- Noveno discurso de Job
- 1
- Job, retomando la palabra, dijo:
- 2
- «Juro por Dios, el *Todopoderoso,
quien se niega a hacerme *justicia, quien me ha amargado el ánimo,
- 3
- que mientras haya vida en mí
y aliento divino en mi nariz,
- 4
- mis labios no pronunciarán maldad alguna,
ni mi lengua proferirá mentiras.
- 5
- Jamás podré admitir que ustedes tengan la razón;
mientras viva, insistiré en mi integridad.
- 6
- Insistiré en mi inocencia;
no cederé. Mientras viva, no me remorderá la conciencia.
- 7
- »¡Que terminen mis enemigos como los malvados
y mis adversarios como los injustos!
- 8
- ¿Qué esperanza tienen los impíos
cuando son eliminados, cuando Dios les quita la vida?
- 9
- ¿Escucha Dios su clamor
cuando les sobreviene la angustia?
- 10
- ¿Acaso se deleitan en el Todopoderoso,
o claman a Dios en todo tiempo?
- 11
- »¡Yo les voy a mostrar algo del poder de Dios!
¡No les voy a ocultar los planes del Todopoderoso!
- 12
- Si ustedes mismos han visto todo esto,
¿a qué viene tanta palabrería?»
Tercer discurso de Zofar
- 13
- «Ésta es la herencia que Dios
tiene reservada para los malvados; ésta es la herencia que los desalmados recibirán del *Todopoderoso:
- 14
- No importa cuántos hijos tengan,
la espada los aguarda; jamás sus pequeños comerán hasta saciarse.
- 15
- La muerte sepultará a quienes les sobrevivan;
sus viudas no llorarán por ellos.
- 16
- Y aunque amontonen plata como polvo,
y apilen vestidos como arcilla,
- 17
- será el justo quien se ponga esos vestidos,
y el inocente quien reparta esa plata.
- 18
- Las casas que construyen parecen larvas de polilla,
parecen cobertizo de vigilancia.
- 19
- Se acuestan siendo ricos, pero por última vez:
cuando despiertan, sus riquezas se han esfumado.
- 20
- Les sobreviene un diluvio de terrores;
la tempestad los arrebata por la noche.
- 21
- El viento del este se los lleva, y desaparecen;
los arranca del lugar donde viven.
- 22
- Se lanza contra ellos sin clemencia,
mientras ellos tratan de huir de su poder.
- 23
- Agita las manos y aplaude burlón;
entre silbidos, los arranca de su lugar.»
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