- Exhortación al Arrepentimiento
- 1
- Oigan esta palabra que yo pronuncio como lamentación sobre ustedes, casa de Israel.
- 2
- Ha caído, no volverá a levantarse
La virgen de Israel. Abandonada yace en su tierra, No hay quien la levante.
- 3
- Porque así dice el Señor Dios:
“La ciudad que sale con mil, Se quedará con cien; Y la que sale con cien, Se quedará con diez en la casa de Israel.”
- 4
- Porque así dice el Señor a la casa de Israel:
“Búsquenme, y vivirán.
- 5
- Pero no busquen a Betel (Casa de Dios),
Ni vayan a Gilgal, Ni pasen a Beerseba; Porque ciertamente Gilgal será llevada cautiva, Y Betel caerá en desgracia.
- 6
- Busquen al Señor y vivirán,
No sea que El les caiga como fuego, oh casa de José, Y consuma a Betel sin que haya quien lo apague;
- 7
- Consuma a los que convierten el juicio en ajenjo
Y echan por tierra la justicia.”
- 8
- El que hizo las Pléyades y el Orión,
Cambia las densas tinieblas en aurora, Y hace oscurecer el día en noche; El que llama a las aguas del mar, Y las derrama sobre la superficie de la tierra: El Señor es Su nombre.
- 9
- El es quien desencadena destrucción sobre el fuerte,
Y hace que la ruina venga sobre la fortaleza.
- 10
- Ellos odian en la puerta (de la ciudad) al que reprende,
Y aborrecen al que habla con integridad.
- 11
- Por tanto, ya que imponen fuertes impuestos sobre el pobre
Y exigen de él tributo de grano, Las casas de piedra labrada que han edificado, No las habitarán; Han plantado viñas escogidas, pero no beberán su vino.
- 12
- Pues yo sé que muchas son sus transgresiones y graves sus pecados:
Oprimen al justo, aceptan soborno Y rechazan a los pobres en la puerta (de la ciudad).
- 13
- Por tanto, el prudente se calla en ese tiempo, pues es tiempo malo.
- 14
- Busquen lo bueno y no lo malo, para que vivan;
Y así sea con ustedes el Señor, Dios de los ejércitos. ¡Tal como han dicho!
- 15
- Aborrezcan el mal, amen el bien,
Y establezcan la justicia (el derecho) en la puerta (de la ciudad). Tal vez el Señor, Dios de los ejércitos, Sea misericordioso con el remanente de José.
- 16
- Por tanto, así dice el Señor, el Señor Dios de los ejércitos:
“En todas las plazas hay llanto, Y en todas las calles dicen: ‘¡Ay! ¡Ay!’ Llaman a duelo al labrador, Y a lamentación a los llorones profesionales.
- 17
- En todas las viñas habrá llanto,
Porque pasaré por en medio de ti,” dice el Señor.
- 18
- ¡Ay de los que ansían el día del Señor!
¿De qué les servirá el día del Señor? Será tinieblas, y no luz;
- 19
- Como cuando uno huye de un león,
Y se encuentra con un oso, O va a casa, apoya la mano en la pared, Y lo muerde una culebra.
- 20
- ¿No será tinieblas el día del Señor, y no luz,
Oscuridad, y no resplandor?
- 21
- “Aborrezco, desprecio sus fiestas,
Tampoco Me agradan sus asambleas solemnes.
- 22
- Aunque ustedes Me ofrezcan holocaustos y sus ofrendas de grano,
No los aceptaré; Ni miraré a las ofrendas de paz de sus animales cebados.
- 23
- Aparten de Mí el ruido de sus cánticos,
Pues no escucharé ni siquiera la música de sus arpas.
- 24
- Pero corra el juicio como las aguas
Y la justicia como una corriente inagotable.
- 25
- “¿Acaso Me ofrecieron sacrificios y ofrendas de cereal por cuarenta años en el desierto, oh casa de Israel?
- 26
- Más bien, llevaron a Sicut, su rey, y a Quiyún, sus ídolos, la estrella de sus dioses que ustedes se hicieron.
- 27
- Yo los haré, pues, deportar más allá de Damasco,” dice el Señor, cuyo nombre es Dios de los ejércitos.
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