- El río de agua viva
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- El ángel me enseñó también un río de agua viva, transparente como el cristal, que manaba del trono de Dios y del Cordero.
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- En medio de la plaza de la ciudad, a una y otra orilla del río, crecía un árbol de vida que daba doce cosechas, a cosecha por mes, y sus hojas servían de medicina a las naciones.
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- Allí no habrá ya nada maldito.
Será la ciudad del trono de Dios y del Cordero, donde sus servidores le rendirán culto,
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- contemplarán su rostro y llevarán su nombre grabado en la frente.
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- Una ciudad sin noches y sin necesidad de antorchas ni de sol, porque el Señor Dios será la luz que alumbre a sus habitantes, los cuales reinarán por siempre.
Epílogo (22,6-21) Estoy a punto de llegar
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- El ángel me dijo:
— Palabras verdaderas y dignas de crédito son estas. El Señor, el Dios que inspiró a los profetas, ha enviado a su ángel para que comunique a sus servidores lo que va a suceder de un momento a otro.
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- Mira que estoy a punto de llegar.
¡Dichoso quien preste atención al mensaje profético de este libro!
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- Yo, Juan, vi y oí todo esto.
Y cuando terminé de oírlo y de verlo, me postré a los pies del ángel que me lo enseñaba, con intención de adorarlo.
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- Pero él me dijo:
— ¿Qué haces? Yo soy un simple servidor como tú y tus hermanos los profetas, como todos los que prestan atención al mensaje de este libro. A Dios debes adorar.
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- Y añadió:
— No mantengas en secreto el mensaje profético de este libro, pues la hora definitiva está al caer.
- 11
- Ya casi da igual que el pecador siga pecando, que el manchado se manche aún más, que el bueno se haga mejor y que el consagrado a Dios se entregue aún más a él.
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- Estoy a punto de llegar y voy a recompensar a cada uno conforme a su conducta.
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- Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin.
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- ¡Dichosos los que han decidido lavar sus vestiduras para tener acceso al árbol de la vida y poder entrar en la ciudad a través de sus puertas!
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- ¡Fuera, en cambio, los depravados, los hechiceros, los lujuriosos, los asesinos, los idólatras y todos cuantos hacen de la mentira el programa de su vida!
Advertencia y anhelo final
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- Yo, Jesús, he enviado a mi ángel a cada una de las iglesias para que sea testigo de todos estos acontecimientos.
Yo que soy vástago y estirpe de David y astro radiante de la mañana.
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- El Espíritu y la Esposa claman:
— ¡Ven! Y el que escucha, diga: — ¡Ven! Que venga también el sediento y, si lo desea, se le dará gratis agua de vida.
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- A todo el que escuche el mensaje profético de este libro, solemnemente le advierto: Si añade algo, Dios hará caer sobre él las calamidades consignadas en este libro.
- 19
- Si suprime algo del mensaje profético del libro, Dios lo desgajará del árbol de la vida y lo excluirá de la ciudad santa descritos en este libro.
- 20
- El que da fe de todo esto proclama:
— Sí, estoy a punto de llegar. ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!
- 21
- Que la gracia de Jesús, el Señor, esté con todos.
Amén.
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