- El poder de Dios
- 1
- Moisés continuó diciendo:
«Muestren amor por su Dios y obedezcan sus mandamientos.
- 2-4
- Aprendan hoy la lección que Dios les ha dado al disciplinarlos, lección que aún no han recibido sus hijos.
Acuérdense de que en Egipto Dios demostró su gran poder y realizó grandes milagros, cuando envió terribles castigos contra el rey y su país. Los egipcios los perseguían a ustedes por en medio del Mar de los Juncos, pero Dios cerró las aguas y los destruyó por completo: ¡los hundió en el mar con todos sus caballos y carros de guerra!
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- »Acuérdense, además, de cuánto los ayudó en su travesía por el desierto, hasta traerlos aquí.
- 6
- ¡Y cómo olvidar lo que Dios hizo con Datán y Abiram, cuando no quisieron que Dios me nombrara jefe de Israel! Ellos eran hijos de Eliab y descendientes de Rubén, pero por causa de su rebeldía Dios hizo que la tierra se los tragara, ¡y la tierra se los tragó, junto con sus familias y pertenencias! De esto, todos ustedes fueron testigos.
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- Con sus propios ojos, ustedes han podido ver el gran poder de Dios.
Las bendiciones prometidas
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- »Obedezcan todos los mandamientos que hoy les he dado.
Así tendrán poder para conquistar el territorio al que van a entrar.
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- Si lo hacen, vivirán largos años en ese territorio que Dios les ha prometido.
¡Es tan fértil que siempre hay abundancia de alimentos!
- 10
- En Egipto ustedes tenían que trabajar mucho para sembrar la semilla y regar la tierra.
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- Pero en el territorio que van a ocupar la lluvia riega los campos, los montes y los valles.
- 12
- ¡Dios mismo se encarga de cuidarlo todos los días del año!
- 13
- »Por lo tanto, si obedecen los mandamientos que hoy les he dado, y aman y adoran a Dios con todo lo que piensan y con todo su ser,
- 14-15
- Dios les enviará sin falta la lluvia de otoño y de primavera.
Así cosecharán ustedes su propio trigo, y no les faltarán el vino ni el aceite; tendrán abundancia de alimentos, y a su ganado no le faltarán pastos.
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- »Pero no se dejen engañar.
Si adoran a otros dioses, y desprecian a nuestro Dios,
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- él se enojará y no les enviará lluvia.
Entonces no tendrán cosechas, y pronto morirán de hambre en esa buena tierra que Dios les va a dar.
- 18-20
- »Apréndanse de memoria estas enseñanzas, y mediten en ellas;
escríbanlas de tal modo que puedan atarlas a sus brazos o colgarlas sobre su frente, para que en todo momento puedan recordarlas. Escríbanlas también en las puertas de su casa y en los portones de sus ciudades. Enséñenselas a sus hijos en todo momento y lugar,
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- y así ustedes y ellos vivirán largos años en esta tierra que Dios les ha prometido.
¡Vivirán allí mientras el cielo exista!
- 22
- »Si obedecen siempre los mandamientos que hoy les doy, y si aman a su Dios y le son fieles,
- 23-24
- Dios expulsará de ese territorio a los pueblos que ahora viven allí.
Ustedes derrotarán a naciones grandes y poderosas. De norte a sur, y de este a oeste, nadie podrá quitarles el territorio que conquisten.
- 25
- Nunca nadie podrá derrotarlos, porque su Dios hará que todas las naciones tiemblen de miedo ante ustedes.
Dios así lo ha prometido.
- 26
- »Hoy mismo deben elegir si quieren que les vaya bien, o si quieren que les vaya mal.
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- Si obedecen los mandamientos que hoy les da su Dios, les irá bien;
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- pero si los desobedecen y, por adorar a otros dioses, dejan de hacer todo lo que hoy les he enseñado, les irá mal.
- 29
- »Cuando Dios ya les haya permitido conquistar la tierra, deberán ir al monte Guerizim para pronunciar allí las bendiciones que recibirán, si son obedientes.
Luego irán al monte Ebal, y allí pronunciarán las maldiciones que recibirán, si son desobedientes.
- 30
- Estos dos montes están al oeste del río Jordán, frente a Guilgal y junto a los árboles de Moré, en el valle donde habitan los cananeos.
- 31
- »Ustedes ya están por conquistar el territorio al otro lado del río Jordán, pues Dios se lo va a entregar.
Cuando ya lo hayan ocupado,
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- deberán obedecer todas las leyes que hoy les he dado».
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