- ¡Dios mío, ayúdame!
SALMO 109 (108) Himno de David.
- 1
- Dios mío, yo te alabo;
¡no te quedes callado!
- 2
- Hay un mentiroso y malvado
que miente acerca de mí.
- 3
- Tanto odio me tiene
que me ataca sin razón; ¡me tiene acorralado!
- 4
- Habla mal de mí,
a pesar de que lo amo y hago oración por él.
- 5
- Me odia, me trata mal,
a pesar de que lo amo y lo trato bien.
- 6
- Dios mío,
¡págale con la misma moneda! ¡Haz que lo acuse su propio abogado!
- 7
- ¡Haz que lo declare culpable
el juez que le dicte sentencia! ¡Haz que lo condenen sus propias mentiras!
- 8
- ¡Quítale la vida
antes de tiempo, y que otro haga su trabajo!
- 9
- ¡Que se queden huérfanos sus hijos!
¡Que deje viuda a su esposa!
- 10
- Convierte a sus hijos
en vagos y limosneros; ¡haz que los echen de esas ruinas donde viven!
- 11
- ¡Que les quiten todo lo que tienen
los que antes les prestaban dinero!
- 12
- ¡Que a esos huérfanos
nadie los trate con cariño ni les tenga compasión!
- 13
- ¡Haz que sus descendientes
pronto desaparezcan! ¡Haz que en el futuro nadie recuerde que existieron!
- 14
- Dios mío,
no te olvides nunca de la maldad de su padre ni del pecado de su madre,
- 15
- y que nadie recuerde que existieron.
No pierdas de vista a mi enemigo,
- 16
- pues jamás se le ocurrió
ser bondadoso con nadie; persiguió a los pobres, a los humildes y necesitados, hasta quitarles la vida.
- 17-18
- Ya que le encantaba maldecir,
¡que le caiga una maldición! Ya que no le gustaba bendecir, ¡que nadie lo bendiga! ¡Castígalo donde más le duela!
- 19
- ¡Que esa maldición
lo cubra como un manto! ¡Que lo apriete hasta ahogarlo!
- 20
- Dios mío,
¡trata así al que me acuse, y al que mienta contra mí!
- 21
- Pero a mí, trátame bien;
tú eres un Dios bondadoso, ¡sálvame, por tu gran bondad!
- 22
- Yo soy pobre y humilde,
y es muy grande mi dolor.
- 23
- Poco a poco me voy debilitando
como las sombras de la noche; ¡hasta parezco una mariposa sacudida por el viento!
- 24
- Ya casi no como;
tan flaco estoy que me tiemblan las rodillas.
- 25
- Cuando la gente me ve,
se ríe y se burla de mí.
- 26
- Dios mío, ¡ayúdame!
Por tu gran amor, ¡sálvame!
- 27
- Que sepan que esto me sucede
porque tú así lo has querido.
- 28
- Pero si tú me bendices,
no me importa que me maldigan. Mis enemigos están listos para atacarme, pero tú los pondrás en vergüenza y a mí me llenarás de alegría.
- 29-30
- Dios mío,
cubre a mis acusadores de vergüenza y deshonra. Yo te daré gracias con el gran pueblo que te alaba,
- 31
- porque tú defiendes a los pobres
y los salvas de los malvados que los condenan a muerte.
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