- Presentación de Elihú
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- Cuando los tres amigos se dieron cuenta de que Job creía ser inocente, dejaron de responderle.
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- Pero un joven llamado Elihú se enojó mucho con Job porque insistía en que era inocente, y que Dios era injusto con él.
Elihú era hijo de Baraquel, y nieto de Buz, de la familia de Ram.
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- También se enojó con los tres amigos porque habían condenado a Job sin demostrar que era culpable.
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- Elihú había querido tomar la palabra antes, pero no lo había hecho porque Job y sus amigos eran mayores que él.
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- Sin embargo, cuando vio que los tres amigos ya no tenían nada que decir, se enojó mucho
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- y comenzó a hablar.
Primera participación de Elihú
- Elihú dijo:
«No me sentía muy seguro de decir lo que pienso porque soy muy joven y ustedes son mayores de edad.
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- Me pareció que era mejor
dejar que hablara la experiencia, y que la gente de más edad se luciera con su sabiduría.
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- Sin embargo,
no depende de la edad entender lo que es justo; no son los muchos años los que dan sabiduría. Lo que nos hace sabios es el espíritu del Dios todopoderoso, ¡y ese espíritu vive en nosotros!
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- »También tengo algo que decir,
así que les ruego que me escuchen.
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- Mientras ustedes hablaban
y buscaban las mejores palabras, yo me propuse esperar y escuchar lo que tenían que decir.
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- Les presté toda mi atención.
Pero ninguno de ustedes ha sabido responder a las explicaciones de Job.
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- »Si ustedes son los sabios
¡no me salgan ahora con que es Dios quien debe responderle!
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- Job no se ha dirigido a mí,
así que yo no voy a contestar como ustedes lo han hecho.
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- »Job, tus amigos se han callado
porque les faltan las palabras.
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- ¡Pero no porque ellos callen
debo yo guardar silencio!
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- Tengo mucho que decir,
y ya no puedo callarme.
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- A mí no me faltan palabras;
y ya no me puedo aguantar.
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- Parezco botella de sidra;
¡estoy a punto de reventar!
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- Tengo que desahogarme;
¡tengo que responderte!
- 21-22
- No voy a tomar partido
ni a favorecer a nadie, pues no me gustan los halagos; si así lo hiciera, Dios me castigaría.
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