- 1
- Por eso, mientras siga en pie la promesa de descansar con Dios, debemos tener cuidado.
Sería una lástima que alguno de ustedes no pudiera recibir de Dios ese descanso.
- 2
- Porque nosotros oímos la buena noticia, igual que aquellos israelitas que salieron de Egipto.
Sólo que a ellos no les sirvió de nada oírla, porque no creyeron en el mensaje.
- 3
- Nosotros, en cambio, los que sí hemos creído en la buena noticia, disfrutaremos de la paz y de la tranquilidad que Dios nos ha prometido.
Pero a los que no creyeron, Dios les dijo: «Por eso, ya enojado decidí: “No voy a permitirles entrar en la tierra prometida, donde los haré descansar.”» Dios dijo esto, refiriéndose a su descanso cuando terminó de crear el mundo.
- 4
- Porque en alguna parte de la Biblia se habla así del día sábado:
«En el séptimo día Dios descansó de todo su trabajo.»
- 5
- Y en cuanto a este punto, vuelve a decir:
«Ustedes jamás entrarán en mi lugar de reposo.»
- 6
- Los primeros en oír la buena noticia desobedecieron a Dios, y por eso no pudieron recibir su descanso.
Pero la promesa de Dios sigue en pie,
- 7
- porque él nos dio una nueva oportunidad, como lo dijo por medio de David en el pasaje de la Biblia, que ya mencionamos:
«Si hoy escuchan la voz de Dios, no sean tan tercos.»
- 8
- Si Josué hubiera podido hacer que los israelitas descansaran realmente en paz y tranquilidad, Dios no habría hablado de otra oportunidad.
- 9
- Pero todavía esperamos el día en que nosotros, el pueblo de Dios, recibiremos el descanso que Dios nos ha prometido.
- 10
- En ese día, el pueblo de Dios descansará por fin de su trabajo, así como Dios descansó del suyo.
- 11
- Por eso, hagamos todo lo posible por obedecer a Dios, para que en ese día recibamos su descanso.
No sigamos el ejemplo de los que no creyeron la buena noticia.
- 12
- Cada palabra que Dios pronuncia tiene poder y tiene vida.
La palabra de Dios es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. Allí examina nuestros pensamientos y deseos, y deja en claro si son buenos o malos.
- 13
- Nada de lo que Dios ha creado puede esconderse de él, pues Dios puede verlo todo con claridad, y ante él seremos responsables de todo lo que hemos hecho.
Jesús es el Jefe de sacerdotes
- 14
- Jesús es el Hijo de Dios, y es nuestro gran Jefe de sacerdotes, que ha subido al cielo.
Por eso debemos seguir confiando en él.
- 15
- El diablo le puso a Jesús las mismas trampas que nos pone a nosotros para hacernos pecar, sólo que Jesús nunca pecó.
Por eso, él puede entender que nos resulta difícil obedecer a Dios.
- 16
- Así que, cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al trono de Dios.
Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama.
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