- 1-2
- Estimadas iglesias de la provincia de Galacia:
Los saludo yo, el apóstol Pablo, y también los saludan los hermanos que están conmigo. No fui nombrado ni enviado como apóstol por ningún ser humano, sino por Jesucristo y por Dios Padre, quien resucitó a Jesús de la muerte.
- 3
- Pido a Dios que disfruten siempre del generoso amor y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
- 4
- Jesús entregó su vida para librarnos de nuestros pecados según el deseo de Dios nuestro Padre para rescatarnos de esta época de maldad en que vivimos.
- 5
- Que se honre a Dios por toda la eternidad.
Así sea.
El verdadero mensaje de salvación
- 6
- Me parece increíble que ustedes tan pronto le estén dando la espalda a Dios, quien los llamó a través del generoso amor de Cristo.
Están desertando de Dios para aceptar unas buenas noticias diferentes a las que les anunciamos.
- 7
- En realidad no hay otras buenas noticias, sino que hay algunos que los están confundiendo.
Ellos quieren cambiar las buenas noticias acerca de Cristo.
- 8
- Pero ¡ojo! si nosotros o un ángel del cielo les anuncia otras buenas noticias diferentes a las que les anunciamos, ¡que Dios lo condene!
- 9
- Lo dije antes y ahora lo repito: si alguien les anuncia otras buenas noticias diferentes a las que ustedes han aceptado, ¡que Dios lo condene!
- 10
- Por lo que acabo de decir, ¿piensan que estoy buscando la aprobación de la gente o la de Dios? ¿O que trato de quedar bien con la gente? Pues, si quisiera agradar a la gente, no sería un siervo de Cristo.
La autoridad de Pablo viene de Dios
- 11
- Hermanos, quiero que entiendan que las buenas noticias que yo les anuncié no son un mensaje humano.
- 12
- No recibí este mensaje de los seres humanos ni tampoco ellos me lo enseñaron, lo recibí cuando Jesucristo se me apareció.
- 13
- Ustedes han oído de la clase de vida judía que yo tenía antes, que perseguía a la iglesia de Dios y trataba de destruirla.
- 14
- Me destacaba entre los de mi edad por mi patriotismo judío.
Me esforzaba más que los demás en defender las tradiciones que nos enseñaron nuestros antepasados.
- 15
- Pero a Dios le agradó elegirme antes de mi nacimiento y en su generoso amor me llamó a su servicio.
- 16
- Por eso Dios decidió usar mi vida para dar a conocer las buenas noticias de su Hijo entre las naciones que no son judías.
En ese momento no consulté a ningún ser humano.
- 17
- Tampoco fui a Jerusalén a ver a los que ya eran apóstoles.
Al contrario, me fui inmediatamente a la región de Arabia y luego volví a Damasco.
- 18
- Tres años después, fui a Jerusalén a conocer a Pedro y me quedé allí con él durante quince días.
- 19
- Pero en ese tiempo no conocí a ningún otro apóstol;
sólo vi a Santiago, el hermano del Señor.
- 20
- Dios sabe que todo lo que les digo es verdad.
- 21
- Luego fui a las regiones de Siria y Cilicia.
- 22
- Ninguna de las iglesias de la región de Judea que están en Cristo me conocía personalmente.
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- Sólo habían escuchado esto de mí: «El que antes nos perseguía, ahora anuncia la fe que una vez quiso destruir».
- 24
- Ellos daban gloria a Dios por mi causa.
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