- Libertad por medio de Jesucristo
- 1
- ¡Jesucristo nos ha hecho libres! ¡Él nos ha hecho libres de verdad! Así que no abandonen esa libertad, ni vuelvan nunca a ser esclavos de la ley.
- 2
- Pero quiero decirles algo: Si ustedes se circuncidan, lo que hizo Cristo ya no les sirve de nada.
- 3
- Les advierto una vez más: cualquiera que se circuncida está obligado a obedecer la ley.
- 4
- Los que quieren que Dios los acepte por obedecer la ley, rechazan el amor de Dios y dejan de estar unidos a Cristo.
- 5
- En cambio, a nosotros, el Espíritu nos da la seguridad de que Dios nos acepta porque confiamos en Cristo.
- 6
- Gracias a lo que Cristo hizo, ya no importa si estamos circuncidados o no.
Lo que sí importa es que confiamos en Cristo, y que esa confianza nos hace amar a los demás.
- 7
- ¡Ustedes iban muy bien! ¿Quién les impidió seguir obedeciendo el verdadero mensaje?
- 8
- Con toda seguridad no fue Dios, pues él mismo los invitó a obedecerlo.
- 9
- No hay duda de que un solo falso maestro daña toda la enseñanza.
- 10
- Puesto que somos cristianos, estoy seguro de que ustedes estarán de acuerdo conmigo.
Y no tengo la menor duda de que Dios castigará a quien los está molestando, sea quien sea.
- 11
- Hermanos, si yo anunciara que todos deben circuncidarse, mis enemigos dejarían de perseguirme y el mensaje de la muerte de Cristo en la cruz no los haría enojar.
- 12
- ¡Ojalá que quienes los molestan no sólo se circunciden, sino que de una vez se lo corten todo!
- 13
- Hermanos, Dios los llamó a ustedes a ser libres, pero no usen esa libertad como pretexto para hacer lo malo.
Al contrario, ayúdense por amor los unos a los otros.
- 14
- Porque toda la ley de Dios se resume en un solo mandamiento: «Cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo.»
- 15
- Les advierto que, si se pelean y se hacen daño, terminarán por destruirse unos a otros.
Obedecer al Espíritu de Dios
- 16
- Por eso les digo: obedezcan al Espíritu de Dios, y así no desearán hacer lo malo.
- 17
- Porque los malos deseos están en contra de lo que quiere el Espíritu de Dios, y el Espíritu está en contra de los malos deseos.
Por lo tanto, ustedes no pueden hacer lo que se les antoje.
- 18
- Pero si obedecen al Espíritu de Dios, ya no están obligados a obedecer la ley.
- 19
- Todo el mundo conoce la conducta de los que obedecen a sus malos deseos: no son fieles en el matrimonio, tienen relaciones sexuales prohibidas, muchos vicios y malos pensamientos.
- 20
- Adoran a dioses falsos, practican la brujería y odian a los demás.
Se pelean unos con otros, son celosos y se enojan por todo. Son egoístas, discuten y causan divisiones.
- 21
- Son envidiosos, se emborrachan, y en sus fiestas hacen locuras y muchas cosas malas.
Les advierto, como ya lo había hecho antes, que los que hacen esto no formarán parte del reino de Dios.
- 22
- En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos.
Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios,
- 23
- ser humildes, y saber controlar nuestros malos deseos.
No hay ley que esté en contra de todo esto.
- 24
- Y los que somos de Jesucristo ya hemos hecho morir en su cruz nuestro egoísmo y nuestros malos deseos.
- 25
- Si el Espíritu ha cambiado nuestra manera de vivir, debemos obedecerlo en todo.
- 26
- No seamos orgullosos, ni provoquemos el enojo y la envidia de los demás por creernos mejores que ellos.
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