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- Y añadió:
—Les aseguro que algunos de los aquí presentes no sufrirán la muerte sin antes haber visto el reino de Dios llegar con poder.
La transfiguración
- 2
- Seis días después Jesús tomó consigo a Pedro, a *Jacobo y a Juan, y los llevó a una montaña alta, donde estaban solos.
Allí se transfiguró en presencia de ellos.
- 3
- Su ropa se volvió de un blanco resplandeciente como nadie en el mundo podría blanquearla.
- 4
- Y se les aparecieron Elías y Moisés, los cuales conversaban con Jesús.
Tomando la palabra,
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- Pedro le dijo a Jesús:
—Rabí, ¡qué bien que estemos aquí! Podemos levantar tres albergues: uno para ti, otro para Moisés y otro para Elías.
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- No sabía qué decir, porque todos estaban asustados.
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- Entonces apareció una nube que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Éste es mi Hijo amado.
¡Escúchenlo!»
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- De repente, cuando miraron a su alrededor, ya no vieron a nadie más que a Jesús.
- 9
- Mientras bajaban de la montaña, Jesús les ordenó que no contaran a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre se *levantara de entre los muertos.
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- Guardaron el secreto, pero discutían entre ellos qué significaría eso de «levantarse de entre los muertos».
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- —¿Por qué dicen los *maestros de la ley que Elías tiene que venir primero? —le preguntaron.
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- —Sin duda Elías ha de venir primero para restaurar todas las cosas —respondió Jesús—.
Pero entonces, ¿cómo es que está escrito que el Hijo del hombre tiene que sufrir mucho y ser rechazado?
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- Pues bien, les digo que Elías ya ha venido, y le hicieron todo lo que quisieron, tal como está escrito de él.
Jesús sana a un muchacho endemoniado
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- Cuando llegaron adonde estaban los otros discípulos, vieron que a su alrededor había mucha gente y que los *maestros de la ley discutían con ellos.
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- Tan pronto como la gente vio a Jesús, todos se sorprendieron y corrieron a saludarlo.
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- —¿Qué están discutiendo con ellos? —les preguntó.
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- —Maestro —respondió un hombre de entre la multitud—, te he traído a mi hijo, pues está poseído por un espíritu que le ha quitado el habla.
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- Cada vez que se apodera de él, lo derriba.
Echa espumarajos, cruje los dientes y se queda rígido. Les pedí a tus discípulos que expulsaran al espíritu, pero no lo lograron.
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- —¡Ah, generación incrédula! —respondió Jesús—.
¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho.
- 20
- Así que se lo llevaron.
Tan pronto como vio a Jesús, el espíritu sacudió de tal modo al muchacho que éste cayó al suelo y comenzó a revolcarse echando espumarajos.
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- —¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto? —le preguntó Jesús al padre.
—Desde que era niño —contestó—.
- 22
- Muchas veces lo ha echado al fuego y al agua para matarlo.
Si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos.
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- —¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible.
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- —¡Sí creo! —exclamó de inmediato el padre del muchacho—.
¡Ayúdame en mi poca fe!
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- Al ver Jesús que se agolpaba mucha gente, reprendió al *espíritu maligno.
—Espíritu sordo y mudo —dijo—, te mando que salgas y que jamás vuelvas a entrar en él.
- 26
- El espíritu, dando un alarido y sacudiendo violentamente al muchacho, salió de él.
Éste quedó como muerto, tanto que muchos decían: «Ya se murió.»
- 27
- Pero Jesús lo tomó de la mano y lo levantó, y el muchacho se puso de pie.
- 28
- Cuando Jesús entró en casa, sus discípulos le preguntaron en privado:
—¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?
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- —Esta clase de demonios sólo puede ser expulsada a fuerza de oración —respondió Jesús.
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- Dejaron aquel lugar y pasaron por Galilea.
Pero Jesús no quería que nadie lo supiera,
- 31
- porque estaba instruyendo a sus discípulos.
Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres. Lo matarán, y a los tres días de muerto resucitará.»
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- Pero ellos no entendían lo que quería decir con esto, y no se atrevían a preguntárselo.
¿Quién es el más importante?
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- Llegaron a Capernaúm.
Cuando ya estaba en casa, Jesús les preguntó: —¿Qué venían discutiendo por el camino?
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- Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido entre sí quién era el más importante.
- 35
- Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo:
—Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.
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- Luego tomó a un niño y lo puso en medio de ellos.
Abrazándolo, les dijo:
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- —El que recibe en mi nombre a uno de estos niños, me recibe a mí;
y el que me recibe a mí, no me recibe a mí sino al que me envió.
El que no está contra nosotros está a favor de nosotros
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- —Maestro —dijo Juan—, vimos a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo impedimos porque no es de los nuestros.
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- —No se lo impidan —replicó Jesús—.
Nadie que haga un milagro en mi nombre puede a la vez hablar mal de mí.
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- El que no está contra nosotros está a favor de nosotros.
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- Les aseguro que cualquiera que les dé un vaso de agua en mi nombre por ser ustedes de *Cristo no perderá su recompensa.
El hacer pecar
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- »Pero si alguien hace *pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar.
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- Si tu mano te hace pecar, córtatela.
Más te vale entrar en la vida manco, que ir con las dos manos al infierno, donde el fuego nunca se apaga.
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- Y si tu pie te hace pecar, córtatelo.
Más te vale entrar en la vida cojo, que ser arrojado con los dos pies al infierno.
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- Y si tu ojo te hace pecar, sácatelo.
Más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser arrojado con los dos ojos al infierno,
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- donde
»“su gusano no muere, y el fuego no se apaga”.
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- La sal con que todos serán sazonados es el fuego.
- 50
- »La sal es buena, pero si deja de ser salada, ¿cómo le pueden volver a dar sabor? Que no falte la sal entre ustedes, para que puedan vivir en paz unos con otros.
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