- II.— COMIENZOS DEL MINISTERIO DE JESÚS (3,1—4,11)
Predicación de Juan el Bautista (Mc 1,2-8; Lc 3,1-9.16-17; Jn 1,23-27)
- 1
- Por aquel tiempo comenzó Juan el Bautista a predicar en el desierto de Judea.
- 2
- Decía:
— Conviértanse, porque ya está cerca el reino de los cielos.
- 3
- A este Juan se había referido el profeta Isaías cuando dijo:
Se oye una voz; alguien clama en el desierto: “¡Preparen el camino del Señor; abran sendas rectas para él!”.
- 4
- Juan iba vestido de pelo de camello, llevaba un cinturón de cuero y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.
- 5
- Acudían a él gentes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la ribera del Jordán.
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- Confesaban sus pecados, y Juan los bautizaba en las aguas del Jordán.
- 7
- Pero al ver que muchos fariseos y saduceos acudían a recibir el bautismo, Juan les decía:
— ¡Hijos de víbora! ¿Quién les ha avisado para que huyan del inminente castigo?
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- Demuestren con hechos su conversión
- 9
- y no se hagan ilusiones pensando que son descendientes de Abrahán.
Porque les digo que Dios puede sacar de estas piedras descendientes de Abrahán.
- 10
- Ya está el hacha preparada para cortar de raíz los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego.
- 11
- Yo los bautizo con agua para que se conviertan;
pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de llevarle las sandalias. Él los bautizará con Espíritu Santo y fuego.
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- Llega, horqueta en mano, dispuesto a limpiar su era;
guardará el trigo en el granero, mientras que con la paja hará una hoguera que arderá sin fin.
Jesús es bautizado (Mc 1,9-11; Lc 3,21-22)
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- Por aquel tiempo llegó Jesús al Jordán procedente de Galilea para que Juan lo bautizara.
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- Pero Juan se resistía diciendo:
— Soy yo quien necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a que yo te bautice?
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- Jesús le contestó:
— ¡Déjalo así por ahora! Es menester que cumplamos lo que Dios ha dispuesto. Entonces Juan consintió.
- 16
- Una vez bautizado, Jesús salió en seguida del agua.
En ese momento se abrieron los cielos y Jesús vio que el Espíritu de Dios descendía como una paloma y se posaba sobre él.
- 17
- Y una voz, proveniente del cielo, decía:
— Este es mi Hijo amado en quien me complazco.
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