- Tobit alaba a Dios
- 1
- Tobit alabó a Dios de la siguiente manera:
- 2
- «Te doy gracias, Dios mío,
tú que vives y reinas para siempre. Tú castigas al desobediente, pero también lo perdonas; lo arrojas a la muerte, pero también lo salvas. ¡Para ti no hay nada imposible!
- 3-4
- »¡Israelitas, alaben a Dios
ante todas las naciones! Él ha demostrado su gran poder en las naciones adonde los envió. Alábenlo ante todo el mundo, porque él es nuestro Rey; él es nuestro Dios y nuestro Padre desde ahora y para siempre.
- 5
- »Dios los castigó
por todo el mal que han hecho, pero también les tendrá compasión. Los sacará de las naciones en las que viven prisioneros y los volverá a reunir en su país.
- 6
- »Si vuelven a obedecer a Dios
con todas las fuerzas de su ser, él volverá a amarlos y nunca los abandonará.
- 7
- »Alaben a Dios con todas sus fuerzas,
porque él siempre los trata bien. Alaben al Dios de la justicia, alaben al Rey eterno.
- 8
- »Dios me sacó de Israel
y me trajo hasta Nínive. En esta tierra de mi castigo alabo a Dios por su gran poder. Delante de todos estos pecadores alabo la grandeza de mi Dios. Les pido que se arrepientan, y que dejen de hacer lo malo para que Dios los perdone.
- 9
- »Alabaré a mi Dios,
el Rey del cielo, y celebraré su grandeza.
- 10
- ¡Habitantes de Jerusalén,
alaben a Dios! »¡Jerusalén, eres la ciudad de Dios! Pero él te castigará por los pecados de tus habitantes, aunque tendrá compasión de quienes hagan lo bueno.
- 11
- »¡Alaben a Dios,
habitantes de Jerusalén! Alábenlo como él se merece. Alaben al Rey eterno, y con alegría volverán a ver su templo reconstruido.
- 12
- »Cuando los israelitas
vuelvan a Jerusalén, Dios los llenará de alegría, y a los que han sufrido los amará para siempre.
- 13
- »Jerusalén, tu luz brillará
hasta el último rincón del mundo. Desde lugares muy lejanos vendrán a ti muchas naciones, para alabar al Dios de Israel. En sus manos traerán ofrendas, para el Rey del cielo. Los habitantes de la tierra lo alabarán con alegría, y tú, Jerusalén, jamás serás destruida.
- 14
- »¡Jerusalén,
que caiga una maldición sobre todos los que te insulten! ¡Que caiga una maldición sobre los que te destruyan, y los que derriben tus muros! ¡Que caiga una maldición sobre los que derriben tus torres y prendan fuego a tus casas! »¡Jerusalén, que Dios bendiga para siempre a todos los que te reconstruyan!
- 15
- Entonces recibirás con alegría
a todos los que hacen el bien, y ellos se reunirán para alabar a Dios, el Rey del universo. »¡Jerusalén, que Dios bendiga a los que te aman! ¡Que bendiga a los que te vean prosperar y se llenen de alegría!
- 16
- ¡Que bendiga a los que te vean sufrir
y sientan pesar por tu castigo! »Todos ellos se llenarán de alegría cuando Dios te haga feliz para siempre. »¡Alabo al Dios todopoderoso!
- 17
- Porque Jerusalén
será reconstruida, y el templo de Dios jamás será destruido. »¡Jerusalén, mi gozo será completo si Dios permite que mis descendientes lleguen a ver tu hermosura y adoren a Dios, el Rey del cielo! »Jerusalén, tus portones serán reconstruidos con zafiros y esmeraldas. Tus murallas serán reconstruidas con piedras preciosas. Tus torres y defensas, con oro puro, y tus plazas serán pavimentadas con rubíes y joyas preciosas.
- 18
- La gente vendrá a ti
y alabará a Dios para siempre. En tus portones la gente cantará con alegría, y en sus casas todos gritarán: “¡Aleluya! ¡Alabado sea el Dios de Israel!”»
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