1
¡Ah, si tú fueras como mi hermano,
Amamantado a los pechos de mi madre!
Si te encontrara afuera, te besaría,
Y no me despreciarían.
2
Te llevaría y te introduciría
En la casa de mi madre, que me enseñaba;
Te daría a beber vino sazonado del zumo de mis granadas.
3
Que esté su izquierda bajo mi cabeza
Y su derecha me abrace.”


EL ESPOSO:

4
Quiero que juren, oh hijas de Jerusalén;
Que no despertarán ni levantarán a mi amor,
Hasta que quiera.”


EL CORO:

5
“¿Quién es ésta que sube del desierto,
Recostada sobre su amado?”


EL ESPOSO:

Debajo del manzano te desperté;
Allí tu madre tuvo dolores de parto por ti,
Allí tuvo dolores de parto, y te dio a luz.”


LA ESPOSA:

6
Ponme como un sello sobre tu corazón,
Como un sello sobre tu brazo,
Porque fuerte como la muerte es el amor,
Inexorables como el Seol, los celos;
Sus destellos, son destellos de fuego,
La llama misma del Señor.
7
Las muchas aguas no podrán extinguir el amor,
Ni los ríos lo apagarán.
Si el hombre diera todos los bienes de su casa por amor,
Sólo lograría desprecio.”


EL CORO:

8
Tenemos una hermana pequeña,
Y todavía no tiene pechos;
¿Qué haremos por nuestra hermana
El día en que sea pedida?
9
Si ella es una muralla,
Edificaremos sobre ella un baluarte de plata;
Pero si es una puerta,
La reforzaremos con tablas de cedro.”


LA ESPOSA:

10
“Yo soy una muralla, y mis pechos como torres,
Entonces fui a sus ojos como quien halla la paz.
11
Salomón tenía una viña en Baal Hamón,
Confió la viña a los guardas;
Cada uno debía traer por su fruto mil siclos (11.4 kilos) de plata.
12
Mi viña, que es mía, está a mi disposición;
Los mil siclos son para ti, Salomón,
Y doscientos, para los que guardan su fruto.”


EL ESPOSO:

13
“Oh tú, que moras en los huertos,
Mis compañeros están atentos a tu voz;
Déjame que la oiga.”


LA ESPOSA:

14
Apresúrate, amado mío,
Y sé como una gacela o un cervatillo
Sobre los montes de los aromas.”