- 1
- En el día del juicio,
los que fueron fieles a Dios estarán frente a los malvados. No les tendrán miedo a quienes los habían hecho sufrir, ni temblarán ante los que se burlaron de su dolor.
- 2-3
- Más bien, serán los malvados
quienes llorarán y sentirán un miedo terrible, cuando vean a Dios salvar a sus fieles. Los malvados verán su error, y se dirán unos a otros:
- 4
- «¡Qué tontos fuimos
al burlarnos de la gente fiel a Dios! Su vida nos parecía una locura y su muerte una desgracia.
- 5
- Pero Dios los ha puesto entre sus hijos,
y les ha dado un lugar entre su pueblo.
- 6
- »¡Nunca actuamos con justicia!
¡Nos alejamos de la verdad! ¡Vivíamos como si el sol no nos alumbrara!
- 7
- Nunca quisimos buscar a Dios.
Siempre practicamos el mal. Nuestra vida está llena de maldad.
- 8
- Nuestro orgullo y riquezas
ya no sirven para nada.
- 9
- Todo eso desapareció
con la rapidez de un mensajero que lleva una noticia urgente;
- 10
- como barco que navega por el mar
sin dejar huella alguna;
- 11
- como pájaro que vuela por el aire
y no deja rastro alguno;
- 12
- como flecha que cruza por el aire
sin dejar marcas de su paso.
- 13
- »Así también nosotros:
tan pronto como nacemos dejamos de existir; tan pronto como morimos caemos en el olvido. ¡Nuestra propia maldad nos destruye!»
- 14
- La esperanza de los malvados
es como el polvo que se lleva el viento; como humo que arrastra el viento; como recuerdo de un viajero, que nunca más regresó.
El futuro glorioso de los buenos
- 15
- Los buenos viven para siempre;
el Dios altísimo los cuida y tiene un premio para ellos.
- 16
- Dios los hará príncipes,
les pondrá una hermosa corona, y con su gran poder los protegerá y los defenderá.
- 17
- Con los malvados será diferente,
Dios usará la fuerza de su enojo y movilizará a su creación para destruir a sus enemigos.
- 18
- La justicia es la coraza de Dios,
y la rectitud, su casco.
- 19
- Su santidad es su escudo,
- 20
- y su enojo, su espada.
Su aliado es el universo entero, y juntos destruirán a los malvados, porque fueron muy necios.
- 21
- Desde el cielo,
Dios lanzará rayos,
- 22
- y hará caer granizo.
Así los malvados serán arrastrados por los ríos, y acabarán ahogados en el mar. No habrá para ellos compasión.
- 23
- Un fuerte viento los barrerá;
un huracán los hará desaparecer. Porque su maldad arruinó la tierra y destruyó a los reyes.
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