- Manasés, rey de Judá (2 R 21.1-18)
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- Manasés comenzó a reinar a los doce años.
La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró cincuenta y cinco años.
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- Manasés no obedeció a Dios, pues practicó las costumbres vergonzosas de las naciones que Dios había expulsado del territorio de los israelitas.
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- Reconstruyó los pequeños templos que su padre Ezequías había destruido, hizo imágenes de la diosa Astarté y edificó altares para adorar a Baal, y adoró a todos los astros del cielo.
- 4-5
- Manasés construyó altares para esos astros en los patios del templo de Dios, aun cuando Dios había dicho que ese templo sería su casa en Jerusalén por siempre.
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- Puso la imagen de un ídolo en el templo de Dios, practicó la hechicería y la brujería, y se hizo amigo de brujos y espiritistas.
También hizo quemar a su hijo como un sacrificio en el valle de Ben-hinom. Su comportamiento fue tan malo, que Dios se enojó mucho. Dios les había dicho a David y a su hijo Salomón: «De todas las ciudades de Israel, he elegido a Jerusalén, para poner allí mi templo y vivir en él para siempre.
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- Si los israelitas obedecen todos los mandamientos que le di a Moisés, no los expulsaré del país que les he dado».
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- Pero los israelitas no obedecieron a Dios, y Manasés les enseñó a cometer peores pecados que los que habían cometido las naciones que Dios había destruido cuando los israelitas llegaron a la región.
- 10
- Dios les hizo ver a Manasés y a su pueblo que estaban equivocados, pero ellos no le hicieron caso.
Castigo y arrepentimiento de Manasés
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- Entonces Dios hizo que los jefes del ejército del rey de Asiria atacaran a los israelitas.
Los asirios apresaron a Manasés y lo humillaron, pues le pusieron un gancho en la nariz, lo ataron con cadenas de bronce y se lo llevaron prisionero a Babilonia.
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- Allí, mientras sufría tal humillación, Manasés le rogó a Dios que lo perdonara.
Se humilló tanto delante del Dios de sus antepasados,
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- que Dios escuchó su oración y lo perdonó.
Además, le permitió volver a Jerusalén para reinar sobre Judá. Sólo así pudo Manasés comprender que su Dios era el Dios verdadero.
Manasés hace cambios
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- Después de esto, Manasés construyó una muralla más alta alrededor de la Ciudad de David.
Ésta empezaba al oeste de Guihón, pasaba por el arroyo y llegaba al Portón del Pescado, y finalmente rodeaba el monte Ófel. Luego puso a los jefes de su ejército en todas las ciudades de Judá que tenían murallas.
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- También quitó los dioses extranjeros y el ídolo que había puesto en el templo de Dios.
Además, destruyó todos los altares que había construido en Jerusalén y en el cerro donde estaba el templo, y los arrojó fuera de la ciudad.
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- Manasés restauró el altar de Dios, y presentó ofrendas para pedir perdón y dar gracias a Dios.
Finalmente, le ordenó a toda la gente de Judá que solamente adorara y sirviera al Dios de Israel.
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- El pueblo obedeció a Manasés, presentando ofrendas a su Dios, aunque también siguieron haciéndolo en los pequeños templos de las colinas.
Muerte de Manasés
- 18-19
- La historia de Manasés está escrita en el libro de la historia de los reyes de Israel, y en la Historia de los profetas.
Allí se puede leer acerca de su oración y la respuesta que Dios le dio, y también acerca de sus pecados y su desobediencia. Allí aparece la lista de los pequeños templos de las colinas, en donde edificó altares y puso imágenes de Astarté y de ídolos, y allí se narra también cómo adoró Manasés a esos ídolos, y cuáles fueron los mensajes que recibió de Dios por medio de los profetas.
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- Cuando Manasés murió, lo enterraron en el jardín de su palacio.
Su hijo Amón reinó en su lugar.
Amón, rey de Judá (2 R 21.19-26)
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- Amón tenía veintidós años cuando comenzó a reinar sobre Judá.
La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró dos años.
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- Amón no obedeció a Dios, sino que siguió el mal ejemplo de su padre Manasés, pues adoró a los ídolos que su padre había fabricado, y les ofreció sacrificios.
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- Pero Amón no se humilló ante Dios, como lo había hecho Manasés, sino que se comportó peor aún.
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- Un día sus servidores se rebelaron contra él y lo mataron en su palacio.
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- Luego el pueblo mató a esos servidores de Amón, y puso como rey a su hijo Josías.
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