- Tobías regresa a su casa
- 1
- Cuando ya estaban cerca de la ciudad de Caserín, que está frente a Nínive, el ángel le dijo a Tobías:
- 2
- «Tú sabes en qué condiciones dejamos a tu padre.
- 3
- Vamos a adelantarnos a Sara.
Así prepararemos la casa para cuando ella llegue junto con los demás».
- 4
- El ángel y Tobías se adelantaron, y el perro se fue tras ellos.
El ángel le dijo a Tobías: «Ten lista la hiel del pescado».
- 5-8
- Antes de llegar a la casa, el ángel le dijo a Tobías:
«Estoy seguro de que tu padre volverá a ver. Si le pones la hiel del pescado en los ojos, se le quitarán las cataratas y volverá a ver». Ana estaba sentada, con la mirada fija en el camino. De repente, sin verlo ni oírlo, sintió que su hijo se acercaba, y le dijo a su esposo: «¡Ya viene tu hijo con su amigo!»
- 9
- Entonces salió corriendo y, con lágrimas en los ojos, abrazó a Tobías y exclamó: «Hijo mío, qué alegría volverte a ver;
¡ya puedo morir tranquila!»
- 10
- Tobit se levantó y, con dificultad, logró salir a la puerta del patio.
- 11
- Tobías fue a su encuentro y lo tomó de la mano.
Luego le sopló en los ojos, le puso la hiel del pescado y le dijo: «¡Ten confianza, padre mío!»
- 12
- Enseguida Tobías le despegó con ambas manos las cataratas de los ojos.
- 13
- Entonces Tobit lo abrazó y le dijo: «¡Hijo mío, luz de mis ojos, ya puedo verte!»;
- 14
- y alabó a Dios con estas palabras:
«¡Bendito sea Dios! ¡Bendito sea su gran poder! ¡Benditos sean sus santos ángeles! ¡Alabado sea Dios por siempre! Aunque me castigó, tuvo compasión de mí y me permitió ver a mi hijo».
- 15
- Tobías entró en la casa muy contento, alabando a Dios en voz alta.
Luego le contó a su padre que había tenido un viaje sin problemas. También le dijo que traía la plata, que se había casado con Sara, la hija de Ragüel, y que ella estaba por llegar a Nínive.
- 16
- Tobit salió entonces a la puerta de la ciudad a recibir a su nuera.
Iba muy contento y alabando a Dios. Cuando la gente de Nínive lo vio caminando con paso seguro y sin ayuda, se sorprendió. Tobit les contó a todos que Dios había tenido compasión de él y le había devuelto la vista.
- 17
- Al ver a Sara, la bendijo diciéndole:
«¡Hija mía, bendito sea Dios que te trajo a nosotros! ¡Bendito sea tu padre, bendito sea mi hijo Tobías, y bendita seas tú! »¡Bienvenida, ésta es tu casa! ¡Que la bendición y el gozo de Dios estén siempre contigo!»
- 18
- Ese día, todos los judíos que vivían en Nínive hicieron una gran fiesta.
- 19
- Y Ajicar y Nadab, que eran sobrinos de Tobit, fueron a felicitarlo.
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