- Introducción
- 1
- Dios le habló al profeta Isaías hijo de Amós, y le dio varios mensajes para todos los israelitas que vivían en el reino de Judá.
Esto sucedió durante los reinados de Ozías, Jotam, Ahaz y Ezequías.
Dios acusa a su pueblo
- 2-3
- Dios le dijo a Isaías:
«Tengo un pleito contra los israelitas, y el cielo y la tierra son mis testigos. »El buey y el burro conocen a su dueño y saben quién les da de comer; pero a Israel, el pueblo que formé, le falta inteligencia, ¡se ha rebelado contra mí!
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- »Todos ellos son pecadores
y están llenos de maldad. Se alejaron de mí, que soy el Dios de Israel; ¡me abandonaron por completo!
- 5-6
- »Han sido tan rebeldes,
y los he castigado tanto, que ya no les queda un lugar sano. De pies a cabeza están cubiertos de heridas. Nadie se las ha curado ni vendado, ni les ha calmado los dolores con aceite. ¡Se han quedado sin fuerzas!
El país está en ruinas
- 7
- »Israel está destruido,
sus ciudades arden en llamas; ante la mirada de sus habitantes el enemigo se come sus cosechas. El país ha quedado desierto, pues un ejército enemigo lo atacó hasta destruirlo.
- 8
- »Jerusalén se salvó de la destrucción,
pero se ha quedado abandonada, tan sola como un guarda en un campo de melones; tan sola como una ciudad rodeada por el enemigo.
- 9
- »Si yo, el Dios todopoderoso,
no hubiera salvado a unos pocos, Jerusalén se habría quedado en ruinas, como sucedió con Sodoma y Gomorra».
Israel no sabe adorar a Dios
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- El profeta Isaías les dijo a los jefes de Israel:
«Ustedes, que son tan malos como fueron los jefes de Sodoma y los habitantes de Gomorra, ¡escúchenme bien! ¡Atiendan a lo que Dios les dice!
- 11
- »Dios les advierte:
“¿Por qué me traen tantos animales para presentarlos en mi altar? ¡Ya estoy harto de esas ofrendas; me da asco ver tanta sangre de toros, carneros y cabritos!
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- ”Yo nunca les he pedido
que me traigan esos animales cuando vienen a adorarme; sólo vienen para ensuciar mi templo y burlarse de mí. ¡Váyanse de mi templo!
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- ”¡Para mí, esas ofrendas
no tienen ningún valor! ¡Ya no quiero que las traigan! Y no me ofrezcan incienso porque ya no lo soporto. Tampoco soporto sus fiestas de sábado y luna nueva, ni reuniones de gente malvada. Me resultan tan molestas que ya no las aguanto.
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- ”Ustedes oran mucho,
y al orar levantan las manos, pero yo no los veo ni los escucho. ¡Han matado a tanta gente que las manos que levantan están manchadas de sangre!
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- ¡Dejen ya de pecar!
¡No quiero ver su maldad! ¡Dejen ya de hacer lo malo
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- y aprendan a hacer lo bueno!
Ayuden al maltratado, traten con justicia al huérfano y defiendan a la viuda.
- 18-19
- ”Vengan ya, vamos a discutir en serio,
a ver si nos ponemos de acuerdo. Si ustedes me obedecen, yo los perdonaré. Sus pecados los han manchado como con tinta roja; pero yo los limpiaré. ¡Los dejaré blancos como la nieve! ”Entonces comerán de lo mejor de la tierra;
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- pero si siguen siendo rebeldes,
morirán en el campo de batalla. Les juro que así será”».
Dios castigará a los rebeldes
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- Isaías dijo:
«Los habitantes de Jerusalén eran fieles, honestos y justos, pero ahora son unos asesinos.
- 22
- Eran como la plata,
pero se han vuelto basura; eran como el buen vino, pero se han vuelto vinagre.
- 23
- »Los gobernantes son rebeldes
y amigos de bandidos. A cambio de dinero y de regalos declaran culpable al inocente. Maltratan al huérfano y niegan ayuda a las viudas.
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- »Por eso, el Dios todopoderoso, dice:
“¡Basta ya! Ustedes son mis enemigos, y voy a castigarlos. Borraré todos sus pecados como quien quema basura, como quien quita una mancha.
- 26
- ”Haré que los jueces y consejeros
vuelvan a ser honrados y sinceros. Se volverá a decir que en Jerusalén se practica la justicia y que su gente me es fiel.
- 27
- ”A los habitantes de Jerusalén
que vuelvan a obedecerme los libraré con mi gran poder de ese terrible castigo.
- 28
- Pero haré pedazos a los rebeldes
y a los que me abandonen.
- 29
- ”Ustedes van a sentir vergüenza
de esos árboles y jardines, de los que se sienten orgullosos.
- 30
- ”A ustedes los dejaré arruinados,
y serán como árboles sin hojas, como jardines completamente secos.
- 31
- El más fuerte de ustedes
arderá en llamas como la paja; ¡y de él no quedará ni el recuerdo de sus obras!”»
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