- La vid y las dos águilas
- 1
- Dios también me dijo:
- 2-4
- «Habla con los israelitas y ponlos a pensar en esta comparación, a ver si la entienden:
“Había un águila muy grande, de anchas alas y coloridas plumas. Esa águila fue al monte Líbano y de la punta de un árbol cortó la rama más alta. Luego fue a un país de comerciantes, y allí plantó la rama.
- 5
- De ese país tomó una semilla,
y fue a sembrarla en buena tierra. La plantó junto a un río, como se plantan los sauces.
- 6
- ”Y la semilla creció,
y se convirtió en una vid. Esa vid no era muy alta, pero tenía muchas ramas. Y cuando la vid maduró, extendió sus ramas hacia el águila y hundió sus raíces en el suelo.
- 7-8
- La vid estaba sembrada
en buena tierra, y junto a un río caudaloso; pudo haber sido una vid hermosa, cargada de ramas y de uvas, pero llegó otra águila más grande, de anchas alas y coloridas plumas, y la vid extendió sus ramas hacia ella, para que le diera más agua todavía”.
- 9
- »Diles, por tanto, de mi parte:
“¿Creen que tendrá éxito la vid? ¡Claro que no! El águila la arrancará del suelo, le quitará todas las uvas, y dejará que se marchite. ¡Para hacerlo no hace falta mucha gente ni mucho esfuerzo!
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- Si la plantan en otro lugar,
no volverá a retoñar; al golpearla el viento del este, se marchitará por completo y morirá donde fue plantada”».
- 11
- Dios también me dijo:
- 12-14
- «Pregúntale a esta gente rebelde si sabe lo que significa la comparación.
Si no lo sabe, explícale que, cuando el rey de Babilonia vino a Jerusalén, hizo prisioneros al rey de Judá y a sus principales jefes, y se los llevó a su país. Sin embargo, hizo un trato con uno de ellos, que era de la familia del rey, y lo hizo jurar que no lo traicionaría. Mediante ese trato, el rey de Babilonia esperaba que los de Judá no se rebelaran, sino que cumplieran fielmente el pacto.
- 15
- »Pero aquel jefe de Judá se rebeló contra el rey de Babilonia, y le pidió ayuda a los egipcios, y ellos le enviaron caballos y un gran ejército.
Ahora bien, ¿ustedes creen que quien hace un trato y no lo cumple puede escapar con vida?
- 16-18
- ¡Claro que no! Yo soy el Dios de Israel, y les juro que ese jefe de Judá morirá en Babilonia.
Y morirá porque no supo cumplir su palabra, ¡porque no respetó el trato que hizo con el rey que lo dejó seguir reinando! »Cuando los babilonios ataquen a Jerusalén, y construyan rampas y escaleras para conquistar la ciudad, y maten a mucha gente, de nada le servirá el gran ejército que le mandó el rey de Egipto. ¡Ni siquiera ese jefe saldrá con vida!
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- »Yo soy el Dios de Israel, y les juro que castigaré a ese jefe de Judá.
Lo castigaré por no haber respetado el trato que hizo, faltando así a su palabra.
- 20
- Lo atraparé con mis redes por haberse burlado de mí;
lo llevaré preso a Babilonia, y allí le haré un juicio.
- 21
- Aun sus mejores soldados morirán en la guerra, y los que logren salvarse serán dispersados por toda la tierra.
Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel, y que cumplo mi palabra.
- 22
- »Yo, el Dios de Israel, afirmo:
“Yo también cortaré una rama de la punta del árbol más alto, y la plantaré sobre un alto monte,
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- ¡sobre el monte más alto de Israel!
Y le crecerán muchas ramas, y se llenará de frutos, y llegará a ser un gran árbol. Bajo la sombra de sus ramas pondrán su nido las aves,
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- y todos los árboles del bosque
reconocerán que yo soy Dios. Yo echo abajo a los árboles altos, y hago que se sequen; pero hago crecer a los árboles pequeños, y hago que reverdezca el árbol seco. ”Yo, el Dios de Israel, lo afirmo”».
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