- Dios es mi protector
SALMO 144 (143) Himno de David.
- 1
- ¡Bendito seas,
mi Dios y protector! ¡Tú me enseñas a luchar y a defenderme!
- 2
- ¡Tú me amas y me cuidas!
Eres mi escondite más alto, el escudo que me protege, ¡el Dios que me permite reinar sobre mi propio pueblo!
- 3
- Dios mío,
¿qué somos nosotros para que nos tomes en cuenta? ¿Qué somos los humanos para que nos prestes atención?
- 4
- Somos como las ilusiones;
¡desaparecemos como las sombras!
- 5
- Dios mío,
baja del cielo, toca los cerros con tu dedo y hazlos echar humo.
- 6
- Lanza tus relámpagos,
y pon al enemigo en retirada.
- 7
- ¡Tiéndeme la mano desde lo alto
y sálvame de las muchas aguas! ¡No me dejes caer en manos de gente malvada de otros pueblos!
- 8
- Esa gente abre la boca
y dice mentiras; levanta la mano derecha y hace juramentos falsos.
- 9
- Dios mío,
voy a cantarte un nuevo canto; voy a cantarte himnos al son de música de arpas.
- 10
- A los reyes les das la victoria,
y al rey David lo libras de morir a filo de espada.
- 11
- ¡Sálvame también!
¡Líbrame de caer en manos de gente malvada de otros pueblos! Esa gente abre la boca y dice mentiras; levanta la mano derecha y hace juramentos falsos.
- 12
- Permite que nuestros hijos
crezcan en su juventud fuertes y llenos de vida, como plantas en un jardín. Permite que nuestras hijas sean hermosas como las columnas de un palacio.
- 13
- Haz que en nuestros graneros
haya abundancia de alimentos. Haz que nuestros rebaños aumenten en nuestros campos hasta que sea imposible contarlos.
- 14
- Permite que nuestros bueyes
lleven carretas bien cargadas. No dejes que nuestras murallas vuelvan a ser derribadas, ni que volvamos a ser llevados fuera de nuestro país, ni que en nuestras calles vuelvan a oírse gritos de angustia.
- 15
- ¡Tú bendices al pueblo
donde todo esto se cumple! ¡Tú bendices al pueblo que te reconoce como su Dios!
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