- 1
- »Nosotros, los amigos de Dios,
esperamos impacientes que castigue a los malvados.
- 2-3
- Ellos les van robando
terreno a sus vecinos, y allí crían el ganado que les roban a los huérfanos y a las viudas.
- 4-5
- Asaltan a la gente pobre,
y la obligan a esconderse. Esos pobres huyen al desierto, y luego van por los campos, como burros salvajes, buscando comida para sus hijos.
- 6
- Van a los campos de esos malvados
y juntan uvas y espigas de trigo;
- 7
- luego pasan la noche desnudos
porque no tienen con qué cubrirse,
- 8
- y en las grietas de las rocas
se protegen de la lluvia.
- 9
- A las viudas y a los pobres
les arrebatan sus hijos para que paguen sus deudas,
- 10
- y esos niños recorren los campos
cosechando trigo ajeno, mientras se mueren de hambre.
- 11
- Muelen aceitunas para sacar aceite
y exprimen uvas para hacer vino, mientras se mueren de sed.
- 12
- Maltratados y a punto de morir,
gritan desde las ciudades pidiendo la ayuda de Dios, ¡pero él no les hace caso!
- 13-14
- »Los malvados y asesinos
no andan a plena luz del día ni obedecen a Dios; apenas se pone el sol salen y matan a los pobres; ya entrada la noche, buscan a quién robar.
- 15
- Los que traicionan a sus esposas
esperan a que llegue la noche, pues creen que en la oscuridad nadie los verá con la otra mujer.
- 16-17
- Los ladrones roban de noche;
no salen durante el día. Aborrecen la luz, pero aman la oscuridad».
Zofar interrumpe a Job
- 18
- «Los malvados son tan corruptos
que nadie trabaja en sus viñedos; sus terrenos están malditos.
- 19-20
- Cuando les llega la muerte,
la tierra se los traga y los gusanos se los comen. Desaparecen como la nieve que derrite el calor del verano; son como árboles caídos, a los que nadie toma en cuenta; ¡ni sus madres los recuerdan!
- 21
- »Los malvados no tratan bien
ni a las viudas ni a las mujeres sin hijos.
- 22
- Pero cuando Dios se decida,
con su poder los aplastará; pues cuando Dios entra en acción, nadie tiene segura la vida.
- 23
- Ahora los deja sentirse seguros,
pero no deja de vigilarlos.
- 24
- Ahora son gente de importancia,
pero un día Dios los humillará, y dejarán de existir. Los cortará como al trigo, los quemará como a la hierba.
- 25
- »Nadie puede demostrar
que sea falso lo que he dicho».
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