- La confianza en Dios
- 1
- Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera.
Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver.
- 2
- Dios aceptó a nuestros antepasados porque ellos confiaron en él.
- 3
- Y nosotros creemos que Dios creó el universo con una sola orden suya.
Lo que ahora vemos fue hecho de cosas que no podían verse.
- 4
- Abel confió en Dios, y por eso le ofreció un sacrificio mejor que el de Caín.
Por eso Dios consideró que Abel era justo, y aceptó sus ofrendas. Y aunque Abel ya está muerto, todavía podemos aprender mucho de la confianza que él tuvo en Dios.
- 5
- Henoc confió en Dios y, por eso, en vez de morir, Dios se lo llevó de este mundo y nadie volvió a encontrarlo.
La Biblia dice que, antes de que Henoc fuera llevado, fue obediente, y eso le agradó a Dios.
- 6
- Porque a Dios no le gusta que no confiemos en él.
Para ser amigos de Dios, hay que creer que él existe y que sabe premiar a los que buscan su amistad.
- 7
- Noé confió en Dios y, por eso, cuando Dios le avisó que sucederían cosas que todavía no podían verse, obedeció y construyó una casa flotante para salvar a su familia.
Por su confianza en Dios, Noé recibió las bendiciones que Dios da a todos los que lo obedecen. También por su confianza en Dios, Noé hizo que la gente de este mundo fuera condenada.
- 8
- Abraham confió en Dios, y por eso obedeció cuando Dios le ordenó que saliera de su tierra para ir al país que le daría, aun cuando no sabía hacia dónde iba.
- 9
- Abraham confió tanto en Dios que vivió como un extranjero en el país que Dios le había prometido.
Vivió en tiendas de campaña, igual que Isaac y Jacob, a quienes Dios también les había prometido ese país.
- 10
- Abraham confiaba en que algún día vería la ciudad que Dios había planeado y construido sobre bases firmes.
- 11
- Abraham confió en Dios y, por eso, aunque su esposa Sara no podía tener hijos y él era ya muy viejo, Dios le dio fuerzas para tener un hijo.
Y es que Abraham confió en que Dios cumpliría su promesa.
- 12
- Por eso Abraham, aun cuando ya iba a morir, pudo tener tantos descendientes como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la orilla del mar.
¡Nadie puede contarlos!
- 13
- Todas las personas que hemos mencionado murieron sin recibir las cosas que Dios les había prometido.
Pero como ellos confiaban en Dios, las vieron desde lejos y se alegraron, pues sabían que en este mundo ellos estaban de paso, como los extranjeros.
- 14
- Queda claro, entonces, que quienes reconocen esto todavía buscan un país propio,
- 15
- y que no están pensando en volver al país de donde salieron, pues de otra manera hubieran regresado allá.
- 16
- Lo que desean es tener un país mejor en el cielo.
Por eso Dios les ha preparado una ciudad, y no tiene vergüenza de que le llamen su Dios.
- 17
- Abraham confió en Dios cuando Dios quiso probar si él lo obedecería o no.
Por eso Abraham tomó a su hijo Isaac para ofrecerlo como sacrificio. No le importó que fuera su único hijo,
- 18
- ni que Dios le hubiera prometido que por medio de Isaac tendría muchos descendientes.
- 19
- Abraham sabía que Dios tiene poder para hacer que los muertos vuelvan a vivir.
Esa confianza hizo que Abraham no tuviera que matar a su hijo; y fue como si Isaac hubiera vuelto a vivir.
- 20
- Isaac confió en Dios, y por eso les prometió a sus hijos Jacob y Esaú que Dios los iba a bendecir.
- 21
- Jacob confió en Dios y, por eso, cuando ya estaba por morir, les prometió a los hijos de José que Dios los iba a bendecir.
Luego, se apoyó en la punta de su bastón y adoró a Dios.
- 22
- José confió en Dios y, por eso, poco antes de morir, anunció que los israelitas saldrían libres de Egipto, y dejó instrucciones para que supieran qué hacer con sus huesos.
- 23
- Los padres de Moisés confiaron en Dios y, por eso, cuando Moisés nació, lo escondieron durante tres meses.
El rey de Egipto había ordenado que se matara a todos los niños israelitas, pero ellos vieron que Moisés era un niño hermoso y no tuvieron miedo, porque confiaban en Dios.
- 24
- Moisés confió en Dios y, por eso, cuando ya fue hombre, no quiso seguir siendo hijo adoptivo de la hija del rey.
- 25
- No quiso disfrutar de lo que podía hacer y tener como egipcio, pues era pecado.
Prefirió que los egipcios lo maltrataran, como lo hacían con el pueblo de Dios.
- 26
- En vez de disfrutar de las riquezas de Egipto, Moisés decidió que era mejor sufrir, como también iba a sufrir el Mesías, pues sabía que Dios le daría su premio.
- 27
- Moisés confió en Dios y, por eso no le tuvo miedo al rey ni se rindió nunca.
Salio de Egipto, y actuó como si estuviera viendo a Dios, que es invisible.
- 28
- Moisés confió en Dios, y por eso celebró la Pascua.
También mandó rociar con sangre las puertas de las casas israelitas. Así, el ángel enviado a matar no le hizo daño a ningún hijo mayor de las familias israelitas.
- 29
- Los israelitas confiaron en Dios, y por eso cruzaron el Mar de los Juncos como si caminaran sobre tierra seca.
Pero cuando los egipcios quisieron pasar, todos ellos se ahogaron.
- 30
- Los israelitas confiaron en Dios y, por eso, cuando marcharon alrededor de la ciudad de Jericó durante siete días, los muros de la ciudad se vinieron abajo.
- 31
- Rahab, la prostituta, confió en Dios y trató bien a los espías de Israel.
Por eso no murió junto con los que habían desobedecido a Dios en Jericó.
- 32
- ¿Qué más les puedo decir? No me alcanzaría el tiempo para hablarles de la confianza en Dios de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel y de los profetas.
- 33
- Ellos confiaron en Dios, y por eso conquistaron países;
y como actuaron con justicia, recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron la boca de leones y
- 34
- apagaron grandes incendios.
Escaparon de que los mataran con espada, recibieron fuerzas cuando más débiles estaban, y en la guerra fueron tan poderosos que vencieron a los ejércitos enemigos.
- 35
- Algunas mujeres confiaron en Dios, y por eso Dios hizo que sus familiares muertos volvieran a vivir.
Algunos confiaron tanto en Dios que no quisieron que los dejaran en libertad. Al contrario, dejaron que los mataran, porque sabían que volverían a vivir y así estarían mucho mejor.
- 36
- Mucha gente se burló de ellos y los maltrató, y hasta los metió en la cárcel.
- 37
- A otros los mataron a pedradas, los partieron en dos con una sierra, o los mataron con espada.
Algunos anduvieron de un lugar a otro con ropas hechas de piel de oveja o de cabra. Eran pobres, estaban tristes, y habían sido maltratados.
- 38
- La gente de este mundo no merecía personas tan buenas, que anduvieron sin rumbo fijo por el desierto, por las montañas, por las cuevas y las cavernas de la tierra.
- 39
- Dios estaba contento con todas estas personas, pues confiaron en él.
Pero ninguna de ellas recibió lo que Dios había prometido.
- 40
- Y es que Dios tenía un plan mucho mejor, para que nosotros también recibiéramos lo prometido.
Dios sólo hará perfectas a esas personas cuando nos haya hecho perfectos a nosotros.
|