- Dios rechaza los ídolos
- 1-2
- Israelitas, escuchen la palabra de nuestro Dios:
«No tiemblen de miedo cuando vean señales en el cielo, como hacen las otras naciones.
- 3
- Las costumbres religiosas de esa gente
no tienen ningún valor. Van al bosque, cortan un tronco, y un artesano le va dando forma.
- 4
- Otros lo adornan con oro y plata,
y lo aseguran con clavos y martillo para que no se caiga.
- 5
- »Esos ídolos no pueden hablar;
¡parecen espantapájaros en un campo sembrado de melones! Tienen que llevarlos porque no pueden caminar, así que no los adoren; ellos no los pueden ayudar ni les pueden hacer daño».
El Dios verdadero
- 6
- Jeremías dijo:
«Dios mío, tú eres muy poderoso, ¡no hay nadie como tú!
- 7
- Eres el rey de las naciones
y todos tiemblan ante ti. Entre los sabios de las naciones, y entre todos los reinos, no hay nadie como tú. ¡Tú mereces que todos te adoren!
- 8
- »Los habitantes de esas naciones
son gente tonta y bruta, pues tienen por maestros a ídolos de palo que no sirven para nada.
- 9
- Los artesanos hacen esos ídolos
con el oro y la plata que traen desde España, y más tarde los visten con lujosas telas rojas; ¡pero todos esos ídolos están hechos por hombres!
- 10
- Pero tú, nuestro Dios,
eres el Dios verdadero; ¡Tú nos das vida y reinas por siempre! Cuando te enojas, tiembla la tierra; ¡no hay nación que resista tu furia!»
Los ídolos no sirven para nada
- 11
- Dios le pidió a Jeremías que les diera a los israelitas el siguiente mensaje:
«Como los ídolos no hicieron ni el cielo ni la tierra, están condenados a desaparecer.
- 12
- »Con su poder y sabiduría,
y con mucha inteligencia, Dios hizo la tierra, afirmó el mundo y extendió los cielos.
- 13
- »Basta una palabra de Dios
para que rujan los cielos y aparezcan las nubes en el horizonte. En medio de fuertes relámpagos, y de vientos huracanados, Dios hace que llueva.
- 14
- »La gente es necia, no sabe nada;
los ídolos son una vergüenza para quienes los fabrican. Esos ídolos son un engaño; por supuesto, no tienen vida.
- 15
- No valen nada, son pura fantasía;
cuando Dios los juzgue, serán destruidos.
- 16
- Pero nuestro Dios no es así;
¡él hizo todo lo que existe! Nuestro Dios nos eligió y nos hizo su pueblo. ¡Su nombre es el Dios todopoderoso!»
La destrucción no tarda en llegar
- 17-18
- El Dios de Israel ha dicho:
«Habitantes de Jerusalén, esta vez voy a enviarlos muy lejos, como si lanzara una piedra con la honda. Voy a ponerlos en aprietos, y dejaré que los capturen. Agarren todo lo que puedan y salgan corriendo, pues ya se acerca el enemigo».
- 19
- Jeremías dijo:
«¡Qué terrible es mi dolor! ¡Mi sufrimiento no se acaba! Estoy sufriendo en carne propia los males de mi pueblo.
- 20
- Toda mi patria está destruida
y no puedo reconstruirla. Ya no hay nadie que pueda ayudarme; toda mi gente está muerta. ¡He quedado abandonado!
- 21
- Los gobernantes de este pueblo
resultaron ser unos tontos que no buscaron a Dios. Por eso no tuvieron éxito, y ahora nosotros parecemos un rebaño de ovejas perdidas.
- 22
- »¡Escuchen! ¡Llega una mala noticia!
Un gran ejército viene del norte, y convertirá las ciudades de Judá en un montón de ruinas; ¡allí harán su casa los perros salvajes!»
- 23
- Jeremías oró así:
«Dios mío, yo sé que nadie es dueño de su vida y su futuro.
- 24
- Te pido que nos corrijas,
pero hazlo con justicia. No nos corrijas mientras estés enojado, pues nos destrozarías por completo.
- 25
- Mejor castiga con furia
a los habitantes de las otras naciones. Ellos no te reconocen como su Dios, pues nos han destruido por completo y han arruinado nuestro país».
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