II.— COMIENZO DEL MINISTERIO DE JUAN Y DE JESÚS (3,1—4,13)
Predicación de Juan el Bautista (Mt 3,1-12; Mc 1,1-8; Jn 1,19-28)


1
Corría el año quince del reinado del emperador Tiberio.
Poncio Pilato gobernaba en Judea;
Herodes, en Galilea;
su hermano Filipo, en Iturea y Troconítida, y Lisanias, en Abilene.
2
Y Anás y Caifás eran los sumos sacerdotes.
Fue entonces cuando Dios habló en el desierto a Juan, el hijo de Zacarías.
3
Comenzó Juan a recorrer las tierras ribereñas del Jordán proclamando un bautismo como signo de conversión para recibir el perdón de los pecados.
4
Así estaba escrito en el libro del profeta Isaías:
Se oye una voz;
alguien clama en el desierto:
“¡Preparen el camino del Señor;
abran sendas rectas para él!
5
¡Que se nivelen los barrancos
y se allanen las colinas y las lomas!
¡Que se enderecen los caminos sinuosos
y los ásperos se nivelen,
6
para que todo el mundo contemple
la salvación que Dios envía!”.
7
Decía, pues, Juan a la mucha gente que venía para que la bautizara:
— ¡Hijos de víboras! ¿Quién les ha avisado para que huyan del inminente castigo?
8
Demuestren con hechos su conversión y no anden pensando que son descendientes de Abrahán.
Porque les digo que Dios puede sacar de estas piedras descendientes de Abrahán.
9
Ya está el hacha preparada para cortar de raíz los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego.
10
La gente preguntaba a Juan:
— ¿Qué debemos hacer?
11
Y él les contestaba:
— El que tenga dos túnicas, ceda una al que no tiene ninguna: el que tenga comida, compártala con el que no tiene.
12
Se acercaron también unos recaudadores de impuestos para que los bautizara y le preguntaron:
Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros?
13
Juan les dijo:
— No exijan más tributo del que está establecido.
14
También le preguntaron unos soldados:
— Y nosotros, ¿qué debemos hacer?
Les contestó:
Confórmense con su paga y no hagan extorsión ni chantaje a nadie.
15
Así que la gente estaba expectante y todos se preguntaban en su interior si Juan no sería el Mesías.
16
Tuvo, pues, Juan que declarar públicamente:
— Yo los bautizo con agua, pero viene uno más poderoso que yo.
Yo ni siquiera soy digno de desatar las correas de sus sandalias.
Él los bautizará con Espíritu Santo y fuego.
17
Llega, bieldo en mano, dispuesto a limpiar su era;
guardará el trigo en su granero, mientras que con la paja hará una hoguera que arderá sin fin.
18
Con estos y otros muchos discursos exhortaba Juan a la gente y anunciaba al pueblo la buena noticia.
19
También se encaró con el rey Herodes, reprendiendo su conducta con Herodías, la mujer de su hermano, y todas las demás perversidades que había cometido.
20
Entonces Herodes metió a Juan en la cárcel, con lo que colmó la cuenta de sus crímenes.


El bautismo de Jesús (Mt 3,13-17; Mc 1,9-11)

21
Un día, cuando todo el pueblo se estaba bautizando, también Jesús fue bautizado.
Y mientras oraba, el cielo se abrió
22
y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma corporal, como una paloma.
Y se oyó una voz proveniente del cielo:
— Tú eres mi Hijo amado;
en ti me complazco.


Genealogía de Jesús

23
Al dar comienzo a su ministerio, Jesús tenía unos treinta años, y todos creían que era hijo de José, cuyos ascendientes eran: Helí,
24
Matat, Leví, Melquí, Janay, José,
25
Matatías, Amós, Naún, Eslí, Nagay,
26
Maat, Matatías, Semeín, Josec, Yodá,
27
Joanán, Resá, Zorobabel, Salatiel, Nerí,
28
Meljí, Addí, Kosán, Elmadán, Er,
29
Jesús, Eliezer, Jorín, Matat, Leví,
30
Simeón, Judá, José, Jonán, Eliakín,
31
Meleá, Mená, Matazá, Natán, David,
32
Jesé, Obed, Booz, Salá, Naasón,
33
Aminadab, Admín, Arní, Esrón, Fares, Judá,
34
Jacob, Isaac, Abrahán, Tara, Nacor,
35
Seruc, Ragaú, Fálec, Eber, Salá,
36
Cainán, Arfaxad, Sem, Noé, Lámec,
37
Matusalén, Enoc, Jarad, Maleleel, Cainán,
38
Enós, Set, Adán y Dios.