- Liberación de las deudas
- 1
- »Al final de cada séptimo año, tienes que anular las deudas de todos los que te deban dinero.
- 2
- Lo harás de la siguiente manera: cada uno anulará los préstamos que le haya hecho a otro hermano israelita;
nadie exigirá ningún pago de sus vecinos ni de sus parientes, porque habrá llegado el tiempo del Señor para la liberación de las deudas.
- 3
- Sin embargo, esa liberación solo sirve para tus hermanos israelitas, pero no para los extranjeros que vivan en medio de ti.
- 4
- »No deberá haber pobres en medio de ti, porque el Señor tu Dios te bendecirá en abundancia en la tierra que te da como preciada posesión.
- 5
- Recibirás esa bendición si te aseguras de obedecer los mandatos del Señor tu Dios que te entrego hoy.
- 6
- El Señor tu Dios te bendecirá tal como lo prometió.
Prestarás dinero a muchas naciones pero nunca tendrás necesidad de pedirles prestado. Tú gobernarás a muchas naciones, pero ellas no te gobernarán a ti.
- 7
- »Pero si hubiera israelitas pobres en tus ciudades cuando llegues a la tierra que el Señor tu Dios te da, no seas insensible ni tacaño con ellos.
- 8
- En cambio, sé generoso y préstales lo que necesiten.
- 9
- No seas mezquino ni le niegues un préstamo a alguien por el hecho de que se acerca el año para anular las deudas.
Si te niegas a dar el préstamo, y la persona con necesidad clama al Señor, serás culpable de pecado.
- 10
- Da al pobre con generosidad, no de mala gana, porque el Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas.
- 11
- Siempre habrá algunos que serán pobres en tu tierra, por eso te ordeno que compartas tus bienes generosamente con ellos y también con otros israelitas que pasen necesidad.
Liberación para los esclavos hebreos
- 12
- »Si tu hermano hebreo, hombre o mujer, se vende a ti como siervo y te sirve por seis años, al séptimo año deberás dejarlo en libertad.
- 13
- »Cuando liberes a un siervo varón, no lo despidas con las manos vacías.
- 14
- Sé generoso con él y regálale como despedida algo de tus rebaños, de tus granos y de tus vinos.
Dale parte de la abundante riqueza con la que el Señor tu Dios te haya bendecido.
- 15
- ¡Recuerda que una vez tú fuiste esclavo en la tierra de Egipto y que el Señor tu Dios te liberó! Por esa razón, te doy este mandato.
- 16
- »Pero supongamos que tu siervo dice: “No te dejaré”, porque se ha encariñado contigo y con tu familia, y le ha ido bien en tu casa.
- 17
- En ese caso, toma un punzón y perfórale el lóbulo de la oreja contra la puerta.
Entonces será tu siervo por el resto de su vida. Haz lo mismo con tus siervas.
- 18
- »No pienses que liberar a tus siervos es una gran pérdida.
Recuerda que, durante seis años, te brindaron un servicio que vale el doble del salario de un obrero contratado, y el Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas.
Sacrificio de los machos de las primeras crías
- 19
- »Tienes que separar para el Señor tu Dios los primeros machos que nazcan de las crías de tus rebaños y manadas.
No uses la primera cría de tu manada para trabajar el campo ni trasquiles la primera cría de tu rebaño.
- 20
- En cambio, te comerás esos animales con tu familia cada año en la presencia del Señor tu Dios, en el lugar que él elija.
- 21
- Sin embargo, si la primera cría tiene algún defecto —si es ciego, cojo o con otra anormalidad— no deberás ofrecerla en sacrificio al Señor tu Dios.
- 22
- Más bien, úsala como alimento para tu familia en la ciudad donde vives.
Cualquier persona, esté o no ceremonialmente pura, puede comer de ese animal, tal como cualquiera puede comer de una gacela o de un ciervo.
- 23
- Pero por ninguna razón consumas la sangre.
Deberás derramarla sobre la tierra como si fuera agua.
|