- Job quiere defender su caso ante Dios
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- »Miren, he visto todo esto con mis propios ojos,
y lo he escuchado con mis propios oídos y ahora comprendo.
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- Tengo tanto conocimiento como ustedes;
no son mejores que yo.
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- En cuanto a mí, hablaría directamente con el Todopoderoso;
quiero defender mi caso ante Dios mismo.
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- En cuanto a ustedes, me calumnian con mentiras.
Como médicos, son unos matasanos inútiles.
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- ¡Si tan solo se quedaran callados!
Es lo más sabio que podrían hacer.
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- Escuchen los cargos que presento;
presten atención a mis argumentos.
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- »¿Acaso defienden a Dios con mentiras?
¿Presentan argumentos engañosos en su nombre?
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- ¿Mostrarán parcialidad en su testimonio a favor de él?
¿Serán los abogados defensores de Dios?
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- ¿Qué ocurrirá cuando descubra lo que hacen?
¿Creen que pueden engañarlo tan fácilmente como lo hacen con la gente?
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- Si en secreto hacen inclinar los testimonios a su favor,
ciertamente se meterán en problemas con él.
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- ¿No les da terror su majestad?
¿No los deja abrumados el temor que sienten por él?
- 12
- Sus frases vacías valen tanto como las cenizas;
su defensa es tan frágil como una vasija de barro.
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- »Ahora quédense en silencio y déjenme en paz.
Permítanme hablar y afrontaré las consecuencias.
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- ¿Por qué debería ponerme en peligro de muerte
y tomar mi vida en mis manos?
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- Dios podría matarme, pero es mi única esperanza;
voy a presentar mi caso ante él.
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- Esto es lo que me salvará: no soy ningún impío.
Si lo fuera, no podría estar delante de él.
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- »Presten mucha atención a lo que voy a decir;
escúchenme hasta el final.
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- He preparado mi defensa;
seré declarado inocente.
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- ¿Quién puede discutir conmigo sobre esto?
Y si demuestran que estoy equivocado, me quedaré callado y moriré.
Job pregunta cómo pecó
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- »Oh Dios, concédeme estas dos cosas
y entonces podré enfrentarme contigo:
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- quítame de encima tu mano dura
y no me atemorices con tu temible presencia.
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- Ahora llámame, ¡y te responderé!
O deja que te hable y contéstame tú.
- 23
- Dime, ¿qué he hecho mal?
Muéstrame mi rebelión y mi pecado.
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- ¿Por qué te alejas de mí?
¿Por qué me tratas como a tu enemigo?
- 25
- ¿Atemorizarías a una hoja llevada por el viento?
¿Perseguirías a la paja seca?
- 26
- »Escribes amargas acusaciones en mi contra
y sacas a relucir todos los pecados de mi juventud.
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- Pones mis pies en el cepo,
examinas todos mis caminos y rastreas todas mis pisadas.
- 28
- Me consumo como madera que se pudre,
como un abrigo carcomido por la polilla.
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