- Precauciones al acercarse a Dios
- 1
- Cuando entres en la casa de Dios, abre los oídos y cierra la boca.
El que presenta ofrendas a Dios sin pensar hace mal.
- 2
- No hagas promesas a la ligera y no te apresures a presentar tus asuntos delante de Dios.
Después de todo, Dios está en el cielo, y tú estás aquí en la tierra. Por lo tanto, que sean pocas tus palabras.
- 3
- Demasiada actividad trae pesadillas;
demasiadas palabras te hacen necio.
- 4
- Cuando le hagas una promesa a Dios, no tardes en cumplirla, porque a Dios no le agradan los necios.
Cumple todas las promesas que le hagas.
- 5
- Es mejor no decir nada que hacer promesas y no cumplirlas.
- 6
- No dejes que tu boca te haga pecar, y no te defiendas ante el mensajero del templo al decir que la promesa que hiciste fue un error.
Esa actitud enojaría a Dios y quizá destruya todo lo que has logrado.
- 7
- Hablar no cuesta nada, es como soñar despierto y tantas otras actividades inútiles.
Tú, en cambio, teme a Dios.
La inutilidad de las riquezas
- 8
- No te sorprendas si ves que un poderoso oprime a un pobre o que no se hace justicia en toda la tierra.
Pues todo funcionario está bajo las órdenes de otro superior a él, y la justicia se pierde entre trámites y burocracia.
- 9
- ¡Hasta el rey saca todo lo que puede de la tierra para su propio beneficio!
- 10
- Los que aman el dinero nunca tendrán suficiente.
¡Qué absurdo es pensar que las riquezas traen verdadera felicidad!
- 11
- Cuanto más tengas, más se te acercará la gente para ayudarte a gastarlo.
Por lo tanto, ¿de qué sirven las riquezas? ¡Quizás solo para ver cómo se escapan de las manos!
- 12
- La gente trabajadora siempre duerme bien, coma mucho o coma poco;
pero los ricos rara vez tienen una buena noche de descanso.
- 13
- He notado otro gran problema bajo el sol: acaparar riquezas perjudica al que ahorra.
- 14
- Se invierte dinero en negocios arriesgados que fracasan, y entonces todo se pierde.
A fin de cuentas, no queda nada para dejarles a los hijos.
- 15
- Todos llegamos al final de nuestra vida tal como estábamos el día que nacimos: desnudos y con las manos vacías.
No podemos llevarnos las riquezas al morir.
- 16
- Esto es otro problema muy serio: las personas no se van de este mundo mejor de lo que llegaron.
Todo su esfuerzo es en vano, como si trabajaran para el viento.
- 17
- Viven toda su vida bajo una carga pesada: con enojo, frustración y desánimo.
- 18
- Aun así, he notado al menos una cosa positiva.
Es bueno que la gente coma, beba y disfrute del trabajo que hace bajo el sol durante el corto tiempo de vida que Dios le concedió, y que acepte su destino.
- 19
- También es algo bueno recibir riquezas de parte de Dios y la buena salud para disfrutarlas.
Disfrutar del trabajo y aceptar lo que depara la vida son verdaderos regalos de Dios.
- 20
- A esas personas Dios las mantiene tan ocupadas en disfrutar de la vida que no pasan tiempo rumiando el pasado.
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