- El castigo a los ricos opresores
- 1
- ¡Ay de los que sólo piensan en el mal,
y aun acostados hacen planes malvados! En cuanto amanece, los llevan a cabo porque tienen el poder en sus manos.
- 2
- Codician campos, y se apropian de ellos;
casas, y de ellas se adueñan. Oprimen al varón y a su familia, al hombre y a su propiedad.
- 3
- Por tanto, así dice el Señor:
«Ahora soy yo el que piensa traer sobre ellos una desgracia, de la que no podrán escapar. Ya no andarán erguidos, porque ha llegado la hora de su desgracia.
- 4
- En aquel día se les hará burla,
y se les cantará este lamento: “¡Estamos perdidos! Se están repartiendo los campos de mi pueblo. ¡Cómo me los arrebatan! Nuestra tierra se la reparten los traidores.” »
- 5
- Por eso no tendrán en la asamblea del Señor
a nadie que reparta la tierra.
Falsos profetas
- 6
- Estos profetas me dicen:
«¡Deja ya de profetizarnos! ¡No nos vengas con que el oprobio nos alcanzará!»
- 7
- Los descendientes de Jacob declaran:
«¿Acaso ha perdido el Señor la paciencia? ¿Es ésta su manera de actuar? ¿Acaso no hacen bien sus palabras? ¿Acaso no caminamos con el Justo?»
- 8
- Ayer ustedes eran mi pueblo,
pero hoy se han vuelto mis enemigos. A los que pasan confiados, a los que vuelven de la guerra, los despojan de su manto.
- 9
- A las mujeres de mi pueblo
las echan de sus preciadas casas, y a sus niños los despojan para siempre del honor que les di.
- 10
- ¡Levántense! ¡Pónganse en marcha,
que éste no es un lugar de reposo! ¡Está *contaminado, destruido sin remedio!
- 11
- Si con la intención de mentirles,
llega algún embustero y les dice: «Yo les anuncio vino y cerveza», este pueblo lo verá como un profeta.
Promesa de liberación
- 12
- Te aseguro, Jacob,
que yo reuniré a todo tu pueblo. Te aseguro, Israel, que yo juntaré a tu remanente. Los congregaré como a rebaño en el aprisco, como a ovejas que, en medio del pastizal, balan huyendo de la gente.
- 13
- El que abre brecha marchará al frente,
y también ellos se abrirán camino; atravesarán la puerta y se irán, mientras su rey avanza al frente, mientras el Señor va a la cabeza.
|