- Queja en Taberá
- 1
- El pueblo se quejó con acritud ante el Señor.
El Señor lo oyó y, ardiendo en cólera, encendió contra ellos su fuego que devoró uno de los flancos del campamento.
- 2
- Entonces el pueblo clamó a Moisés que oró al Señor, y el fuego se extinguió.
- 3
- Y ese lugar se llamó Taberá porque el fuego del Señor se encendió contra ellos.
- 4
- La gente extraña que se había mezclado con los israelitas sintió ansia de comer, y los propios israelitas lloraban diciendo:
— ¿Quién nos proporcionará carne para comer?
- 5
- ¡Cómo nos acordamos del pescado que comíamos gratis en Egipto, así como de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos!
- 6
- Pero ahora nuestras gargantas están secas, pues sólo disponemos de este maná.
- 7
- El maná era como semilla de cilantro, y su color como color de bedelio.
- 8
- El pueblo se diseminaba para recogerlo y lo molía en molinos o lo machacaba en morteros;
luego lo cocía en caldera y hacía tortas con él. Su sabor era como el de una torta de aceite.
- 9
- Cuando por la noche descendía el rocío sobre el campamento, también el maná descendía sobre él.
- 10
- Moisés oyó cómo los componentes de las distintas familias del pueblo se lamentaban, cada uno a la puerta de su tienda.
Esto provocó el estallido de la cólera del Señor, cosa que disgustó mucho a Moisés
- 11
- hasta el punto de decir al Señor:
— ¿Por qué tratas tan mal a tu siervo? ¿Por qué me has retirado tu favor y has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?
- 12
- ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Acaso engendré yo a este pueblo o lo di a luz para que me digas: “Llévalo en tu regazo —como hace la nodriza con el niño de pecho— a la tierra que prometiste con juramento a sus antepasados”?
- 13
- Porque ¿dónde conseguiré carne para dar de comer a todo este pueblo? Y es que vienen a mí con lamentos y me exigen: “¡Danos carne para comer!”.
- 14
- Yo solo no puedo cargar con todo este pueblo, porque es demasiado pesado para mí.
- 15
- Si me vas a tratar así, prefiero que me mates;
pero si aún gozo de tu favor, no prolongues, por favor, mi desventura.
- 16
- El Señor contestó a Moisés:
— Reúneme setenta hombres de los principales de Israel, de los que tengas constancia que son líderes y maestros del pueblo; tráelos a la entrada de la Tienda del encuentro y ponlos junto a ti.
- 17
- Yo descenderé y hablaré allí contigo;
tomaré parte del espíritu que hay en ti y se lo infundiré a ellos; así compartirán contigo la carga del pueblo y no tendrás que llevarla tú solo.
- 18
- Y al pueblo le dirás: “Purifíquense para mañana pues van a comer carne.
Sus quejas han llegado a oídos del Señor cuando decían: ‘¡Quién nos diera carne para comer! ¡Ciertamente nos iba mejor en Egipto!’. Pues bien, el Señor les dará carne, y comerán.
- 19
- No comerán un día, ni dos, ni cinco, ni diez, ni veinte,
- 20
- sino durante un mes entero, hasta que les salga por las narices, y la aborrezcan;
así será por cuanto rechazaron al Señor que está en medio de ustedes al quejarse ante él, diciendo: ‘¿Para qué habremos salimos de Egipto?’”.
- 21
- Entonces dijo Moisés:
— El pueblo en medio del cual estoy suma seiscientos mil hombres de a pie y sin embargo tú dices: ¡Les daré suficiente carne para comer durante un mes entero!
- 22
- ¿Acaso hay suficientes ovejas y bueyes que puedan ser degollados? ¿Es posible juntar para ellos todos los peces del mar para que tengan bastante?
- 23
- El Señor respondió a Moisés:
— ¿Es que tiene un límite el poder del Señor? Enseguida verás si lo que te he dicho se cumple o no.
- 24
- Moisés salió y comunicó al pueblo las palabras del Señor.
Luego reunió a setenta hombres de los ancianos del pueblo y los hizo situarse alrededor de la Tienda.
- 25
- Acto seguido el Señor descendió en la nube y le habló;
tomó luego parte del espíritu que poseía Moisés y se lo infundió a los setenta ancianos. Y cuando el espíritu entró en ellos, se pusieron a hablar como profetas, cosa que no volvió a repetirse.
- 26
- Dos hombres, uno llamado Eldad y el otro Medad, que habían permanecido en el campamento, se vieron también invadidos por el espíritu;
estaban entre los elegidos, pero no habían acudido a la Tienda, a pesar de lo cual comenzaron a hablar como profetas en el campamento.
- 27
- Un joven corrió y dio aviso a Moisés, diciendo:
— Eldad y Medad están actuando como profetas en el campamento.
- 28
- Entonces Josué, hijo de Nun y ayudante de Moisés desde su juventud, intervino diciendo:
— Señor mío Moisés, ¡detenlos!
- 29
- Pero Moisés le respondió:
— ¿Estás celoso por mí? Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y el Señor les infundiera su espíritu.
- 30
- Dicho esto, Moisés regresó al campamento junto con los ancianos de Israel.
Las codornices
- 31
- El Señor levantó un viento que trajo bandadas de codornices desde la región marítima, y las arrojó junto al campamento, aleteando a un metro del suelo en un radio de una jornada de camino.
- 32
- El pueblo se dedicó a recoger codornices todo aquel día, toda la noche y todo el día siguiente.
El que menos codornices recogió, lo hizo en una gran cantidad y las tendieron alrededor del campamento.
- 33
- Aún tenían la carne entre los dientes, sin acabar de masticarla, cuando la cólera del Señor estalló contra el pueblo y lo hirió el Señor con una terrible plaga.
- 34
- El lugar se llamó Kibrot-Hatavá, por cuanto allí fueron sepultados los culpables de glotonería.
- 35
- Luego el pueblo partió de Kibrot-Hatavá hacia Jaserot.
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