesús les dijo:
— Soy yo. No tengan miedo.
- 21
- Entonces quisieron subirlo a bordo, pero en seguida la barca tocó tierra en el lugar al que se dirigían.
La gente busca a Jesús
- 22
- Al día siguiente, la gente que continuaba al otro lado del lago advirtió que allí solamente había estado atracada una barca y que Jesús no se había embarcado en ella con sus discípulos, sino que estos habían partido solos.
- 23
- Llegaron entre tanto de la ciudad de Tiberíades unas barcas y atracaron cerca del lugar en que la gente había comido el pan cuando el Señor pronunció la acción de gracias.
- 24
- Al darse cuenta de que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, subieron a las barcas y se dirigieron a Cafarnaún en busca de Jesús.
Discurso sobre el pan de vida
- 25
- Los que buscaban a Jesús lo encontraron al otro lado y le preguntaron:
— Maestro, ¿cuándo llegaste aquí?
- 26
- Jesús les contestó:
— Estoy seguro de que me buscan no por los milagros que han visto, sino porque comieron pan hasta saciarse.
- 27
- Deberían preocuparse no tanto por el alimento transitorio, cuanto por el duradero, el que da vida eterna.
Este es el alimento que les dará el Hijo del hombre, a quien Dios Padre ha acreditado con su sello.
- 28
- Ellos le preguntaron:
— ¿Qué debemos hacer para portarnos como Dios quiere?
- 29
- Jesús respondió:
— Lo que Dios espera de ustedes es que crean en su enviado.
- 30
- Ellos replicaron:
— ¿Cuáles son tus credenciales para que creamos en ti? ¿Qué es lo que tú haces?
- 31
- Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio a comer pan del cielo.
- 32
- Jesús les respondió:
— Yo les aseguro que no fue Moisés el que les dio pan del cielo. Mi Padre es quien les da el verdadero pan del cielo.
- 33
- El pan que Dios da, baja del cielo y da vida al mundo.
- 34
- Entonces le pidieron:
— Señor, danos siempre de ese pan.
- 35
- Jesús les contestó:
— Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí, jamás tendrá hambre; el que cree en mí, jamás tendrá sed.
- 36
- Pero ustedes, como ya les he dicho, no creen a pesar de haber visto.
- 37
- Todo aquel que el Padre me confía vendrá a mí, y yo no rechazaré al que venga a mí.
- 38
- Porque yo he bajado del cielo, no para hacer lo que yo deseo, sino lo que desea el que me ha enviado.
- 39
- Y lo que desea el que me ha enviado es que yo no pierda a ninguno de los que él me ha confiado, sino que los resucite en el último día.
- 40
- Mi Padre quiere que todos los que vean al Hijo y crean en él, tengan vida eterna;
yo, por mi parte, los resucitaré en el último día.
- 41
- Los judíos comenzaron a criticar a Jesús porque había dicho que él era “el pan que ha bajado del cielo”.
- 42
- Decían:
— ¿No es este Jesús, el hijo de José? Conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo se atreve a decir que ha bajado del cielo?
- 43
- Jesús replicó:
— Dejen ya de criticar entre ustedes.
- 44
- Nadie puede creer en mí si no se lo concede el Padre que me envió;
yo, por mi parte, lo resucitaré en el último día.
- 45
- En los libros proféticos está escrito: Todos serán adoctrinados por Dios.
Todo el que escucha al Padre y recibe su enseñanza, cree en mí.
- 46
- Esto no significa que alguien haya visto al Padre.
Solamente aquel que ha venido de Dios, ha visto al Padre.
- 47
- Les aseguro que quien cree, tiene vida eterna.
- 48
- Yo soy el pan de la vida.
- 49
- Los antepasados de ustedes comieron el maná en el desierto y, sin embargo, murieron.
- 50
- Este, en cambio, es el pan que ha bajado del cielo para que, quien lo coma, no muera.
- 51
- Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo.
El que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo voy a dar es mi carne, entregada para que el mundo tenga vida.
- 52
- Esto suscitó una fuerte discusión entre los judíos, que se preguntaban:
— ¿Cómo puede este darnos a comer su carne?
- 53
- Jesús les dijo:
— Les aseguro que, si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán vida en ustedes.
- 54
- El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
- 55
- Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
- 56
- El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.
- 57
- El Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo gracias a él;
así también, el que me coma vivirá gracias a mí.
- 58
- Este es el pan que ha bajado del cielo, y que no es como el que comieron los antepasados y murieron;
el que come de este pan vivirá para siempre.
- 59
- Todo esto lo enseñó Jesús en la sinagoga de Cafarnaún.
Palabras de vida eterna
- 60
- Al oír esto, muchos de los que seguían a Jesús dijeron:
— Esta enseñanza es inadmisible. ¿Quién puede aceptarla?
- 61
- Jesús se dio cuenta de que muchos de sus seguidores criticaban su enseñanza, y les dijo:
— ¿Se les hace duro aceptar esto?
- 62
- Pues ¿qué ocurriría si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes?
- 63
- Es el espíritu el que da vida;
la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida.
- 64
- Pero algunos de ustedes no creen.
Es que Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a traicionar.
- 65
- Y añadió:
— Por eso les he dicho que nadie puede creer en mí si no se lo concede mi Padre.
- 66
- Desde entonces, muchos discípulos suyos se volvieron atrás y ya no andaban con él.
- 67
- Jesús preguntó a los Doce:
— ¿También ustedes quieren dejarme?
- 68
- Simón Pedro le respondió:
— Señor, ¿a quién iríamos? Sólo tus palabras dan vida eterna.
- 69
- Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.
- 70
- Jesús replicó:
— ¿No los elegí yo a los Doce? Sin embargo, uno de ustedes es un diablo.
- 71
- Se refería a Judas, hijo de Simón Iscariote.
Porque Judas, que era uno de los Doce, lo iba a traicionar.
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