- Jesús y Moisés
- 1
- Hermanos, Dios los ha llamado a ustedes para que sean su pueblo elegido.
Por eso, pónganse a pensar seriamente en quién es Jesús: ¡Él es nuestro apóstol y nuestro Jefe de sacerdotes!
- 2
- Dios le encargó que nos ayudara, y él lo obedeció, así como Moisés también obedeció cuando Dios le ordenó ayudar a todo su pueblo.
- 3
- Pero Dios le dio a Jesús más honra que a Moisés.
Es como cuando se construye una casa: el que la construye es más importante que la casa misma.
- 4
- Toda casa ha sido construida por alguien, pero Dios es quien ha hecho todo lo que existe.
- 5
- Moisés sirvió a Dios y lo obedeció en todo, pues ayudó al pueblo de Dios tal como se le ordenó, y anunció al pueblo lo que Dios iba a decir en el futuro.
- 6
- Pero Cristo, que es el Hijo de Dios, es obediente y ayuda a este pueblo de Dios, que somos nosotros.
Y nosotros somos parte de ese pueblo, si seguimos creyendo firmemente y con alegría en la salvación que recibiremos.
La obediencia
- 7
- Por eso hay que hacer lo que el Espíritu Santo dice:
«Si hoy escuchan la voz de Dios,
- 8
- no sean tercos,
como aquellos israelitas, que no quisieron obedecerlo en el desierto. Ellos quisieron ver hasta dónde soportaría Dios su desobediencia. »Por eso Dios les dijo:
- 9
- Aunque los traté bien
durante cuarenta años, sus antepasados me pusieron a prueba en el desierto.
- 10
- Entonces me enojé,
y les hice ver que vivían en el error, pues no obedecían mis mandamientos.
- 11
- Por eso, ya enojado decidí:
“No voy a permitirles entrar en la tierra prometida, donde los habría hecho descansar.”»
- 12
- ¡Cuidado, hermanos! No piensen en lo malo, ni dejen de confiar en el Dios que vive para siempre, para que no se aparten de él.
- 13
- Al contrario, mientras aún queda tiempo, cada uno debe animar al otro a seguir confiando.
Así nadie dejará de obedecer a Dios, ni pensará que, si peca, hace el bien.
- 14
- Al principio, cuando confiamos en Cristo, nos hicimos compañeros suyos;
y si no dejamos de confiar en él, seguiremos siendo sus compañeros siempre.
- 15
- Por eso la Biblia dice:
«Si hoy escuchan la voz de Dios, no sean tercos, como aquellos israelitas que no quisieron obedecerlo.»
- 16
- ¿Y quiénes fueron los que escucharon a Dios y no quisieron obedecerlo? ¡Pues todos aquellos que Moisés sacó de Egipto!
- 17
- ¿Y con quiénes estuvo Dios enojado durante cuarenta años? ¡Pues con los que pecaron y luego cayeron muertos en el desierto!
- 18
- ¿Y a quiénes les juró Dios que no les daría descanso en la región de Canaán? ¡Pues a los que no le obedecieron!
- 19
- Y en verdad, no pudieron entrar en Canaán y descansar, porque no confiaron en Dios.
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