- Dios nos ama
SALMO 118 (117)
- 1
- ¡Alabemos a nuestro Dios!
¡Démosle gracias porque él es bueno! ¡Él nunca deja de amarnos!
- 2
- Que lo repitan los israelitas:
«¡Dios nunca deja de amarnos!»
- 3
- Que lo repitan los sacerdotes:
«¡Dios nunca deja de amarnos!»
- 4
- Que lo repitan
los que adoran a Dios: «¡Dios nunca deja de amarnos!»
- 5
- Perdida ya toda esperanza,
llamé a mi Dios, y él me respondió; ¡me liberó de la angustia!
- 6
- Dios está conmigo:
no tengo miedo. Nadie puede hacerme daño,
- 7
- Dios está conmigo
y me brinda su ayuda. ¡Estoy seguro de ver la derrota de los que me odian!
- 8-9
- Vale más confiar en Dios
que confiar en gente importante.
- 10-11
- Todas las naciones me rodearon;
me rodearon por completo, pero Dios me ayudó a derrotarlas.
- 12
- Me rodearon como avispas,
pero ardieron en el fuego como espinas; ¡Dios me ayudó a derrotarlas!
- 13
- Me empujaron con violencia
para hacerme tropezar, pero Dios vino en mi ayuda.
- 14
- Dios me da fuerzas,
Dios inspira mi canto; ¡Dios es mi salvador!
- 15-16
- Los justos, en sus casas,
repiten este grito de alegría: «¡Dios con su poder ha alcanzado la victoria! ¡Alabemos su poder!»
- 17
- Aún no quiero morir.
Quiero vivir y seguir hablando de lo que Dios ha hecho.
- 18
- Él me castigó con dureza,
pero no me entregó a la muerte.
- 19-20
- ¡Ábranme paso,
puertas del templo de Dios! Por ustedes sólo pasan los que Dios considera justos. ¡Ábranme paso, que quiero darle gracias a Dios!
- 21
- ¡Gracias, Dios mío,
porque me respondiste y me salvaste!
- 22
- La piedra que rechazaron
los constructores del templo es ahora la piedra principal.
- 23
- Esto nos deja maravillados,
pues Dios es quien lo hizo.
- 24
- Hagamos fiesta en este día,
porque en un día como éste Dios actuó en nuestro favor.
- 25
- Dios, Dios mío,
¡danos tu salvación, concédenos tu victoria!
- 26
- ¡Bendito el rey que viene
en el nombre de Dios! Desde su templo los bendecimos a todos ustedes.
- 27
- Dios es nuestra luz.
¡Llevemos flores al altar y acompañemos al pueblo de Dios!
- 28
- Tú eres mi Dios;
por eso te doy gracias y alabo tu grandeza.
- 29
- ¡Alabemos a nuestro Dios!
¡Démosle gracias porque él es bueno! ¡Él nunca deja de amarnos!
|