- 1
- No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador.
Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: «La vida ya no es agradable».
- 2
- Acuérdate de él antes de que la luz del sol, de la luna y de las estrellas se vuelva tenue a tus ojos viejos, y las nubes negras oscurezcan para siempre tu cielo.
- 3
- Acuérdate de él antes de que tus piernas —guardianas de tu casa— empiecen a temblar, y tus hombros —los guerreros fuertes— se encorven.
Acuérdate de él antes de que tus dientes —esos pocos sirvientes que te quedan— dejen de moler, y tus pupilas —las que miran por las ventanas— ya no vean con claridad.
- 4
- Acuérdate de él antes de que la puerta de las oportunidades de la vida se cierre y disminuya el sonido de la actividad diaria.
Ahora te levantas con el primer canto de los pájaros, pero un día todos esos trinos apenas serán perceptibles.
- 5
- Acuérdate de él antes de que tengas miedo de caerte y te preocupes de los peligros de la calle;
antes de que el cabello se te ponga blanco como un almendro en flor y arrastres los pies sin energía como un saltamontes moribundo, y la alcaparra ya no estimule el deseo sexual. Acuérdate de él antes de que te falte poco para llegar a la tumba —tu hogar eterno— donde los que lamentan tu muerte llorarán en tu entierro.
- 6
- Sí, acuérdate de tu Creador ahora que eres joven, antes de que se rompa el cordón de plata de la vida y se quiebre la vasija de oro.
No esperes hasta que la jarra de agua se haga pedazos contra la fuente y la polea se rompa en el pozo.
- 7
- Pues ese día el polvo volverá a la tierra, y el espíritu regresará a Dios, que fue quien lo dio.
Reflexiones finales acerca del Maestro
- 8
- «Nada tiene sentido —dice el Maestro—, ningún sentido en absoluto».
- 9
- Ten en cuenta lo siguiente: el Maestro fue considerado sabio y le enseñó a la gente todo lo que sabía.
Escuchó con atención muchos proverbios, los estudió y los clasificó.
- 10
- El Maestro se esmeró por encontrar las palabras correctas para expresar las verdades con claridad.
- 11
- Las palabras de los sabios son como el aguijón para el ganado: dolorosas pero necesarias.
El conjunto de sus dichos es como la vara con clavos que usa el pastor para guiar a sus ovejas.
- 12
- Pero ahora, hijo mío, déjame darte un consejo más: ten cuidado, porque escribir libros es algo que nunca termina y estudiar mucho te agota.
- 13
- Aquí culmina el relato.
Mi conclusión final es la siguiente: teme a Dios y obedece sus mandatos, porque ese es el deber que tenemos todos.
- 14
- Dios nos juzgará por cada cosa que hagamos, incluso lo que hayamos hecho en secreto, sea bueno o sea malo.
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