- Una decisión bien pensada
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- Por esos días llegaron a Antioquía algunos hombres de la región de Judea.
Ellos enseñaban a los seguidores de Jesús que debían circuncidarse, porque así lo ordenaba la ley de Moisés. Les enseñaban también que, si no se circuncidaban, Dios no los salvaría.
- 2
- Pablo y Bernabé no estaban de acuerdo con eso, y discutieron con ellos.
Por esa razón, los de la iglesia de Antioquía les pidieron a Pablo y a Bernabé que fueran a Jerusalén, y que trataran de resolver ese problema con los apóstoles y los líderes de la iglesia en esa ciudad. Pablo y Bernabé se pusieron en camino, y algunos otros seguidores los acompañaron.
- 3
- En su camino a Jerusalén pasaron por las regiones de Fenicia y Samaria.
Allí les contaron a los cristianos judíos que mucha gente no judía había decidido seguir a Dios. Al oír esta noticia, los cristianos judíos se alegraron mucho.
- 4
- Pablo y Bernabé llegaron a Jerusalén.
Allí fueron recibidos por los miembros de la iglesia, los apóstoles y los líderes. Luego Pablo y Bernabé les contaron todo lo que Dios había hecho por medio de ellos.
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- Pero algunos fariseos que se habían convertido en seguidores de Jesús, dijeron: «A los que han creído en Jesús, pero que no son judíos, debemos exigirles que obedezcan la ley de Moisés y se circunciden.»
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- Los apóstoles y los líderes de la iglesia se reunieron para tomar una decisión bien pensada.
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- Luego de una larga discusión, Pedro les dijo:
«Amigos míos, como ustedes saben, hace algún tiempo Dios me eligió para anunciar las buenas noticias de Jesús a los que no son judíos, para que ellos crean en él.
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- Y Dios, que conoce nuestros pensamientos, ha demostrado que también ama a los que no son judíos, pues les ha dado el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros.
- 9
- Dios no ha hecho ninguna diferencia entre ellos y nosotros, pues también a ellos les perdonó sus pecados cuando creyeron en Jesús.
- 10
- »¿Por qué quieren ir en contra de lo que Dios ha hecho? ¿Por qué quieren obligar a esos seguidores de Jesús a obedecer leyes, que ni nuestros antepasados ni nosotros hemos podido obedecer?
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- Más bien, nosotros creemos que somos salvos gracias a que Jesús nos amó mucho, y también ellos lo creen.»
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- Todos se quedaron callados.
Luego, escucharon también a Bernabé y a Pablo, quienes contaron las maravillas y los milagros que, por medio de ellos, Dios había hecho entre los no judíos.
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- Cuando terminaron de hablar, Santiago, el hermano de Jesús, les dijo a todos:
«Amigos míos, escúchenme.
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- Simón Pedro nos ha contado cómo Dios, desde un principio, trató bien a los que no son judíos, y los eligió para que también formaran parte de su pueblo.
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- Esto es lo mismo que Dios anunció en la Biblia por medio de los profetas:
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- “Yo soy el Señor su Dios,
y volveré de nuevo para que vuelva a reinar un descendiente de David.
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- Cuando eso pase,
gente de otros países vendrá a mí, y serán mis elegidos.
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- Yo soy el Señor su Dios.
Yo había prometido esto desde hace mucho tiempo.”
- 19
- »Los que no son judíos han decidido ser seguidores de Dios.
Yo creo que no debemos obligarlos a obedecer leyes innecesarias.
- 20
- Sólo debemos escribirles una carta y pedirles que no coman ninguna comida que haya sido ofrecida a los ídolos.
Que tampoco coman carne de animales que hayan muerto ahogados, ni carne que todavía tenga sangre. Además, deberán evitar las relaciones sexuales que la ley de Moisés prohíbe.
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- Hay que recordar que, desde hace mucho tiempo, en esos mismos pueblos y ciudades se ha estado enseñando y predicando la ley de Moisés.
Esto pasa cada sábado en nuestras sinagogas.»
La carta
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- Los apóstoles, los líderes y todos los miembros de la iglesia, decidieron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía, junto con Pablo y Bernabé.
Eligieron a Judas, a quien la gente también llamaba Barsabás, y a Silas. Estos dos eran líderes de la iglesia.
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- Con ellos mandaron esta carta:
«Nosotros, los apóstoles y líderes de la iglesia en Jerusalén, les enviamos un cariñoso saludo a todos ustedes, los que viven en las regiones de Antioquía, Siria y Cilicia, y que no son judíos pero creen en Jesús.
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- Hemos sabido que algunos de aquí han ido a verlos, sin nuestro permiso, y los han confundido con sus enseñanzas.
- 25
- Por eso hemos decidido enviarles a algunos de nuestra iglesia.
Ellos acompañarán a nuestros queridos compañeros Bernabé y Pablo,
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- los cuales han puesto su vida en peligro por ser obedientes a nuestro Señor Jesucristo.
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- También les enviamos a Judas y a Silas.
Ellos personalmente les explicarán el acuerdo a que hemos llegado.
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- »Al Espíritu Santo y a nosotros nos ha parecido bien no obligarlos a obedecer más que las siguientes reglas, que no podemos dejar de cumplir:
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- No coman carne de animales que hayan sido sacrificados en honor a los ídolos;
no coman sangre ni carne de animales que todavía tengan sangre adentro, y eviten las relaciones sexuales que la ley de Moisés prohíbe. Si cumplen con esto, harán muy bien. Reciban nuestro cariñoso saludo.»
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- Entonces Bernabé, Pablo, Judas y Silas se fueron a Antioquía.
Cuando llegaron allá, se reunieron con los miembros de la iglesia y les entregaron la carta.
- 31
- Cuando la carta se leyó, todos en la iglesia se pusieron muy alegres, pues lo que decía los tranquilizaba.
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- Además, como Judas y Silas eran profetas, hablaron con los seguidores de Jesús, y los tranquilizaron y animaron mucho.
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- Después de pasar algún tiempo con los de la iglesia en Antioquía, los que habían venido de Jerusalén fueron despedidos con mucho cariño.
- 34-35
- Pero Silas, Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía y, junto con muchos otros seguidores, enseñaban y anunciaban las buenas noticias del Señor Jesucristo.
Pablo y Bernabé se separan
- 36
- Tiempo después, Pablo le dijo a Bernabé: «Regresemos a todos los pueblos y ciudades donde hemos anunciado las buenas noticias, para ver cómo están los seguidores de Jesús.»
- 37
- Bernabé quería que Juan Marcos los acompañara,
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- pero Pablo no estuvo de acuerdo.
Y es que hacía algún tiempo, Juan Marcos los había abandonado en la región de Panfilia, pues no quiso seguir trabajando con ellos.
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- Pablo y Bernabé no pudieron ponerse de acuerdo, así que terminaron por separarse.
Bernabé y Marcos tomaron un barco y se fueron a la isla de Chipre.
- 40
- Por su parte, Pablo eligió a Silas como compañero.
Luego, los miembros de la iglesia de Antioquía los despidieron, rogándole a Dios que no dejara de amarlos y cuidarlos. Entonces Pablo y Silas salieron de allí
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- y pasaron por las regiones de Siria y Cilicia, donde animaron a los miembros de las iglesias a seguir confiando en el Señor Jesús.
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