- 1-3
- Dios dijo:
«Israelitas, cuando vine a buscarlos, no los encontré; cuando los llamé, no me respondieron. Yo no los abandoné, ni los vendí como esclavos para pagar deudas; lo hice por causa de sus pecados. »Pero tengo el poder para salvarlos y rescatarlos. Yo cubro los cielos de oscuridad como si se vistieran de luto. Basta una simple orden mía para que el mar y los ríos se sequen, para que por falta de agua los peces se mueran y se pudran».
- 4
- El fiel servidor dijo:
«Dios me enseñó a consolar a los que están afligidos y cansados. Me despierta todas las mañanas, para que reciba sus enseñanzas como todo buen discípulo.
- 5
- Dios me enseñó a obedecer,
y no he sido rebelde ni desobediente.
- 6
- »No quité mi espalda
a los que me golpeaban, ni escondí mis mejillas de los que me arrancaban la barba; ni me cubrí la cara cuando me escupían y se burlaban de mí.
- 7
- »Por eso, no seré humillado,
pues es Dios quien me ayuda. Por eso me mantengo firme como si fuera una roca, y sé que no seré avergonzado.
- 8
- »Conmigo está el que me protege.
Nadie puede acusarme de un delito. El que quiera acusarme, ¡que venga y se me enfrente!
- 9
- ¡El Dios todopoderoso
es quien me ayuda! Nadie podrá condenarme. Mis enemigos desaparecerán como la ropa comida por la polilla.
- 10
- »Ninguno de ustedes teme a Dios
ni obedece la voz de su fiel servidor. Caminan en la oscuridad, sin un rayo de luz, no confían en el único Dios.
- 11
- Al contrario,
encienden fuegos y prenden antorchas; caminan a la luz de su propio fuego. Pero el Dios todopoderoso los castigará y los hará sufrir».
|