- Salmo 32
Salmo de David.
- 1
- ¡Oh, qué alegría para aquellos
a quienes se les perdona la desobediencia, a quienes se les cubre su pecado!
- 2
- Sí, ¡qué alegría para aquellos
a quienes el Señor les borró la culpa de su cuenta, los que llevan una vida de total transparencia!
- 3
- Mientras me negué a confesar mi pecado,
mi cuerpo se consumió, y gemía todo el día.
- 4
- Día y noche tu mano de disciplina pesaba sobre mí;
mi fuerza se evaporó como agua al calor del verano. Interludio
- 5
- Finalmente te confesé todos mis pecados
y ya no intenté ocultar mi culpa. Me dije: «Le confesaré mis rebeliones al Señor», ¡y tú me perdonaste! Toda mi culpa desapareció. Interludio
- 6
- Por lo tanto, que todos los justos oren a ti, mientras aún haya tiempo,
para que no se ahoguen en las desbordantes aguas del juicio.
- 7
- Pues tú eres mi escondite;
me proteges de las dificultades y me rodeas con canciones de victoria. Interludio
- 8
- El Señor dice: «Te guiaré por el mejor sendero para tu vida;
te aconsejaré y velaré por ti.
- 9
- No seas como el mulo o el caballo, que no tienen entendimiento,
que necesitan un freno y una brida para mantenerse controlados».
- 10
- Muchos son los dolores de los malvados,
pero el amor inagotable rodea a los que confían en el Señor.
- 11
- ¡Así que alégrense mucho en el Señor y estén contentos, ustedes los que le obedecen!
¡Griten de alegría, ustedes de corazón puro!
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