- La plaga de langostas
- 1
- La palabra del Señor vino a Joel, hijo de Petuel:
- 2
- «Ustedes los ancianos, ¡oigan esto! Y ustedes, los habitantes de toda la tierra, ¡escuchen! ¿Acaso sucedió algo así en sus días, o en los días de sus padres?
- 3
- Esto lo contarán ustedes a sus hijos, y sus hijos a sus propios hijos, y ellos a la generación siguiente.
- 4
- Lo que la oruga dejó se lo comió el saltón, y lo que dejó el saltón se lo comió el revoltón, y lo que el revoltón dejó se lo comió la langosta.
- 5
- »Despierten, borrachos, y lloren;
y todos ustedes, los que beben vino, giman por causa del mosto, porque se les va a quitar de la boca.
- 6
- Un pueblo fuerte y muy numeroso viene contra mi tierra.
Sus dientes y sus muelas parecen de león.
- 7
- Ha asolado mi viña, y descortezado mi higuera;
la ha dejado completamente pelada y por el suelo; ¡sus ramas se han quedado desnudas!
- 8
- »Llora tú, como la joven que guarda luto por el esposo de su juventud.
- 9
- En la casa del Señor ya no hay ofrendas ni libaciones;
los sacerdotes que sirven al Señor están de luto.
- 10
- Los campos están asolados y de luto, porque el trigo ha sido destruido.
Mosto no hay, y el aceite se ha perdido.
- 11
- »Ustedes, labradores y viñateros, preocúpense por el trigo y la cebada, porque se han perdido las cosechas.
- 12
- Las vides están secas;
perecieron las higueras y los granados, las palmeras y los manzanos; ¡secos están todos los árboles del campo! Por eso no hay para nadie motivo de alegría.
- 13
- »Ustedes los sacerdotes, ministros del altar, ¡vístanse de luto y lloren! Vengan y duerman con el cilicio puesto, ministros de mi Dios, porque en la casa de su Dios ya no hay ofrendas ni libaciones.
- 14
- Proclamen ayuno, convoquen a una asamblea;
congreguen en la casa del Señor su Dios a los ancianos y a todos los habitantes de la tierra, e imploren su ayuda.
- 15
- »¡Ay del día del Señor! Cercano está, y viene como un día de destrucción de parte del Todopoderoso.
- 16
- Ante nuestros propios ojos nos ha sido arrebatado el alimento, la alegría y el placer de estar en la casa de nuestro Dios.
- 17
- »El trigo se ha secado, o bien se pudre bajo los terrones;
los graneros han sido derribados y los alfolíes han sido destruidos.
- 18
- Gimen las bestias, los hatos de bueyes y los rebaños de ovejas, porque ya no hay pastos.»
- 19
- Clamo a ti, Señor, porque el fuego ha consumido los pastos del desierto;
las llamas redujeron a cenizas a todos los árboles del campo.
- 20
- También las bestias del campo braman pidiendo tu ayuda, porque se han secado los arroyos, y el fuego ha consumido las praderas del desierto.
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