- Dios mío, no me dejes solo
SALMO 88 (87) Himno de la Escuela de música de Coré, compuesto por Hemán el ezraíta. Instrucciones para el director del coro: Este himno deberá cantarse como un lamento.
- 1
- Dios mío,
tú eres mi salvador; día y noche pido tu ayuda.
- 2
- Permite que mi oración
llegue a tu presencia; ¡presta atención a mis ruegos!
- 3
- Sufro tantas calamidades
que estoy al borde de la muerte.
- 4-5
- ¡Parece que ya no tengo remedio!
¡Hasta hay quienes me dan por muerto! Parezco un cadáver ya enterrado, al que nadie toma en cuenta porque la muerte se lo llevó.
- 6
- Es como si estuviera
en el barranco más oscuro.
- 7
- El golpe de tu furia
ha caído sobre mí; es como una inmensa ola que me ha hecho naufragar.
- 8
- Por ti he perdido a mis amigos;
me consideran repugnante. Es como si estuviera preso y no encontrara la salida.
- 9
- Es tan grande mi tristeza
que se llenan de lágrimas mis ojos. Hacia ti, Dios mío, tiendo los brazos, y te llamo a todas horas.
- 10
- Si realizas un milagro,
¿te darán gracias los muertos? ¡Claro que no!
- 11
- Allá en el sepulcro,
donde termina la vida, no hay quien hable de tu amor ni de tu fidelidad.
- 12
- Allá en las tinieblas,
donde todo se olvida, nadie sabe de tus milagros ni de tus actos de justicia.
- 13-14
- Dios mío,
todas las mañanas te busco en oración; ¡yo te ruego que me ayudes! ¿Por qué me rechazas? ¿Por qué me das la espalda?
- 15
- Desde que era joven
he sufrido mucho; ¡he estado a punto de morir! Soy víctima de tus castigos, ¡y ya no puedo más!
- 16-17
- Sobre mí recayó tu enojo;
me tienes derrotado; tus ataques me rodean a todas horas y me tienen cercado por completo, como las olas del mar.
- 18
- Por ti ya no tengo amigos;
me he quedado sin familia. ¡Ya sólo me queda esta terrible oscuridad!
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