- Sexto discurso de Job: respuesta a Bildad
- 1
- Entonces Job volvió a hablar:
- 2
- «¿Hasta cuándo me torturarán?
¿Hasta cuándo intentarán aplastarme con sus palabras?
- 3
- Ya me han insultado diez veces.
Deberían avergonzarse de tratarme tan mal.
- 4
- Aunque yo hubiera pecado,
eso es asunto mío y no de ustedes.
- 5
- Creen que son mejores que yo
al usar mi humillación como prueba de mi pecado;
- 6
- pero es Dios quien me hizo daño
cuando me atrapó en su red.
- 7
- »Yo clamo: “¡Socorro!” pero nadie me responde;
protesto, pero no hay justicia.
- 8
- Dios ha cerrado mi camino para que no pueda moverme;
hundió mi senda en oscuridad.
- 9
- Me ha despojado del honor
y ha quitado la corona de mi cabeza.
- 10
- Por todos lados me ha destruido, y estoy acabado.
Arrancó de raíz mi esperanza como un árbol caído.
- 11
- Su furia arde contra mí;
me considera un enemigo.
- 12
- Sus tropas avanzan
y construyen caminos para atacarme; acampan alrededor de mi carpa.
- 13
- »Mis familiares se mantienen lejos,
y mis amigos se han puesto en mi contra.
- 14
- Mi familia se ha ido
y mis amigos íntimos se olvidaron de mí.
- 15
- Mis sirvientes y mis criadas me consideran un extraño;
para ellos soy como un extranjero.
- 16
- Cuando llamo a mi sirviente, no viene,
¡tengo que rogarle!
- 17
- Mi aliento le da asco a mi esposa;
mi propia familia me rechaza.
- 18
- Hasta los niños me menosprecian;
cuando me levanto para hablar, me vuelven la espalda.
- 19
- Mis amigos íntimos me detestan;
los que yo amaba se han puesto en mi contra.
- 20
- Quedé reducido a piel y huesos
y he escapado de la muerte por un pelo.
- 21
- »Tengan misericordia de mí, amigos míos, tengan misericordia;
porque la mano de Dios me ha golpeado.
- 22
- ¿Me perseguirán ustedes también como lo hace Dios?
¿No me han despellejado ya bastante?
- 23
- »Oh, que mis palabras fueran grabadas;
oh, que quedaran escritas en un monumento,
- 24
- talladas con cincel de hierro y rellenas de plomo,
y labradas en la roca para siempre.
- 25
- »Pero en cuanto a mí, sé que mi Redentor vive,
y un día por fin estará sobre la tierra.
- 26
- Y después que mi cuerpo se haya descompuesto,
¡todavía en mi cuerpo veré a Dios!
- 27
- Yo mismo lo veré;
así es, lo veré con mis propios ojos. ¡Este pensamiento me llena de asombro!
- 28
- »¿Cómo se atreven a seguir persiguiéndome,
diciendo: “Es su propia culpa”?
- 29
- Ustedes mismos deben tener temor al castigo,
pues su actitud lo merece. Entonces sabrán que de verdad hay un juicio».
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