- Sermón del monte (5—7)
La auténtica felicidad (Lc 6,20-23)
- 1
- Cuando Jesús vio todo aquel gentío, subió al monte y se sentó.
Se le acercaron sus discípulos,
- 2
- y él se puso a enseñarles, diciendo:
- 3
- — Felices los de espíritu sencillo, porque suyo es el reino de los cielos.
- 4
- Felices los que están tristes, porque Dios mismo los consolará.
- 5
- Felices los humildes, porque Dios les dará en herencia la tierra.
- 6
- Felices los que desean de todo corazón que se cumpla la voluntad de Dios, porque Dios atenderá su deseo.
- 7
- Felices los misericordiosos, porque Dios tendrá misericordia de ellos.
- 8
- Felices los que tienen limpia la conciencia, porque ellos verán a Dios.
- 9
- Felices los que trabajan en favor de la paz, porque Dios los llamará hijos suyos.
- 10
- Felices los que sufren persecución por cumplir la voluntad de Dios, porque suyo es el reino de los cielos.
- 11
- Felices ustedes cuando los insulten y los persigan, y cuando digan falsamente de ustedes toda clase de infamias por ser mis discípulos.
- 12
- ¡Alégrense y estén contentos, porque en el cielo tienen una gran recompensa! ¡Así también fueron perseguidos los profetas que vivieron antes que ustedes!
Sal y luz del mundo (Mc 4,21; 9,50; Lc 8,16; 11,33; 14,34-35)
- 13
- Ustedes son la sal de este mundo.
Pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo seguirá salando? Ya no sirve más que para arrojarla fuera y que la gente la pisotee.
- 14
- Ustedes son la luz del mundo.
Una ciudad situada en lo alto de una montaña no puede ocultarse.
- 15
- Tampoco se enciende una lámpara de aceite y se tapa con una vasija.
Al contrario, se pone en el candelero, de manera que alumbre a todos los que están en la casa.
- 16
- Pues así debe alumbrar la luz de ustedes delante de los demás, para que viendo el bien que hacen alaben a su Padre celestial.
Actitud ante la ley de Moisés
- 17
- No piensen que yo he venido a anular la ley de Moisés o las enseñanzas de los profetas.
No he venido a anularlas, sino a darles su verdadero significado.
- 18
- Y les aseguro que, mientras existan el cielo y la tierra, la ley no perderá ni un punto ni una coma de su valor.
Todo se cumplirá cabalmente.
- 19
- Por eso, aquel que quebrante una de las disposiciones de la ley, aunque sea la menos importante, y enseñe a hacer lo mismo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos.
En cambio, el que las cumpla y enseñe a otros a cumplirlas, ese será considerado grande en el reino de los cielos.
- 20
- Y les digo esto: Si ustedes no cumplen la voluntad de Dios mejor que los maestros de la ley y que los fariseos, no entrarán en el reino de los cielos.
Sobre la ofensa y la reconciliación (Lc 12,57-59)
- 21
- Ya saben que se dijo a los antepasados: No mates;
el que mate, será llevado a juicio.
- 22
- Pero yo les digo: El que se enemiste con su hermano, será llevado a juicio;
el que lo insulte será llevado ante el Consejo Supremo, y el que lo injurie gravemente se hará merecedor del fuego de la gehena.
- 23
- Por tanto, si en el momento de ir a presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene algo en contra de ti,
- 24
- deja tu ofrenda allí mismo delante del altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano.
Luego regresa y presenta tu ofrenda.
- 25
- Ponte de acuerdo con tu adversario sin demora mientras estás a tiempo de hacerlo, no sea que tu adversario te entregue al juez, y el juez a los guardias, y vayas a dar con tus huesos en la cárcel.
- 26
- Te aseguro que no saldrás de allí hasta que pagues el último céntimo de tu deuda.
Sobre el adulterio y las ocasiones de pecado (Mc 9,43.47)
- 27
- Ustedes saben que se dijo: No cometas adulterio.
- 28
- Pero yo les digo: El que mira con malos deseos a la mujer de otro, ya está adulterando con ella en el fondo de su corazón.
- 29
- Así que, si tu ojo derecho es para ti ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo lejos de ti.
Más te vale perder una parte del cuerpo que ser arrojado entero a la gehena.
- 30
- Y si tu mano derecha es para ti ocasión de pecado, córtatela y arrójala lejos de ti.
Más te vale perder una parte del cuerpo que ser arrojado entero a la gehena.
Sobre el divorcio (Mc 10,4.11-12; Lc 16,18)
- 31
- También se dijo: El que se separe de su mujer, debe darle un acta de divorcio.
- 32
- Pero yo les digo que todo aquel que se separa de su mujer (salvo en caso de inmoralidad sexual), la pone en peligro de cometer adulterio.
Y el que se casa con una mujer separada también comete adulterio.
Sobre el juramento
- 33
- Ustedes saben, así mismo, que se dijo a nuestros antepasados: No jures en falso, sino cumple lo que prometiste al Señor con juramento.
- 34
- Pero yo les digo: No jures en manera alguna.
No jures por el cielo, porque es el trono de Dios;
- 35
- ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies;
ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
- 36
- Ni siquiera jures por tu propia cabeza, porque no está en tu mano hacer blanco o negro ni uno solo de tus cabellos.
- 37
- Digan simplemente: “sí” o “no”;
todo lo que se diga de más, procede del maligno.
Sobre la venganza (Lc 6,28-29)
- 38
- Ustedes saben que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
- 39
- Pero yo les digo: No recurran a la violencia contra el que les haga daño.
Al contrario, si alguno te abofetea en una mejilla, preséntale también la otra.
- 40
- Y al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica, cédele el manto.
- 41
- Y si alguno te fuerza a llevar una carga a lo largo de una milla, llévasela durante dos.
- 42
- A quien te pida algo, dáselo;
y a quien te ruegue que le hagas un préstamo, no le vuelvas la espalda.
El amor a los enemigos (Lc 6,27-28.32-36)
- 43
- Saben que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.
- 44
- Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen.
- 45
- Así serán verdaderamente hijos del Padre que está en los cielos, pues él hace que el sol salga sobre malos y buenos y envía la lluvia sobre justos e injustos.
- 46
- Porque si solamente aman a los que los aman, ¿qué recompensa pueden esperar? ¡Eso lo hacen también los recaudadores de impuestos!
- 47
- Y si saludan únicamente a los que los tratan bien, ¿qué hacen de extraordinario? ¡Eso lo hacen también los paganos!
- 48
- Ustedes tienen que ser perfectos, como es perfecto el Padre celestial.
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